Lugares embrujados en vivo

Capítulo 81 - La mansión de Marianne Borley (4)

Temprano en la mañana, Chu Yang fue despertado por el coro del amanecer y se confundió momentáneamente en cuanto a dónde estaba.

Dormía en un sillón con la cabeza inclinada hacia un lado, cubierto con una manta. Un rayo de sol se proyectaba a través de la larga ventana vertical, dibujando largas franjas de luz sobre la alfombra persa azul oscuro. El aire olía fresco y vacío y el sonido del canto de los pájaros se mezclaba bien con él, haciendo que la escena fuera más clara y brillante.

De repente, Chu Yang recordó dónde estaba. Anoche vino aquí con Zhao Censhang y Bai Dian y vio a Lin Qi acostado...

Se quitó la manta, caminó rápidamente hacia la cama con dosel y corrió la cortina. Lin Qi todavía yacía inmóvil en medio de la ropa de cama y, si no fuera por el ascenso y descenso de su pecho, habría sido difícil saber si todavía estaba vivo.

El corazón de Chu Yang estaba rebosante de dolor. Se sentó en el borde de la cama y extendió la mano para acariciar suavemente la mejilla seca y hundida de Lin Qi. El cuerpo de Lin Qi estaba frío, demasiado frío para estar vivo. Se arrastró hasta la cama y se acostó junto a Lin Qi, colocando su brazo sobre él, tratando de transmitir algo de calor con su propio cuerpo.

El cuerpo de Lin Qi olía a descomposición, un olor que solo se podía encontrar en una casa donde había vivido una persona mayor. Mientras Chu Yang lo olía, sintió que le ardía la nariz. ¿Qué tipo de sufrimiento había soportado Lin Qi solo en esta sombría finca?

Raymond dijo que fue solo el jueves que Lin Qi comenzó a tratar de forzar el cierre del sello.

Justo después de haber preguntado cuándo regresaría Lin Qi...

Se preguntó si Lin Qi se había puesto en riesgo para regresar a tiempo para el fin de semana.

Pero entonces Raymond mencionó al 'viejo maestro'... El padre de Lin Qi.

Bai Dian y Zhao Censhang parecían desconfiar mucho del padre de Lin Qi y mantuvieron la boca cerrada sobre él. Incluso si Chu Yang preguntaba, solo decían que cuando Lin Qi estuviera mejor, Lin Qi se lo diría él mismo.

Aparentemente, el padre de Lin Qi ya se había ido, y Chu Yang se preguntó cómo alguien podía ser tan cruel como para dejar a su hijo en tal condición. Si realmente pudiera forzar el cierre de un sello que ni siquiera el propio Lin Qi pudiera cerrar, eso significaba que estaba por encima de Lin Qi en términos de sus poderes de observación, entonces, ¿no tendría alguna forma de curarlo?

Además, ¿Cómo iba a dejarlo?

Mientras pensaba en esto, a pesar de que aún no había conocido al padre de Lin Qi, se desarrolló un fuerte sentido de resentimiento dentro de él. A pesar de que sabía que no debía sacar conclusiones precipitadas, los sentimientos irracionales no podían controlarse tan fácilmente.

Chu Yang no podía entender por qué cada vez que pensaba que conocía mejor a Lin Qi, cada vez que pensaba que se había acercado a Lin Qi, sucedía algo que de repente lo hacía parecer fuera de su alcance nuevamente.

De repente llamaron a la puerta de la habitación y escuchó a Bai Dian preguntar desde afuera: "Chu Yang, ¿Cómo estás?"

Chu Yang abrió la puerta para ver a Bai Dian mirándolo preocupado. Chu Yang se dio cuenta de que probablemente se veía un desastre en este momento, no había dormido mucho en toda la noche y solo se había quedado dormido en las primeras horas de la mañana, se había olvidado de quitarse los lentes de contacto, por lo que debía tener los ojos inyectados en sangre y su cabello descuidado probablemente estaba a la par con el de Lin Qi. Tiró de la comisura de la boca, "Estoy bien, ¿durmieron bien?"