Corazones Entrelazados (Guapoduo)

CAPÍTULO VII

"Cada silencio es una oportunidad perdida, siendo víctima de la ansiedad que se interpone entre lo que siento y lo que digo."
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Roier empezó a mover su cabeza, se sentía desorientado y debilitado, sus ojos le pesaban como si no hubiera dormido en días, cuando logró incorporarse un pequeño niño estaba encima de él mirándolo con su cabeza de lado, ambos se quedaron viendo por unos minutos, el pequeño niño le regaló una leve sonrisa, acción que le dio tranquilidad haciendo lo mismo.

-Buenos días -Llamo Vegetta acercándose a ambos, el niño bajó rápidamente para salir corriendo

-Toma esto -Una chica que jamás había visto se acercó con un vaso en sus manos -un remedio para que el dolor pase.

-¿Te conozco?

-Oh, eh...

-Tina, Vegetta -Saludaron Rivers y Foolish entrando por la puerta acercándose.

-Por fin despertaste

-¿Qué te pasó wey? -Soltó Rivers mirando a Roier quién solo giró la mirada hacia la pared -¿No me vas a decir?

-Tuvo un ataque de ansiedad -Remarcó Tina mirando a Vegetta

-Eres un caso perdido.

-¿Y Cellbit? -Pregunto avergonzado sin dejar de ver la pared.

-Entonces tu fuiste quien trajo a ese chico, ¿por qué no me sorprende?

-Si lo analizamos definitivamente era el único que lo pudo haber traído

-¿Y Cellbit? -Volvió a preguntar-

-¿Qué?, ¿Ya no vas a llamarlo por su apodo?

-Ya veo... -Rivers hizo una sonrisa pícara

-No wey, no pienses otra cosa, solo somos amigos

-Aja, sólo déjame decirte que Vegetta y Foolish también decían lo mismo y tienen una hija

-Yo le dije lo mismo a Cellbit -Continuo Foolish el comentario mientras se acercaba con una sonrisa a Vegetta quien se burló.

-Creo que lo mejor es dejar que siga descansando

-Tienes razón Tina, si se va esta tarde lo mejor es que descanse -Apoyo Foolish mientras levantaba a Vegetta para empujarlo fuera del lugar.

-Nos vemos Roier

-Adiós Rivis

-Voy por unas cosas, por favor quédate aquí

-Entendido -respondió mirando el techo.

Tina salió del orfanato y Roier no tardó en aventar el primer suspiro de agotamiento, con las pocas fuerzas y energías que logró reunir se levantó de la cama para acercarse a la ventana.

La única figura reconocible era la de Cellbit quien jugaba con un pequeño niño que portaba una vestimenta amarilla, la puerta se abrió dejando ver al mismo niño que tenía encima hace unos minutos.

-Ey -Saludo mientras le sonreía, se acercó con sus pequeños brazos ocultos detrás de él -¿Cómo te llamas? -aquel niño sacó una hoja junto a su pluma y comenzó a escribir.

-"Bobby " -leyó mientras el niño cubría la cara con la misma hoja

-Hola Bobby, soy Roier, ¿Sabes con quién está jugando el chico de ahí?

-"Mi hermano Richarlyson " -escribió mirando a su nuevo amigo.

-Bobby, ¿tú vives aquí? -preguntó mientras sonreía -¿Tienes más hermanos? -El asintió y volvió a escribir.