Capítulo 17 - La Casa Vieja (3)

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Chu Yang y Lin Qi se pararon uno al lado del otro frente a una tienda de tatuajes con una pequeña fachada que se veía un poco desgastada, inclinando la cabeza para mirar el letrero de arriba, "Hard Man Tattoo Studio".

Chu Yang dio un paso atrás, "¡Uh... ¿Podemos ir a otro?..."

"No, solo busqué, el tatuador aquí es genial y está cerca de tu casa, ¡vamos aquí!" Lin Qi tiró del brazo de Chu Yang y abrió la puerta de vidrio. Sonó el timbre de la puerta. La tienda estaba bastante limpia pero muy pequeña, había una cama de masajes a un lado y las paredes estaban cubiertas de diseños y fotos de tatuajes. Se levantó la cortina negra y un hombre corpulento de unos 1,8 metros salió del interior, con el rostro salvaje y frío, los brazos expuestos por fuera de su chaleco densamente cubiertos de tatuajes que parecían ser la escena de un pulpo gigante destruyendo un velero.

Chu Yang tragó saliva y quiso huir.

Como si supiera que quería huir, Lin Qi siguió tirando de él, sin olvidarse de levantar esa sonrisa engañosamente hermosa: "Amigo, este amigo mío necesita un tatuaje".

El gran hombre los miró fijamente durante unos segundos y justo cuando Chu Yang pensó que iba a correr y golpearlo, de repente florecieron flores en ese rostro rugoso y sonrió tan dulcemente como pudo: "Por supuesto, por supuesto, ¿ustedes dos quieren un tatuaje de pareja? ¡Puedo darte un 20% de descuento!"

El gran contraste hizo que el cabello de Chu Yang se pusiera de punta, y rápidamente sacudió su mano de la mano de Lin Qi, "¡No lo somos...!"

Lin Qi no le dio ninguna oportunidad de hablar e incluso se aseguró de mirarlo con cariño: "Cariño, no tengas miedo. Mira, este patrón es tan pequeño que no dolerá, ¡está bien, buen chico!"

"¡Que te jodan con tu buen chico!" Chu Yang no pudo evitar maldecir en chino.

Lin Qi luego susurró entre dientes: "¡Está bien, acuéstate correctamente o usaré la fuerza!"

Quince minutos después, Chu Yang estaba sentado en topless en la cama de tatuajes, mirando al gran hombre sonriente golpeando botellas y frascos y desempacando puntas de pistolas de tatuaje desechables. Lin Qi estaba sentado en el sofá, sosteniendo la piruleta con sabor a coca cola que el gran hombre le había dado en la boca y hojeando el portafolio de tatuajes que la tienda había preparado. Chu Yang estaba nervioso, nunca antes se había tatuado y nunca pensó que su primer tatuaje sería en estas circunstancias.

El diseño circular que Lin Qi había dibujado había sido colocado en la parte exterior de su antebrazo derecho por el tatuador, Mat. Parecía ser una runa de algún tipo. El centro parecía tener probablemente la forma de un ojo y una estrella de cinco puntas, pero estaba ligeramente distorsionado y fragmentado, por lo que no podía estar seguro. Con solo mirarlo, el patrón daba una sensación inexplicable y fea y normalmente nunca habría querido ponérselo en el cuerpo.

Pero no había otra opción, si eso le salvase la vida, tenía que intentarlo.

Mat se acercó a él con la pistola de tatuajes, sonriendo amable y gentilmente, "No tengas miedo, no duele".

Chu Yang esbozó una sonrisa amarga con todas sus fuerzas.

La aguja cayó rápida e intensamente sobre su piel, se sentía como si las uñas lo pellizcaran varias veces, pero en realidad no era insoportable. Giró la cabeza para ver a Lin Qi, que ya había terminado su piruleta, jugando con su teléfono móvil con atención embelesada. Miró a Lin Qi con atención, la luz del sol que entraba por la ventana caía sobre la parte superior de su cabello, cubriéndolo con un reflejos dorado pálido, los contornos cincelados y delicados de su rostro y cuello, la clavícula ligeramente expuesta de su camisa, su mano llevándose los labios, mordisqueando sin pensar con los dientes en el costado del dedo índice de su guante. Una por una, observó estas cosas aturdido.

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