Capitulo 23 "¿Que hago acá?"

8 0 0
                                    


Desperté acostada en un dormitorio en el cual nunca había estado, pero que ya lo conocía de arriba a abajo, con paredes totalmente blancas y con una inmensa luz que entraba de una ventana en la cual podíamos admirar un hermoso paisaje con colores azules y verdosos que te transmitían paz inmediatamente.

A un lado de la cama, sentada en el piso, se encontraba una joven que lucia un hermoso pelo cobrizo enrulado y con un moño que hacia resaltar aun más su despampanante y descabellado pelo.

Tosí un poco, para que se diera cuenta que ya me había despertado y se giro a verme, se paro casi de inmediato y salto hacia a mi.

-Iris, al fin despertaste, te diste un horrible golpe eh.

-¿Dulce?

-Nadie me dice así hace mucho, no lo hagas, no me gusta.-Me miro fijamente, con un acara que me miedo y de la nada, sonrió de nuevo y dijo- No me digas que te golpeaste muy fuerte la cabeza y que no recordás como me llamo.

-No, no. Lo ultimo que recuerdo es que estaba en una cita con el Dr. Victor, después de eso nada más.

-Pero con el tenemos cita todos los días bobi y me llamo Dulce Valentina mi hermosa Iris, que tontita estas, ¿De enserio te golpeaste muy fuerte?

-¿Como que todos los días?¿Hace cuanto estoy dormida?¿Donde estamos?

-El Dr. Dolos no me prohibió decirte mas cosas. Uy eso tampoco te tenia que decir, quedate acá, no te muevas, que ya lo llamo.

-Pero Dul... Digo Valentina, decime donde estoy por favor.

-Acá tenemos a alguien que nos entiende y nos quiere de enserio, no te preocupes, Dolos te va a explicar todo.

Abrió la puerta y se fue pegando un portazo. La espere un minuto, pero mi nerviosismo e impulsividad no me dejo aguantar en ese lugar un segundo más.

Salí de esa habitación y me encontré con muchas personas haciendo actividades diferentes, algunas estaban hablando con muñecos, otras pensaban que eran piratas o algún superhéroe y algunas se golpeaban las cabezas con las manos, con la pared o básicamente con lo que encontraban.

Me sentía totalmente desorientada y con miedo de donde mierda me había metido, trate de ver desde donde estaba, si podía ver a Dulce, pero no estaba por ningún lado.

Camine hacia un pasillo, mirando paranoica hacia todos lados, hasta que en un momento me choque con Timoteo y básicamente me agarro fuerte, me beso en toda la cara y yo quede totalmente inmóvil. El me alzo de la felicidad por verme y repetía "Ya despertaste, ya despertaste, te tengo que cuidar mejor". Hasta que alguien grito su nombre y le ordeno a bajarme, él cambio rotundamente su actitud, me bajo y agacho su cabeza con un enojo, que cualquiera se podría dar cuenta.

-Iris, despertaste. ¿Como esta esa cabecita?- Victor se acerco y trato de ver si tenia algo en la cabeza.

-¿Que me paso?¿Cuando me golpee tan fuerte?

-Fue un accidente con uno de los pacientes, pero el ya tuvo su castigo ¿O no Timoteo?-Timoteo aun mirando hacia abajo, movió su cabeza asintiendo lo que el estaba diciendo.

-¿Pero que me hizo? Lo ultimo que recuerdo es que estaba en mi casa, llame para sacar una cita, vine, me atendiste y ya no recuerdo nada mas.

-¿Tu casa? ¿Otra vez tenes esos pensamiento Iris? Sabes muy bien que lo que siempre hablamos de tus supuestos padres, novios y todo eso, es parte de tus sueños e imaginación querida. ¿Por que mejor no te vas a recostar un rato mas?

-¿Que?¿Que estas diciendo? Quiero irme a casa, por favor, tengo miedo de estar acá, tengo miedo de volverme loca.

-Iris, no estas loca, solo tu realidad es otra ahora, yo te entiendo, pero ahora te tenes que calmar para no alterar a los demás y que esto empeore.

-No me voy a calmar nada, dejame ir casa, dejame ir, deja de mentirme, dejame.

Lo agarre de su bata blanca, suplicando a que me lleve a casa, pero dos hombres me agarraron y me llevaron de nuevo a la habitación donde estaba.

Me senté en la cama a llorar, pero enseguida me dije a mi misma que eso no me sacaría de ahí, así que me levante y me fije si por la venta se podría salir, pero estaba completamente asegurado.

Mientras estaba mirando por esa inmensa ventana, alguien toco la puerta y me dispuse a buscar cualquier cosa para defenderme.

Agarre un libro que estaba por ahí y cuando esa persona entro a la habitación, lo quise atacar pero era Timoteo, solté el libro y lo agarre rogándole a que me ayude a salir de acá.

-Timoteo, tenes que ayudarme a salir de donde sea que estemos, no se que estoy haciendo en este lugar, pero no pertenezco acá. Por favor ayudame.

-Tranquila Iris, se que no debo decirte nada, por que la ultima vez que abrí mi boca, no nos fue nada bien a ninguno de los dos.

-¿A que te referís?

-Tu golpe no fue un accidente.

-¿Por que lo hiciste?

-Ese día estabas como hoy, alterada y te querías ir, por que decías que tenias una casa, familia y otras cosas, pero Iris, yo te conozco desde que entraste acá, tenias once años y yo doce, estabas completamente asustada, no hablabas con nadie y lo único que hacías era robar libros de la biblioteca y como te lo prohibieron decidiste crear tus propias historias.

En tus historias creaste una vida perfecta con tus padres, hermanos, amigos, novios e incluso en esas historias nos usaste de referencia a algunos de nosotros, pero lamento decirte Iris, que nada de lo que según piensas que es real, lo es.

Ese día descubrimos por que estas acá, tu pasado y las cosas horrendas que hacen con nosotros, pero cuando vimos algo que no debimos y yo sabia que de esta no íbamos a salir vivos, decidí fingir ser cómplices de esas atrocidades. Te pegue la cabeza con un palo, Victor vio eso y yo le dije estabas espiándolo, para que a ninguno de los dos nos pase nada, pero yo recibí nuestro castigo, por los dos.

-¿Que te hicieron?

-Eso ya no tiene importancia, ahora lo que importa es que tu sigas actuando como si no supieras nada de lo que te he dicho, así ideamos algo bien y nos escapamos de acá.

-¿Y como vamos a hacer eso?

- Ya pensaremos algo...

Cuando Timoteo estaba por salir del cuarto lo intercepta Victor y le dice que el no tiene nada que hacer ahí y le aprieta el hombro, el agacha la cabeza y sale del cuarto.

-Iris, ¿ya estas mejor?

-No, me quiero ir.

-Eso no va a ser posible Iris, no podes, por algo estas acá y por algo este es tu lugar.

-¿Pero por que estoy acá?

Intensamente Iris| 𝓘𝓻𝓲𝓼 𝓛𝓮𝔀𝓼𝓴𝓲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora