Rebusco en mis cajones tratando de encontrar mis bragas.
— ¿Dónde carajos están?.
Sigo buscando y termino tirando todos los cajones al suelo, me sujeto el cabello y suelto una maldición. Tocan la puerta de mi habitación y la abro.
— ¿Pasó algo Rachel? —pregunta mi mamá observando el desastre.
Niego.
—No mamá, solo no me siento bien, quiero descansar —digo entre dientes.
—Estás muy rara desde tu luna de miel —dice y vuelvo a negar —. Seguro son alucinaciones mías —me besa en la frente y se va.
Luego de que le pusiera ese ultimátum a Christopher volvimos a Londres porque según nuestros padres nos necesitaban aquí, todo se ha vuelto un caos. No pensé que Christopher se fuera a tomar tan en serio mi amenaza pero sí, desde que regresamos no hemos follado, no me toca, no me besa, nada.
Y eso es jodidamente frustrante.
Llevo noches sin dormir por culpa de la maldita calentura, masturbarme no es suficiente, anhelo sentir la polla de mi marido llenarme.
¿Porqué le habré impuesto esa ridícula regla cuando me estoy muriendo de ganas de que me folle?
Últimamente mi ropa interior desaparece, voy a optar por ponerle un puto candado a mi cajón de ropa interior.
Me visto con lo que encuentro, no tengo ganas de verme sexy, así que me coloco una camisa de Chris y un pantalón de pijama. Bajo las escaleras y voy al jardín donde están todos menos Chris y me siento a desayunar con la mirada de todos en mí.
— ¿No te sentías mal? —cuestiona mamá.
—Pues mira —me enderezo en la silla —. Ya me siento mejor.
—El sarcasmo no te queda Rachel —dice Ilenko.
—No te pregunté —sigo comiendo.
Todo queda en silencio y alzó la mirada para ver los ojos tristes avellanas de mi mejor amigo.
Joder Rachel has metido la pata.
—Perdón Ilenko, no sé que me pasa —le digo.
—Yo sí que se —dice él —. Pasa que el Morgan no te da duro contra el muro.
Asiento.
— ¿Mi hijo y tú no...?.
—No Alex, desde que regresamos no nos hemos tocado.
— ¿Aún están con eso? —dice Sara.
—Y por lo que veo seguiremos —me lamento —. Por cierto ¿Dónde está?.
Se miran entre ellos sin querer decirme dónde está.
—Está en... —Alex respira antes de hablar —. Está en la empresa con Aleska.
Auch. ¿Oyen eso?.
Sí, es mi corazón haciéndose añicos.
Yo muriéndome aquí y de seguro él sacándose las ganas con esa perra.
No voy a quedarme de brazos cruzados esta vez.
—Umm que bien —digo, saco mi móvil y marcó el número de quién me sacará de aquí. Al segundo timbre contesta —. Amore.
—Principessa —dice con su acento italiano.
— ¿Estás ocupado?.
—Para tí jamás vida mía. ¿Che succede principessa?.
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Alocado Matrimonio [Chrischel]
FanfictionChristopher Morgan Harts y Rachel James Mitchel eran amigos desde pequeños, pero el destino es engañoso y un malentendido los separa haciendo que entre ellos se cree una brecha de odio. Se dice que lo que es forzado a empezar es obligado a vivir, y...