Fallout Equestria - Pink Eyes

Capítulo catorce. Muñeca de trapo

En cada vida debe caer algo de lluvia...

* * *

DÍA 11 - HORA: Aproximadamente 22:30 PM - UBICACIÓN: Órbita baja, ~ 1.800 km sobre Ecuestria

Muy por encima del planeta flotaba Arquímedes I; un gigante de plástico y aleaciones superligeras, con un cuerpo en forma de gran girasol con largos paneles solares que formaban sus pétalos. Había palabras y letreros pintados a lo largo del satélite que advertían contra una multitud de peligros, como el fuego o la caída de rocas, pero el único que tenía algún significado para un observador era el logo de Solaris, con su alicornio masculino y el lema de la compañía «Prueba la alternativa» rodeando la imagen.

Unido al gran cuerpo redondo del satélite había cuatro cilindros, fácilmente más largos que un par de vagones de tren; las armas estaban compuestas por dos rieles lineales de metal unidos por muchos anillos, colocados a solo unos centímetros de distancia entre sí. Eso era un cañón de riel, o un cañón de Gauss, o tal vez una fusión de ambos... imagínate. De todos modos, era un arma que usaba una secuencia de fuertes pulsos magnéticos y un potente empuje eléctrico para propulsar un cuerpo metálico a una velocidad de miedo contra objetivos muy distantes; en otras palabras, era un arma mortal, y Arquímedes estaba armado con 4 de esos pequeños juguetes.

Pero en Solaris nadie dejaba un trabajo a medias, ¿cómo podría un solo satélite estar siempre listo para la acción? Necesitaban una red de satélites, un escudo completo listo para defender a Ecuestria o a quien hiciera una mejor oferta por esa pequeña joya, por lo que Arquímedes tenía once hermanos, capaces de cambiar su distancia del planeta y moverse en órbita para operar en grupos. Ahora toda la familia se había reunido y cada uno de los doce hermanos tenía sus láseres de guía apuntando a su propio objetivo designado.

—... Ocho... siete... seis...

Como uno, los cuatro cilindros comenzaron a descargar chispas de electricidad azul entre cada anillo y a lo largo de los rieles de metal mientras la cuenta regresiva marcaba constantemente. Una barra metálica revestida en cerámica, de más o menos metro y medio de largo y con forma de palo puntiagudo, fue colocada en el cañón mediante un sistema de carga automatizado e inmediatamente envuelta por un halo azul.

—... Cinco... cuatro... tres...

Detrás del satélite, se abrieron cuatro escotillas para revelar las rejillas de ventilación del sistema de compensación de retroceso. Una tenue luz roja apareció dentro de cada una de ellas, brillando como lava dentro del vientre de un volcán. Los cuatro cilindros ahora eran completamente azules, alimentados por la electricidad que corría de un anillo a otro, parecían cuatro lanzas brillantes, listas para desatar su furia contra un oponente condenado.

—... Dos... uno...

Fuego.

* * *

DÍA 11 - HORA: Aproximadamente 22:30 PM - UBICACIÓN: Torre de Marfil, Rama Big 52 SC

—Ataque iniciado. Tiempo estimado de llegada de la primera salva: siete minutos.

La mitad de los láseres de guía desaparecieron y se alejaron un par de kilómetros en un abrir y cerrar de ojos, como si algo en el cielo hubiera salido terriblemente mal. Aún así, cinco luces rojas continuaron brillando en el techo del edificio, parpadeando una o dos veces pero manteniéndose en el objetivo.

—¿Por qué todos se están retirando ahora? —Henrietta abrió sus alas, lista para agarrar a Puppy y volar con la potra.

La potra de amarillo señaló la entrada del edificio sitiado.

—¡Esos dos no se están escapando, podemos preguntarles! —Y con estas palabras trató de trotar hacia los dos Paladínes perplejos que defendían el edificio principal de investigación.