"Ocho en punto, cobertizo, H.L”
Me repetí muchas veces esas tres cosas antes de tirar la cascara de la banana así nadie nos descubría y no nos castigaban. Aunque el miedo me desbordaba por todo el cuerpo tenia que ir hasta ese lugar, junte bastante valor para salir nuevamente de esa habitación y afrontar esa realidad que trate de evitar por mucho tiempo.
Como ya era la hora de desayunar todos estaban en el comedor, pero como ya dije yo nunca salía de mi habitación, ni siquiera para comer, porque alguien estaba encargada de traerme la comida a mi habitación por ordenes de Víctor.
Había muy poca vigilancia, ya que casi todos se encontraban cuidando el comedor donde por lo general todos los días pasaba algo nuevo, según los tornillos.Trate de que nadie me viera ni me siguiera, el cobertizo quedaba en un lugar alejado de todo, por lo que me contaron los tornillos, ahí se guardan juegos de mezas, almohadas y frazadas, pero ellos lo usan para jugar a la escondidas, hacer algunas cosas intimas y hasta me contaron que muchas veces hay un paciente que se queda dormir ahí, por que esta alejado de todo y de todos, aunque si lo descubren lo mandan de nuevo a su habitación y lo castigan por semanas.
Parece que este lugar no quiere mejorar la salud mental de los pacientes, por que en vez de que ellos no cometan los mismos errores una y otra vez, les dejan servido las cosas para ser castigados y eso me tiene desconcertada.
Algunas preguntas que me surge encontrar una respuesta son:
¿A quien beneficia que los pacientes sigan siendo rebeldes, inestables y que no haya ninguna mejora en ellos?
¿Qué paso con las familias de los pacientes?
¿Y que les hacen cuando los castigan?Todas esas preguntas sentía que me las podía responder esa persona misteriosa que me había citado en ese lugar, por las dudas traje conmigo un pedazo de madera que arranque de mi cama, lo afile un poco para que por lo menos me sirva para lastimarlo y que no sea tan grabe, así si me quiere hacer algo ya tengo con que defenderme para salir corriendo.
El cobertizo quedaba al final de un pasillo angosto, donde si ibas con más de uno tenían que caminar en fila por que las paredes literalmente te rosaban los hombros de lo cerca que estaban unas a las otras.
No había tanta iluminación en ese lugar, solo una luz roja de emergencia que alumbraba ese pasillo, que por mas cagada de las patas estaba, tenia que cruzar igual.
Cada paso que daba sentía que mi respiración se iba acelerando, mis manos sudaban y podía escuchar los latidos tan fuerte como si un parlante los estuviera reproduciendo. El habiente se sentía cálidos por momentos, la puerta estaba entre abierta y sin pensarlo demasiado, pase.Lo que más se destacaba de esa habitación, era el enorme ventanal con vidrios polarizados bien oscuros, a lo cual hacia que no entrara demasiada luz en esa habitación, tenían colgadas unas cortinas de color rojo vino, que le sacaba más la luz a ese cuarto rojo. Había dos literas llenas de juegos de todo tipo y en el suelo un colchón con sus respectivas almohadas y sabanas, como si alguien estuviera viviendo ahí, pero en ese momento, solo yo estaba en ese cuarto.
La persona que a menudo viene a estar acá tiene una muy buena vista de mi dormitorio, puede verme literalmente hasta dormir, me pregunto que otras cosas habrá visto y espero no haberlo aburrido.
Mientras esperaba, miraba por la ventana cuando sentí el calor de alguien por mi espalda, de lo atemorizada que estaba cerré los ojos esperando lo peor, mis piernas y manos temblaban, mi corazón nuevamente se acelero, trate de que mis movimientos para sacar el objeto que tenia debajo de la manga no sea tan notorio y cuando estaba por sacarlo, esa persona agarro mi cintura para tenerme más cerca, fue acercándose lentamente hacia mi cabeza para olerme antes de darme un sutil beso, que me hizo sentir escalofrió en todo mi cuerpo, con su otra mano apretó mi brazo y eso provoco que se cayera de mis manos el objeto filoso y me dio vuelta lentamente.
Por el miedo que tenia me daba miedo hasta de mirarlo, era muchísimo más alto que yo, sus brazos parecían tener un leve temblor y sus manos se sentían tan frías que por un momento no se me hacia para nada ridículo la idea de que el fuera un vampiro, pero ya era muy descabellado eso.
Soltó mi brazo y nuevamente cerré los ojos, guio mi cabeza hacia arriba y dijo susurrando “Iris no tengas miedo, mírame”. Su voz era grabe y un poco ronca, y aunque se escuchaba de confianza aunque un poco intimidante, seguía teniendo miedo. Pero volvió a susurrarme “Si no abrís los ojos, me vas a obligar a hacer algo que quiero hacer desde la primera vez que te vi”, por su tono de voz no pensé que me fuese hacer algo malo, pero por las dudas ya estaba decidida a abrirlos ojos, cuando al segundo que me termine de convencer de hacerlo, el apoyo sus labios contra los míos y yo, toda menos disgustada, deje que fluya sin negarme a nada.
Aunque por un momento pensé en abrir los ojos mientras me besaba, el miedo se apodero de mi como si me hubiese agarrado una parálisis del sueño y no me pudiera mover, Esa persona me besaba con fervor, por lo que poco que recuerdo de la vida que me imagine, el calor de su cuerpo en la vida real no se compara con nada que hubiese imaginado antes.
Sus manos me acariciaban desesperadamente, mientras yo besaba su cuerpo desando que hiciera cualquier cosa conmigo. Me abrazo con fuerza haciendo un leve empujón para levantarme y que me siente en el borde que sobre salía de la ventana, comenzó a desvestirme por completo, por un momento sentí como desde una distancia notoria admiraba y recorría con sus dedos todo mi cuerpo.En ese momento más que sentirme avergonzada, me sentía deseada a lo que hacia que mi ego se duplique por el simple hecho de que alguien me estaba mirando con tal lujuria y encanto. Y el miedo de que alguien nos podía ver o encontrar, provocaba por los menos en mi un fuego con que tranquilamente podríamos incendiar todo el cuarto. Ese miedo inmediatamente se convirtió en un tipo de éxtasis en mi cuerpo, que no quería que se desvaneciera.
Me acaricio con sus manos, con su boca beso y saboreo cada parte de mi hasta llegar a la entre piernas, que beso con delicadeza y me hizo perder el miedo que me daba hacer una cosa así. Agarre su cabeza y pude notar que su pelo era suave, medio ondulado y ligeramente largo. Acaricie su espalda y podía sentir que era fuerte con solo pasar mi mano sobre su piel.
Luego antes de que llegara al punto máximo de excitación, se encorvo nuevamente y empezó a besarme. Tomo su miembro erecto y acariciándome lentamente, hizo una leve presión y empezó a hacer movimientos secos hacia mi que me generaban un leve dolor pero que me gustaban, junto su cuerpo con el mío lo más que podía mientras acercaba su oído cerca de mi boca, para escuchar con más precisión mis gemidos.
Cuando nuestros cuerpos ya querían todo el uno del otro y mis gemidos retumbaban por todo el cobertizo, el agarro su mano y presiono mi cara, y aunque no creo que su intensión haya sido callarme, el deseo de tenerme aumento el doble con mis quejidos que el estaba tratando de guardar para el solo.Cuando todo finalizo, abrí los ojos pero el ya se había dado vuelta, se puso sus pantalones primero y luego su remera. Cuando estaba a punto de agarrar la manija de la puerta para retirarse, trate de detenerlo y el solo me dijo “La próxima vez que vengas, procura no tenerme miedo y podre quedarme todo el tiempo que quieras, pero hasta que eso no suceda, no sabrás nada de mi y apúrate que ya es el desayudo y no nos podemos tardar tanto en ir a nuestras habitaciones”.
Trate de cambiarme lo mas rápido que pude para alcanzarlo, pero nuevamente estaba sola en ese lugar. Corrí hacia mi habitación para no cruzarme a nadie y por suerte a la única que cruce fue a Valentina.
-Hola, Iris. Que raro que estas acá afuera, ¿Dónde y con quien estabas que estas tan agitada?
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Intensamente Iris| 𝓘𝓻𝓲𝓼 𝓛𝓮𝔀𝓼𝓴𝓲
RomanceMientras esperaba, miraba por la ventana cuando sentí el calor de alguien por mi espalda, de lo atemorizada que estaba cerré los ojos esperando lo peor, mis piernas y manos temblaban, mi corazón nuevamente se acelero, trate de que mis movimientos pa...