Fallout Equestria - Pink Eyes

Capítulo cinco. Pollos

¡Buscadoras del Estigma rescatadoras de pollos en camino!

* * *

DÍA 5 - HORA: Aproximadamente 9:30 AM - UBICACIÓN: Centro de la ciudad, Ciudad Sal

—¡Hurra! ¡Ve más rápido, vaca bonita! ¡Quiero ir más rápido! —La cabeza izquierda de la vaca suspiró y lanzó una mirada desesperada hacia el unicornio cercano con el sombrero negro.

El poni se rio de la vaca y agitó una pezuña, desestimando su muda queja:

—Es el trato, sin rencores; dale un último paseo a la potrilla y luego tráela a mi oficina.

—Muy bien señor White. —La vaca comenzó a trotar malhumorada por el exterior de White Tower, un viaje que había hecho varias veces en la última media hora. Los ponis en las calles estaban ocupados reparando los daños de la onda expansiva de anoche, pero aun así la potranca de amarillo atraía mucha atención, y con las miradas también llegaban murmullos.

—La conozco, es ese fantasma del Carnaval... maldijo a los ghouls. Esa potra trae mala suerte...

—Mira, se está burlando de los White Apples. Apuesto todas mis chapas a que los está chantajeando con algo que descubrió dentro de la Cúpula.

—¿Has visto? El Resplandor desapareció y luego... luego la aeronave del ghoul explotó... intentaron robar algo pero fracasó. Ghouls inmundos, se lo merecían.

—Sí, pero ¿qué es ella?

—No preguntes, nunca la he visto comer, ni siquiera abrir el casco. No sé qué significa eso, pero estoy seguro de que no está tramando nada bueno.

—¡Silencio! ¡Viene por aquí!

Puppysmiles se estaba divirtiendo y no le importaban las miradas extrañas; es poco probable que ella siquiera las haya notado.

—Ha sido muy divertido, señora vaca, ¿podemos repetirlo a veces?

Una de las dos cabezas de vaca asintió.

—Claro, pero tienes que preguntarle al señor White: te está esperando en la oficina, solo entra y toma la puerta roja. —La otra cabeza siguió rumiando.

La oficina del señor White era un lugar grande y limpio, luciendo una variedad de cuadros que decoraban las paredes y un escritorio de caoba tan pulido que podía verse el propio reflejo en él.

—¡Guau, este lugar es súper bonito, señor White!

El jefe de los White Apples era un macho unicornio con un sombrero negro en la cabeza, su pelaje era blanco y su crin cian.

—Bueno, gracias señorita Days. —Este nombre ganó una mirada de perplejidad por parte de Puppy, por lo que el señor White explicó—: La voz de la Cúpula anoche dijo que tu mamá se llamaba Rainy Days, así que imagino que tu nombre completo es Puppysmiles Days, ¿no es así?

Puppy asintió lentamente e inclinó la cabeza.

—Uh, sí lo es. Ahora tengo que irme... La Señorita Voz puso una nueva flecha en la brújula, así que tengo que seguirla. ¿Puedo irme, por favor?

White suspiró y bajó el sombrero frente a sus ojos.

—Claro, obviamente... pero me gustaría preguntarte una última cosa. ¿Qué era ese resplandor dentro de la Cúpula?

—Ah, ¿te refieres al cubo de sal? —Puppy se rio como si encontrara divertida esa pregunta—. Poni tonto, ¿nunca has visto el cubo de sal de Ciudad Sal? Quiero decir, ¡vives aquí, ji ji!

El poni mayor sintió la necesidad de levantar la voz, pero la potra tenía una mente muy simple y regañarla era inútil en ese momento; en cambio, sonrió.