Un caso que resolver

239 22 11
                                    

La mañana en Tristain se había hecho presente con un sol que apenas comenzaba a salir, y en la academia de magia se podía observar a las estudiantes reunidas en el patio siendo entrenadas en técnicas de combate por el grupo de mosqueteras de la reina Henrietta.

No obstante faltaban dos personas en particular, cuya situacion actual era bastante bochornosa pues en la habitación de Louise está se encontraba a horcajadas sobre su familiar Misaka Mikoto, con sus manos evitando que está última se pudiera levantar.

- O-oye Louise, n-no creo que debas ignorar los llamados de Agnes para entrenar.

Dijo la castaña no obstante fue callada con un dedo sobre sus labios.

- Creo que eso puede esperar.

Louise simplemente se limito a contestar para proceder a besar a su amada con toda la gentileza del mundo.

Ambas muy nerviosas pero felices disfrutaron mucho ese momento, tanto que incluso ignoraron la extraña luz que apareció nuevamente sobre la cabeza, pero vamos ese asunto podía esperar para ser investigado otro día, por ahora había mejores cosas que hacer.

Nada podía interrumpir aquel momento tan romántico, o eso creían hasta que una furiosa Éléonore entre a la habitación abriendo salvajemente la puerta.

- ¡¿Mini Louise pero que rayos estás haciendo?!

Éléonore grito furiosa al observar la escena ante sus ojos.

Ante esto lo único que pudo hacer Louise es apartarse bruscamente haciendo que una Mikoto roja como tomate callera de la cama únicamente balbuceando un montón de palabras sin coherencia.

- ¡Pero que rayos haces aquí hermana!

Dijo aún en shock, sin embargo al parecer tenía bastante suerte porque detrás de Éléonore comenzaron a salir varios cachorros y detrás de ello su hermana Cattleya.

- ¡Hermana Cattleya!

Louise saltó a abrazarla muy feliz al verla.

- ¿Pero que haces aquí? Ya estás mejor de tu cuerpo?

Louise preguntó muy preocupada al ver a su hermana mayor fuera de su casa.

- La reina nos transfirió aquí para apoyar con el entrenamiento mágico y personalmente me pidió que te ayudara porque al parecer estabas aceptando algunas misiones que te dió, pero tratándose de ti que no puedes usar magia me preguntó que clase de cosas te abra pedido, me imagino que habrá Sido algo sin importancia.

Louise solo pudo mantener la mirada agachada muy triste pues los encargados de la reina eran un total secreto.

- Por favor Éléonore no seas tan ruda con Louise.

- Cómo sea aceptamos el encargo de la reina y está iba a ser una gran oportunidad para observar todos tus movimientos pero ya se que clase de cosas tan vulgares haces con esa pueblerina en lugar de practicar tu magia.

Louise y Mikoto únicamente sudaron frío aterradas de la mirada de Éléonore que prometía un severo castigo.

/+/-)-(+/+)-/+)+/+)+/+)+)+/-(-/+)-/+)+/-)-/-)-)

Ya había caído la noche y la primera en salir del gran regaño fue Mikoto quien tenía las mejillas y orejas sumamente adoloridas.

- Ah... Esto es tan agotador, en fin creo que ahora sí puedo preocuparme por esto.

Dijo observando la corona de luz sobre su cabeza que no había desaparecido desde el beso.

- Mmh... Al parecer...

Zero no Tsukaima: Railgun no Rondo IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora