Capítulo 6

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La hora ya había pasado y aún le extrañaba no haberlo visto, por un momento había pensado que Jimin se arrepintió de ir a último minuto; así que, decidió apartarse del grupo de amigos de JongSuk cuando este se encontró con el chico con el cuál le era infiel a Jimin.

Había que tener mierda en la cabeza para que alguien traicionará a Park Jimin, era perfecto en todo el sentido de la palabra, en los pocos, muy pocos días que llevaba conociéndolo pudo ver en él un hombre sencillo, carismático, la mayor parte del tiempo sonriente y coqueto, atrevido... pero todo eso se estaba viendo opacado por Jeon JongSuk. Y él sabía que no era feliz.

Caminó escaleras arriba hasta llegar a la terraza, al llegar al barandal encendió un cigarrillo, sabía que él hombrecito no iba a llegar, así que solo le quedaba seguir guardándose el secreto ¿Por qué?, porque si Jimin no iba para verlo por sí mismo significaba que en realidad quería seguir así. Aunque la idea que así fuera le frustrara, no podía hacer nada. 

Al verlo se sorprendió, Jimin caminaba perdido por la acera, con su cabeza gacha y las manos dentro de la chaqueta que llevaba puesta. Corrió escaleras abajo y salió del lugar, todo para alcanzar al hombre que lo traía vuelto loco. Avanzó trotando hasta él y cuando estuvo muy cerca lo jaló del brazo hacia su pecho, ante acto que el menor ni siquiera se inmutó.

Jimin no tenía planeado llorar, la verdad esque aquello le había abierto los ojos, más no le dolía del todo. Era la traición, el hecho  que su esposo haya tirado a la basura casi diez años de matrimonio y más de quince de conocerlo y mantener una relación incluso antes de su accidente, eso era lo que le dolía.

Al sentir el aroma de Yoongi y sus brazos rodeándolo dejó salir su frustración, no en un llanto pesaroso, solamente finas lágrimas salían, que hasta Yoongi llegó a creer que enrealidad no lo había tomado a mal, hasta que quiso apartarse del rubio pero este lo abrazó de vuelta impidiendo que se alejara. No hubieron palabras, no era necesario hablar en esa ocasión.

—¿Puedes llevarme a casa? —Preguntó el menor con su cabeza aún apoyada en su pecho.

—Claro que sí.

Yoongi se apartó un poco y lo dirigió hacia su auto, viéndolo mejor podía notar que era de una gama bastante alta. Su pecho dolía, ya las lágrimas no caían pero aún así sentía la decepción dentro de él, más con la compañía de Yoongi el dolor se hacía menos.

El pelinegro le abrió la puerta dejándole entrar al asiento del copiloto y luego rodeó el auto para entrar él y poner en marcha el vehículo.

Pudo ver de reojo como en todo el trayecto el rubio se recargó en el vidrio de la ventana, estaba perdido en sus pensamientos; sin embargo no lloraba, y tampoco había rastro de querer hacerlo, entonces Yoongi se preguntó si en realidad le había dolido ver aquello.

Entrar al circulo social de JongSuk había sido demasiado fácil, todos y cada uno de ellos eran unos idiotas machistas que dejaban a sus parejas en casa para darse un revolcón con la primer persona que se les cruzara en frente; sin embargo, JongSuk siempre se veía con el mismo chico todas las noches, aveces para hablar y besarse y otras para tener sexo. Yoongi no pretendía que Jimin viera una escena de ese tipo, pero las cosas no podían cambiar.

Aún dentro de él existía el miedo que le dijera que no quería volver a saber de él, la idea le aterraba y sin querer sus manos se presionaron en el volante hasta que sus dedos perdieron color.

Al llegar, Jimin no esperó que el pelinegro le abriera la puerta, en automático se bajó y caminó hasta adentrarse en el jardín. Con la mente en blanco subió algunos escalones para entrar a su casa, cuando la mano de Yoongi en su muñeca lo detuvo, y reparó en que en realidad no estaba solo y que todo ese tiempo había divagado en sus pensamientos.

Stay Alive (YM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora