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Sunoo tenía sólo trece años cuando su abuela le presentó a Minju.
Kim Minju era una pequeña y delgada omega de su misma edad, callada y tímida pero hermosa, con cabello negro brillante, piel pálida y labios rojo cereza que le gustaron enseguida.
ㅡElla es Minju, tu omega ㅡle dijo su abuela con una sonrisa enorme, acariciándole los hombros, y a Sunoo le gustó tener la atención de la mujer mayor sobre ellaㅡ, ¿por qué no pasean juntos? Estoy segura de que se llevarán bien.
Asintió, queriendo complacerla, y le tomó la mano a Minju.
A Minju no le gustó para nada.
ㅡ¡No! ㅡchilló la chica soltándoloㅡ. ¡No me gusta él! ¡A mí me gusta Chaewon!
Sunoo no sabía qué hacer realmente así que retrocedió, entendiendo que, bueno, la omega podía quejarse y eso estaba bien, porque si a ella le gustaba alguien más, ¿cómo podía obligarlo a estar con él?
Su mamá Mina, sentada en el sofá, se puso de pie y se acercó con preocupación. Sunoo la miró, encogiéndose de hombros, viendo como la madre de Minju endurecía su mandíbula.
ㅡ¡Minju, cálmate, dios, no puedes portarte así! ㅡregañó autoritaria.
ㅡ¡No me gusta él!
ㅡSunoo, no dejes que te trate así ㅡdijo su mamá llamando su atención.
Sunoo la observó, asustado, sin comprender lo que quería decir con ello.
ㅡPero...
ㅡEres un alfa ㅡdijo su abuela con voz duraㅡ, no puedes dejar que una omega te rechace o te levante la voz. Minju te pertenece ahora, puedes imponerte ante ella y ella te obedecerá ㅡsu abuela le revolvió el cabelloㅡ. A los omegas les gusta eso.
Sunoo no podía entender bien esa lógica, pero quería hacer sentir orgullosa a su abuela que por fin la estaba mirando, por fin no lo estaba ignorando como hacía años atrás, cuando creía que sería un omega. Su abuela le daba ahora regalos, le hablaba de igual a igual y a veces lo invitaba a comer, ¿cómo iba a decepcionarla?
Minju estaba llorando mientras su papá la sostenía y Sunoo se sintió mal por eso.
ㅡ¡Minju, deja el llanto! ㅡordenó su madre entonces con voz alfa, dura e imponente.
La pobre chica tembló, cerrando su boca, sus manos limpiando el rastro de lágrimas que había en sus mejillas.
ㅡ¿Ves, Sunoo? Así es como...
ㅡ¿Qué mierda está ocurriendo aquí?
Sunoo se volteó, viendo a su padre entrar al comedor, llevando de la mano a su hermanito menor. Soobin le sonrió, llevando dos paletas de helado entre sus dedos, y se soltó del agarre de su papá para correr hacia él.
