Lugares embrujados en vivo

Capítulo 161 - Locura (5)

La aparición del Profeta significaba que Lin Qiao también estaba a punto de atacar. El hecho de que los dos se enfrentaran había significado la llegada de un día del juicio final en el pasado.

Esto, sin embargo, también ha provocado un pánico aún mayor. No solo en Gran Bretaña, sino también en Estados Unidos al otro lado del océano, donde ya había propuestas para lanzar una bomba nuclear, independientemente de si acabase con toda la población civil de Nottingham.

No fue solo casi la mitad del público estadounidense el que apoyó esto, sino también varios otros gobiernos. El gobierno británico, que ya estaba al borde del colapso, se opuso firmemente a esta estrategia de 'sacrificar un país para salvar al mundo' y amenazó con que Gran Bretaña no se quedaría de brazos cruzados ante semejante maldad, pero todo el mundo sabía lo pálidas que eran sus amenazas cuando la seguridad de la Corona ni siquiera estaba garantizada.

Bajo la sombra de la destrucción del mundo, los planes para un ataque nuclear contra el área en Gran Bretaña donde se encontraba el Profeta ya estaban en marcha.

La mayoría del Consejo de Ancianos y el Ministerio del Infierno Sagrado quedaron atrapados en Nottingham. Desde la aparición del Profeta, era imposible para los observadores multiversales abandonar la ciudad y huir a otra realidad, porque el abrumador poder de observación del Profeta había atrapado a todos los observadores en su realidad nativa y nadie, incluido el Gran Anciano, podía romper su bloqueo. Con los dos líderes atrapados en Nottingham y R'lyeh ya anexionados por los Devoradores, solo el Sumo Sacerdote del Templo del Caos permaneció en América del Norte, dirigiendo a las Cuatro Órdenes en sus batallas contra los Devoradores en otros frentes. Ahora era el único que quedaba capaz de detener el ataque nuclear.

Xiao Yiquan y Xu Bai pronto escucharon la noticia, ya que habían regresado a su propia realidad con los refugiados. Xiao Yiquan había intentado varias veces ponerse en contacto con el Sumo Sacerdote del Templo del Caos utilizando el teléfono móvil del Consejo de Ancianos, pero nadie le había respondido en absoluto.

Bai Dian miró fijamente la luz de las velas en la mesa frente a él, frunciendo el ceño delicadamente cuando el mensaje sin respuesta volvió a sonar por el altavoz. Estaban en un pequeño pueblo cerca de Windsor, donde la electricidad había estado cortada durante días, ya que toda Inglaterra había quedado paralizada y todo el mundo confiaba en los métodos más primitivos de iluminación. Tanto la gente del pueblo como los refugiados habían saqueado tiendas de conveniencia y tiendas de conveniencia y no había forma de controlarlas. Era como si la gente supiera que el final estaba cerca y, presa del pánico, todos hubieran perdido sus máscaras civilizadas y se hubieran convertido en bestias primitivas que harían cualquier cosa para sobrevivir, incluso robar a las ancianas de noventa años su dinero inútil.

Por la noche, nadie se atrevía a salir de sus casas. Las tablas estaban clavadas en las puertas y ventanas. Las únicas personas a las que nadie se atrevía a robar eran los observadores multiversales. Eran temidos y odiados por los observadores de nivel cero.

Aunque los dos habían sido responsables de escoltar a los refugiados, durante este tiempo de dependencia, Bai Dian podía sentir el creciente resentimiento de esas personas hacia ellos. Incluso habían escuchado a personas hablar a sus espaldas, diciendo que era porque se habían cruzado con personas de otra realidad que la gente había dejado de acoger refugiados.

Esto no tenía sentido. ¿Habían trabajado tan duro para ayudarlos, pero terminaron siendo odiados? ¿Era porque ellos mismos y los Devoradores eran demasiado misteriosos y extraños para los observadores de nivel cero? ¿O fue porque, como decían los radicales, los observadores de nivel cero tampoco los veían como de su propia especie? Bai Dian no entendió, pero podía sentir que algún tipo de malicia oscura se estaba gestando silenciosamente, reuniéndose lentamente a su alrededor y a Xiao Yiquan como humo.