Corazones Entrelazados (Guapoduo)

CAPÍTULO X

"Aunque el tiempo avance, siempre habrá espacio para decirte lo que siento. Deseo tu felicidad, incluso si no es a mi lado, y daría todo por verte sonreír."
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Cellbit y Roier miraban la torre, un aura azul rodeaba la misma, su luz hizo que el traje que portaba uno de ellos comenzará a brillar.

-Parece que esta aura sabe a quien le sirves -Explicó Cellbit.

Roier cruzó aquella aura sin ningún tipo de conflicto, bastó la mano de Cellbit para dejarle claro que no podía cruzar, pues su mano se quedó ahí separándolos.

-No puedo cruzar... No me sorprende

-No voy a entrar sin ti -Roier salió para tomar su mano. Decidido miró aquella aura,

Cellbit tenía claro que no podía entrar, pero verlo de esa manera logró convencerlo, ambos liberaron un suspiro quedando frente al aura, dieron un paso y ambos cruzaron.

El aura roja que desprendía el traje de Cellbit comenzó a liberarse del mismo combinando ambas auras, dejándolos totalmente sorprendidos, poco a poco el color de sus trajes estaba cambiando a uno morado, ambos continuaron caminando hasta entrar a la torre. Una vez dentro sus trajes volvieron a sus respectivos colores pero sin dejar de brillar.

-Eso fue extraño -Roier le asintió.

-Hagamos esto rápido, no me siento cómodo dejando a mis amigos solos desde esta distancia

-Tu primero

Subieron unos cuantos escalones hasta llegar a la cima, ambos se separaron para inspeccionar el pequeño lugar.

-Solo hay libros aburridos

-... Una mesa de encantamientos

-¿Encantamientos? -Cellbit asintió.

-¿Quiénes son ustedes? -La voz de otra persona los hizo sobresaltar y prepararse para su ataque.

-¿Quién está ahí?

-No respondas una pregunta con otra, ¿Acaso no sabes que eso no se hace?

-Eso no importa ahora, ¿Quién está ahí?

Una pequeña entidad blanca apareció volando frente a ellos, su sorpresa los hizo perder el equilibrio tropezando con unos libros tirados. Cellbit intentó sujetarse de algo pero tomó la mano de Roier haciéndolo caer encima de él.

-Pendejo... -Se quejo mientras le quitaba un libro de la cabeza

-Desculpa guapito.

-Vaya... que impresionante -La entidad tomó una hoja y comenzó a escribir -Se comunican en idiomas diferentes pero logran entenderse... ¿Qué más saben hacer?

-¿Qué más sabemos hacer?, ¿acaso somos mascotas?, ¿Qué chingados eres tú?

-... Mi nombre es Rubius, soy un ángel

-No mames Gatinho... -Cellbit se levantó -Nos morimos wey, te dije que no eras bueno manejando un dragón.

-Ah... ¿Qué? -Lo miro confundido

-No están muertos... ¿Se llaman Guapito y Gatinho?

-En realidad somos Roier y Cellbit

La entidad dejó caer sus cosas cuando vio los trajes de ambos...

-¿Cómo lograste pasar? -Miraba a Cellbit enojado.

-Lo tomé de la mano y cruzamos

-Esto es imposible, ningún rojo puede cruzar mi aura... NINGUNO