¡Maldita sea!
Observo al hombre frente a mí como una total acosadora.
Joder qué bueno está.
Eso no ayuda en nada a mis malditas hormonas.
— ¿No me invitan a sentarme? —dice serio.
Asiento y se sienta a mi lado, me rodea los hombros con su mano y respira en mi oído, me estremezco y relamo mis labios resecos.
— ¿De qué hablabas con mi mujer Mascherano?.
—No de mucho, en realidad estábamos por besarnos hasta que apareciste —le dice con burla.
Christopher me aprieta el hombro y cierro los ojos temiéndome lo peor.
— ¿Oh en serio? Pues perdón por interrumpir —sonríe de medio lado y me derrito.
—Vuelvo enseguida principessa, iré a verificar nuestro pedido —asiento y se va.
Chris voltea a verme y yo hago lo mismo, nuestras narices se rozan y nuestras respiraciones chocan entre ellas.
—Siento tanto el haber interrumpido tu casi beso con Antoni —dice acariciando mis labios con los suyos al hablar y suelto un jadeo.
—No...
— ¿No qué? —pasa la lengua por mis labios.
Me aferro a su camisa.
—Christopher —intento hablar pero las palabras no me salen.
Baja una mano por mis muslos y sube lentamente mi falda hasta tocar mis bragas, escondo mi cara en su cuello y sigue su recorrido, aparta mis bragas y cuando va a tocarme directamente ahí se aleja dejándome confundida.
— ¿Pero qué diablos sucede contigo Christopher? —reclamo.
—Es que viniste aquí con Mascherano, no conmigo. ¿Cómo esperas que sea yo el que te haga retorcerte y gemir de placer? —susurra en mi oreja seguido de una lamida.
Carajo.
—Vamo...
—Llegué.
Maldición. ¿Porqué a mí?.
Cierro los ojos respirando profundo y miro la comida delante de mí, con tantas cosas ya se me fue el apetito.
—Christopher —abro los ojos y veo a una mesera hablarle a Christopher.
Este le da una sonrisa torcida.
—Irina. ¿Cuánto tiempo muñeca?.
Frunzo el ceño ante el apelativo, la tal Irina se sonroja y se cruza de brazos haciendo que le resalten los pechos cubiertos por la tela de su camisa.
Miro a Christopher con cara de «mírala y me vas a conocer desgraciado».
Detesto estos malditos celos que me carcomen la existencia.
Irina ni me toma en cuenta, sólo se inclina dejándole las tetas en la cara a MI marido.
Me levanto y la tomo por el cuello.
— ¿Ves esto? —le muestro mi alianza —Es una maldita alianza de matrimonio, ese hombre es mío —aprieto más mi agarre —. No quiero volver a verte cerca de mi marido y pienso hablar con tu superior, no es aceptable que tenga a —la miro de arriba a abajo —, mujeres como tú en este local. Ahora largo.
Irina huye despavorida sobándose el cuello mientras yo trato de regular mi respiración. Me siento sobre el regazo de Christopher y lo tomo del cuello de la camisa acercándolo a mis labios.
—Nunca, jamás en tu maldita vida Christopher, se te ocurra mirar a otra mujer que no sea yo —digo furiosa.
—Rachel...
—Tu eres mío, eres mi marido, mi hombre, mi todo. ¡Eres el hombre que me folla riquísimo! —grito y todos en la cafetería me miran asombrados.
—Rachel estás montando un espectáculo —intenta callarme.
— ¡No me importa! —le sujeto la barbilla y hago que me mire a los ojos —. ¡No tocas, no besas, y jodidamente no ves por otros malditos ojos que no sean los míos —declaro y lo beso furiosa.
Mordisqueo sus labios y cuando abre la boca meto mi lengua en ella jugando con la suya, me agarra las caderas y profundiza el beso, empiezo a moverme sobre él quién gruñe.
—Me matas —jadea sobre mis labios y le muerdo el inferior.
—Sácame de aquí y te mataré de forma placentera —gimo en su oído.
—Bien —se levanta y anclo mis piernas en su cintura —. Hasta la vista Mascherano —se burla, joder había olvidado que Antoni estaba aquí.
Me saca fuera de la cafetería mientras chupo y lamo su cuello, abre la puerta del McLaren y me suelta en el asiento de copiloto, se sube y arranca.
Maneja serio y tiene la mandíbula tensa, joder como me pone verlo así.
En menos de 5 minutos estamos en su casa. Salimos del auto y parece un salvaje cuando me echa en su hombro y entra conmigo riéndome como posesa.
Alex y Sara nos miran divertidos, me encojo de hombros y Christopher sube hasta su habitación. Zeus al verme comienza a ladrar pero el orangután lo saca a la fuerza del cuarto.
Cierra con pestillo y me arroja con fuerza a la cama. Mi cabello cae por mis hombros en cascada y me recargo en mis codos para poder verlo.
—Ahora —habla con voz ronca y sexy —. Abre esa linda boquita y empieza a decirme qué carajos hacías con Mascherano.
— ¿Y si mejor la abro para otra cosa? —me lamo los labios mirando el bulto en sus pantalones.
—Desde ahora, me llamarás coronel o mi amor. ¿Entendido?.
Sonrío de medio lado.
—Como ordene, coronel.
Holaaa mis amoreeeeess, como se encuentran?.
Yo bien, aquí les dejo esto, un poco corto lo sé, pero el próximo sera larguísimo y pues necesitaba subir este rápido.
Besos a todas💙
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Alocado Matrimonio [Chrischel]
FanfictionChristopher Morgan Harts y Rachel James Mitchel eran amigos desde pequeños, pero el destino es engañoso y un malentendido los separa haciendo que entre ellos se cree una brecha de odio. Se dice que lo que es forzado a empezar es obligado a vivir, y...