La verdad a la luz

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Existe una leyenda, que habla de la existencia de 5 libros en los que Brimir dividió su poder antes de morir.

Se desconoce la razón del por qué lo hizo, o la identidad de quien los escondió alrededor de las 5 naciones de Halkeginia, lo que se sabe con certeza es que solo pueden ser leídos con la magia del vacío, y lo más importante, se dice que si se logra reunir los cinco libros un usuario del vacío podria obtener todo el poder de Brimir.

- Bueno, ahora sabemos que no es una simple leyenda.

Sheffield dijo con una sonrisa confiada observando el paisaje por la venta del gran castillo de Albion, mientras recordaba las palabras que su maestro le habia dicho hace ya un tiempo y por supuesto con un libro en su mano cuya portada poseia unas peculiares runas que eran indescifrables para cualquiera que no tuviese magia del vacío.

- Me alegra que te hayas decidido a venir, señor Menville.

Se giro para ver al hombre que había entrado a la sala.

- Me gustaría solicitar tus servicios.

Dijo esto mientras se sentaba en una silla que estaba frente a una gran mesa.

- No somos más que unos mercenarios, que se supone que podrían necesitar de nosotros.

El hombre corpulento dijo no estando muy emocionado por estar allí.

- Tristain y Germania ya han tomado el puerto de Albion, supongo que eso ya lo sabes.

Tomando su báculo el cual era bastante voluminoso sonrió.

- ¿Y quieres que los haga arder?

- Destruir por lo menos quinientas naves sería realmente difícil hasta para ti, el objetivo es otro, la academia de magia.

El hombre sonrió de una manera aún más desquiciada.

- ¡Puedes darlo por hecho!

Grito con emoción, no obstante atrapó en su mano un objeto que la mujer le había lanzado, para percatarse de que pareciese ser una pistola que emitía una magia que jamás había sentido.

- Es muy probable que allí encuentres a una tímida amiga nuestra que se hace llamar "Railgun" podría complicar las cosas bastante.

- ¡Mi fuego es más que suficiente para acabar con cualquiera!

Dijo de manera segura ante la sugerencia de Sheffield.

- No lo dudo, no obstante tómalo como una simple sugerencia, si la encuentras no intentes negociar con ella mátala sin dudarlo.

- Tch.

De mala gana el hombre guardo la pistola en el bolsillo de su pantalón y se marcho.

- Veo que, te gusta darle armas incompletas a tus subordinados.

Sheffield observó al hombre que se había encontrado todo el tiempo en la habitación escuchando la conversación en silencio, este tenía un tatuaje en el cuello que le llegaba hasta la mejilla, y en su mano izquierda un guante de metal que brillaba de color azul en la punta de los dedos.

- Desde que te libere del control de Cromwell te has vuelto realmente conversador señor Kihara.

El hombre río un poco poniendo sus manos sobre sus piernas para recargarse.

- Por favor dígame Toya, mi apellido es solo para los que deban de temerme.

Sheffield puso el libro que poseia sobre la mesa y lo deslizó en dirección al hombre quien lo tomo sin preámbulos.

- Esperamos que el haberte liberado lo consideres como una deuda, que deberías pagar siguiendo trabajando para nosotros.

El hombre río entre dientes dando una aura oscura.

Zero no Tsukaima: Railgun no Rondo IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora