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☆Capitulo diez☆

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Un mes había pasado desde que Vegas había ido a hablar con Jason Lee.

Un mes desde que ese alfa no hacía nada como para llamar la atención de los Theerapanyakul y que terminara bajo tierra. Todo estaba saliendo como Vegas lo había previsto.

El hombre había pensado que Vegas Theerapanyakul ya se había olvidado de él por cosa más importante, por lo cual volvería a hacer todo lo que había dejado de hacer por el miedo que le había causado los patriarcas de la familia menor: Vegas y Pete, el día que fueron a su despacho.

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El condominio en donde vivían los dos hermanos junto a Jason parecía desértico, algo que hizo que una mala sensación se instalara en el pecho de Porche y sus dos compañeros.

— no te esperaremos aquí, iremos contigo para que nada te pase— hablo Tutor luego de estacionar su auto fuera de la gran casa de Jason Lee.

— mi hermano está dentro, el me protegerá— Porche beso a Tutor y luego a Jump para bajar del auto. Saludo a los guardias y entró a la casa.

—ya hice algunas maletas— Prom lo recibió en la casa, lo abrazó fundiéndose así en un abrazo de hermanos.

— gracias— así los dos subieron a sus cuartos a seguir sacando sus cosas. Porche entró a su habitación, viendo la hermosa paredes azul pastel y los hermosos muebles blancos.

Abrió su cómoda en donde sacó su ropa interior y todos sus artículos esenciales. Metió en la maleta que estaba abierta en su cama las cosas que tenía en sus manos, fue a su gran armario sacando sólo prendas básicas que sabía perfectamente que no eran compradas por Jason. No quería llevarse nada que lo recordara a él.

— veo que esto es enserio— casi le da un paro cardíaco cuando en la puerta estaba el alfa que tantas veces abuso de el.

— señor...

— oh darling, estas metido en grandes problemas— el hombre rio haciendo estremecer a Porche y antes de que pudiera reaccionar se vio en el suelo por un fuerte golpe.

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Macao estaba sentado en una reposadera, veía desde su asiento con el pequeño Ítalo en brazos como Charlie y sus amigos Omegas estaban jugando en la piscina de la casa.

— les traje licuado de fresas— Pete llegó al jardín con una bandeja en donde tría licuados, le entregó uno a Macao y el biberón de Ítalo quien feliz llevó este a su boca. Pronto todos los Omega y Charlie salieron de la piscina para disfrutar de los licuados.