El extra más grande de la historia

Capítulo 63 - Duque de la Montaña, Marqués de Acero y el Conde Táctico (2)

Traducción: Eila

"¿Está al tanto de la promesa entre Su Excelencia el Duque y yo?"

"No creas que lo ignoro, Lord Zernitz".

La promesa sólo la conocían el Duque de la Montaña y Zernitz, pero Raymond había visto en el libro, así que no hubo manera de que no lo supiera.

"Te lo pregunto de nuevo, Lord Zernitz. ¿Crees que el Duque de la Montaña cumplirá la promesa que te hizo?".

"Se cumplirá, a menos que haya cambios".

"¿Y si hay cambios?"

Ante las palabras de Raymond, los ojos de Zernitz volvieron a abrirse de par en par. Raymond sacudió la cabeza y chasqueó la lengua.

"Veo que has cumplido tu promesa de retirarte y simplemente no sabes nada....."

Zernitz era un noble consejero que servía en el Estado Mayor del Duque de la Montaña. Naturalmente, estaba en posición de tener sus propias fuentes de información, pero a juzgar por su desconocimiento del tiempo, parecía que había renunciado a todas ellas para cumplir su promesa al Duque de la Montaña.

"He oído que algo nefasto ha estado ocurriendo en el santuario, ¿se trata de eso?".

Era una pregunta aguda, como se esperaba de un ex miembro del personal. Raymond asintió lentamente.

"Puede que una guerra, o más bien una guerra civil, y dado que el Emperador mencionó al Duque de la Montaña, está claro que está involucrado como mínimo".

"Eres tan agudo como he oído".

"Dicen que he eliminado a todos mis informantes, pero aun así yo vivía de esto, así que al menos algunos de mis instintos siguen vivos".

Es lo que más me gusta haber oído. La razón por la que Raymond había venido a ver a Zernitz era para reclutarle, y si sus instintos estaban completamente muertos, no serviría de nada.

"¿Crees que el Duque de la Montaña mantendrá su palabra?"

"Si de verdad le importo, debería volver Su Majestad. No sería agradable para el Duque saber que el Emperador ha venido a visitarme".

Zernitz tenía razón. Así que Raymond no insistió más. Tenía sus propios pensamientos y, tras una breve deliberación, asintió y salió de la vieja biblioteca con sus escoltas.

"¿Estará bien?"

Preguntó Desia con cautela. Incluso sin conocer al Duque, le parecía que Zernitz estaba en peligro.

"Por supuesto que no pasará nada".

Respondió Raymond, adentrándose en el oscuro callejón. Levantó la mano lentamente, y las Sombras surgieron de la oscuridad.

"Su Majestad Imperial, ¿nos ha convocado?"

"Estamos listos para recibir su orden".

Las Sombras inclinaron la cabeza. Tras echarles un rápido vistazo, Raymond asintió satisfecho y habló con calma.

"Moviliza la mayor fuerza que puedas reunir para defender la biblioteca y a Zernitz".

"Majestad Imperial, no hay tanta gente para que podamos movilizar aparte de los que actualmente vigilan al Duque de la Montaña, y puede que no sea posible proteger a todos los huérfanos de la biblioteca".

Una Sombra con rango de ayudante general dio un paso cauteloso hacia delante y ladeó la cabeza. Habían perdido a algunos de sus Sombras en el funeral sangriento, y la mayoría del personal que les quedaba tenía la tarea de vigilar al Duque de la Montaña y mantener a raya a los suyos.