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Operación Iskia

Costa de Gaidahra.

"Estruendos rompe olas, rompe oídos, corre con tus piernas flotantes, con tu estómago vacío y cerebro muerto"

El haberse dormido en la cubierta no había sido el plan dos días después, pues fue despertado por la furiosa agua marina que le mojaba su flacuchento cuerpo sin piedad. Al abrir su par de ojos azules, Louis vio que todos los soldados corrían de un lado a otro, las pisadas retumbaban en su cerebro, seguido de gritos y respiraciones agitadas de los alfas que se confundía con el viento. Oírlo le alertó instantáneamente. Se levantó de un salto y miró a su alrededor parado a cuestas sobre la cubierta: tres barcos ondeaban más allá del que estaba, confundiéndose lánguidamente con el humo y nubes que cubrían el cielo esa mañana. El olor a gas picante o pólvora llegaron a su garganta provocándole que nauseas arrasaran con su débil estado. Su estómago se revolvió y tuvo que acercarse al barandal para expulsar la nada misma que estuvo allí dentro al mar.

—¡Oye! ¿estás bien? —La voz de Niall resonó en su oído desde lo lejos, Louis se secó con el dorso de la mano su boca mientras veía a Niall corriendo hacia él. Aún no comprendía que ocurría, cual era todo el alboroto —. Ten, nos dieron pan con mermelada de durazno, no puedo creer que te hayas dormido aquí en cubierta —susurró, frotando sus manos para entrar en calor.

Louis tomó el pan añejo y le dio un mordisco, cerró los ojos en cuanto sintió el alimento en su boca. Se encogió de hombros, él tampoco sabía porqué se durmió ahí, mucho menos por qué nadie fue a despertarlo.

—Sabe a calcetas. —prefirió responder — ¿De qué me perdí?

Mientras comía, él y Niall comenzaron a caminar cuando oyeron a unos betas decir que faltaba poco para llegar a las costas. Sus botas negras pronto se empaparon del agua en los pequeños charcos que había en algunos lados rotos del barco. En ese momento, miles de soldados salieron de las habitaciones cargando armas como si se trataran de regalos, las puertas rechinaron y Louis quedó pasmado al verlos casi correr. Sin embargo, Niall le obligó a avanzar en dirección contraría.

—De nada, oí que estamos por llegar a Gaidahra, todos se alarmaron, al parecer los alemanes rodean la costa... nos estamos preparando para atacar.

Louis abrió mucho los ojos, pero asintió dando otro mordisco al pan, su cuerpo le envió señales de alerta en cuanto la palabra "atacar" llegó a sus pobres oídos.

—¡Cuidado! —chilló un chico omega que apenas se le veían los ojos por el casco enorme que le entregaron en el regimiento, cargaba consigo cuatro ametralladoras en sus brazos para los alfas que estaban en sus habitaciones. Ambos amigos dieron un paso al lado intercambiando miradas mientras el chico continuaba apenas. Los alfas perfectamente podían ir a buscar sus caucheros, pero les encantaba enviar a los omegas con buena voluntad para su trabajo sucio. Esto sin duda ponía de mal humor a Louis, quién no evitó resoplar con mal genio viendo la espalda del chico.

Niall le dio tenues palmadas en su hombro.

—Creo que iré a buscar mi ametralladora entonces ¿Sabes si los tanques están listos? —consultó Louis, Niall asintió frenéticamente.

—Claro, es lo primero en lo que se aseguran.

Louis al ver que tenían la tercera defensa lista, comenzó a trotar a su habitación, pero, la poca calma que serpenteaba en cubierta quedó hecha añicos cuando la sirena del barco sonó.

—¡Gaidhara las once en punto!

Mierda. —dijeron Louis y Niall al unísono.

Si la costa ya había sido vista, entonces era cosa de que comenzaran la cuenta regresiva. Un puñado de nervios acrecentó en el vientre de Louis, logrando desestabilizarle el pulso. Sus manos temblaron y la mandíbula se le tensó. Abrió de golpe la puerta que conducía a las habitaciones de los omegas y betas situadas en el sector subterráneo del barco con el único objetivo de prepararse. Niall le siguió con la misma prisa mientras el pánico y nerviosismo tomaban el papel principal

Winter Wine (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora