Capítulo 174 - Los primeros gemelos (8)

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A medida que avanzaba la guerra, la carga de trabajo se hacía cada vez más pesada. Más enfermos y débiles fueron enviados al 'segundo campo', luego se trajeron carretas y carretas de nuevos prisioneros.

Con el tiempo, no sólo los ancianos y enfermos, sino también los prisioneros que claramente no eran del agrado de los oficiales desaparecieron pronto. La aversión no era solo étnicamente específica; Algunos desaparecieron después de unos días simplemente porque eran demasiado 'femeninos' o parecían gays.

En este caso, la situación de Lin Qi también era precaria.

Un oficial alto llamado Merrick era un cristiano homofóbico que acababa de ser transferido para dirigir el campamento y en su primer día dio un discurso en el que dijo que nunca permitiría que sucediera nada sucio o depravado en su campamento. Inmediatamente después, casi todos los reclusos del tercer campo que se rumoreaba que habían sido encarcelados por actos homosexuales desaparecieron pronto. Paseando por el sitio durante una de las construcciones de la fábrica, Merrick pronto notó que Lin Qi tiraba de un remolque pesado lleno de ladrillos por la rampa de tablones. Sus ojos saltones siguieron sus lentos movimientos durante un rato, sin mostrar ninguna emoción.

Rosenberg se había dado cuenta y le había advertido a Lin Qi más de una vez que debía tener cuidado con este oficial.

Pero era un pez en una tabla de cortar. No importaba cuán cuidadoso fuera el pescado, no podía escapar al destino de la matanza si el carnicero lo pretendía.

Lin Qi sabía que prefería a los hombres, pero había estado en el ojo público, por lo que había tenido cuidado de mantener ocultas sus verdaderas preferencias para mantener su imagen, apareciendo siempre como un príncipe educado. Después de unirse al ejército, tuvo aún menos tiempo y oportunidad de pensar en cosas como esa. Hasta ahora, nadie sabía sobre su sexualidad, por lo que no podía entender por qué había sido atacado por el oficial.

Efectivamente, Merrick comenzó a molestar a Lin Qi, intencionalmente o no. Le daban los trabajos más duros y sucios; limpiar pozos negros o quemar basura. Una vez incluso se le asignó arreglar manualmente una máquina de corte grande que se había atascado con un tornillo suelto y si Lin Qi no hubiera reaccionado lo suficientemente rápido, las cuchillas giratorias le habrían cortado la mano. Torturar a Lin Qi parecía ser un gran placer para él, y gradualmente se convirtió en el entretenimiento de un pequeño grupo de guardias que lideraba.

Su actitud habitual era quedarse de pie fumando y riendo, mirando de vez en cuando a los prisioneros que estaban a su lado con una mirada juguetona y maliciosa. Cuando estaban de mal o buen humor, se llamaba a los presos que pasaban junto a ellos. Si tenías suerte, te azotaban, pero si no tenías suerte, se les ocurrían todo tipo de formas perversas de torturarte. Se les obligaba a saltar desnudos a un río helado para 'nadar' en los días más fríos del invierno, tallaban palabras en los cuerpos de los prisioneros con sus bayonetas o los arrastraban detrás de un caballo y los hacían enloquecer...

Lin Qi había soportado todas estas torturas. No importaba cuán obediente y resignado fuera, solo lo torturaban con más fuerza, lo torturaban como si lo estuvieran obligando a 'mostrar sus verdaderos colores'.

La mayoría de los guardias eran jóvenes, sus rostros todavía infantiles e ingenuos, riendo y bromeando entre ellos. Cuando veían a sus novias visitándolos, se abalanzaban con brillantes llamas de amor en sus ojos, como si fueran jóvenes universitarios ordinarios, pero cuando se enfrentaban a los prisioneros, a los judíos que nunca los habían afectado de ninguna manera y a aquellos con diferentes puntos de vista políticos etiquetados como 'herejes' y 'enemigos', sus rostros de repente se volvían feroces y viciosos. Transformándose de humanos a animales en un instante.

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