Capítulo 9

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La sala del trono se empezó a llenar unos apoyando a la princesa heredera, otros al hermano de la serpiente marina. El reencuentro entre Aemond y sus sobrinos en el campo de entrenamiento no había sido el mejor, pero estaba ansioso por ver como se haría un poco de justicia cuando le quitasen Drifmark.

-Aunque esta corte tiene la esperanza de que Lord Corlys Velaryon sobreviva a sus heridas, nos hemos reunido con la penosa tarea de zanjar la sucesión de Marcaderiva. Como Mano, hablo en nombre del rey en este particular y subsecuentes. La Corona escuchará a los aspirantes. Ser Vaemond, de la casa Velaryon. -dijo Otto Hightower.

Emma y Tn ante tales hipocresías solo pudieron poner los ojos en blanco, Emma quien una hora antes se había presentado a la princesa junto a Tn se ubico a su lado, mientras que Tn estaba donde la reina, así podrían controlar el panorama de un mejor modo.

-Mi reina. Lord Mano. La historia de nuestra noble casa se remonta hasta la antigua Valyria. Los Velaryon han dominado los mares tanto tiempo como los Targaryen los cielos. Tras la Maldición de Valyria, fuimos las últimas casas de su estirpe. Nuestros ancestros vinieron sabiendo que un fracaso supondría el fin de su linaje, de su apellido. He pasado toda mi vida en Marcaderiva defendiendo a mi hermano. Soy su pariente más cercano. Sangre de su sangre. La auténtica e inmaculada sangre Velaryon corre por mis venas. -dijo Vaemond Velaryon.

-Y por las de mis hijos, descendientes de Laenor Velaryon.  Si os preocupase tanto la sange Velaryon, ser Vaemond, no osaríais suplantar a su heredero. Pero solo miraís por vos mismo y por vuestra ambición. -dijo Rhaenyra.

-Tendréis ocasión de defender vuestra súplica. Tened la gentileza de que ser Vaemond se explique. -dijo Alicent Hightower.

-¿Qué sabéis vos de la sangre Velaryon princesa? Podría cortarme las venas y mostrárosla y ni aun así la reconoceríais. Se trata del futuro y la supervivencia de mi casa, no de la vuestra. Mi reina. Lord Mano. Es una cuestión de sangre, no de ambición. Yo antepongo la supervivencia de mi casa y mi linaje a lo demás. Por ello me postulo como sucesor de mi hermano, señor de Marcaderiva y Señor de las Mareas.  -dijo Vaemond Velaryon.

Tn solo podía mirar a su amiga, quien vio como se le iluminaban los ojos, sabia que le había prometido no hacer nada un perfil bajo, pero no podía.

-Gracias, ser Vaemond-dijo Otto Hightower.

Y entonces paso Emma exploto, "Susurando"

-Gilipollas. -dijo Emma entre dientes, mientras Daemond soltaba una sonrisa.

-Disculpad... ¿como habeis dicho?--dijo Vaemond Velaryon, mirando a Emma.-¿Sois la otra bruja?

-Como que bruja.-dijo indignada Emma.

-Emma por favor.-le dijiste en advertencia.

-Lo siento Tn, pero el lo ha pedido. -dijo con una sonrisa de autosufiencia.- He dicho, Gilipollas. 

-Como te atreves a un insulta...

-Ehhhh, para eso te vas y te sirve tu solo yo solo digo lo que eres, sino te gusta pues no lo seas.

-Silencio.-dijo Otto.

-Emma.

-Pero tu los estas escuchando. -dijo impactada. -Yo no se cual de los dos en más estupido. -dijo para señalar a Otto y a Vaemond.

-Callate.- digo exasperada.

-Vaaaaaale.-dijo con un resolplido.

-Continuemos.-dijo la reina.

Todo el mundo estaba tan impactado por lo que acababa de ocurrir que nadie se fijo en la sonrisa de ambos principes Targaryen, ante la situación.

- Princesa Rhaenyra, hablad en nombre de vuestro hijo, Lucerys Velaryon.

-Si he de legitimar esta farsa con una respuesta, debo recordar a la corte que hace casi 20 años...

Entonces las puertas se abrieron y entro el rey Viserys por ellas. 


LA DANZA DE DRAGONES (Aemond Targaryen y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora