Parte 4: Perdones, pordioseros, y pendejadas.

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Ambos estaban viendo un documental de asesinatos, era probablemente la actividad favorita de ambos.

—¿Crees que lo haya matado?— Violet sacó un poco de helado con la cuchara.

—No tiene cara de poder matar a alguien.— También sacó helado. —Yo creo que fue cómplice.

—Tiene sentido.— Ambos miraron a la puerta, estaban tocando con suavidad.

—Debe ser Urahume, ya debe haber terminado su cita.

Pero después de unos minutos se volvió a escuchar los toques en la puerta, ambos se miraron extrañados, aparte de Urahume no esperaban a nadie, y Urahume tenía sus llaves.

—Quizás se le olvidaron sus llaves.— Violet arqueó una ceja. Esto era extraño.

—Quizás...— Sukuna se levantó. —Iré a abrirle.

Caminó a la puerta principal, abriendo la puerta. Claro que no esperó ver a la rata albina fuera de su casa con unos mariachis detrás y Yuuji sosteniendo un cartel con un gato y una leyenda de "¿Me per🍩s?"

—¿Me per-?

—No.— Le cerró la puerta en la cara. Volviendo al sofá.

—¿Quién era?

—Un pordiosero.— Siguió viendo el documental, acomodándose. —Sigamos viendo.

La tranquilidad duró unos segundos, antes de que se empezara a escuchar música afuera a todo volumen.

"¡MIL Y UNA HISTORIAS ME HE INVENTADO, PARA ESTAR AQUÍ, AQUÍ A TU LADO!"

Violet miró a su padre algo confundida. Sukuna se talló el puente de la nariz, intentando buscar paciencia que claramente no tenía.

"¡Y NO TE DAS CUENTA QUE YO NO ENCUENTRO YA QUE HACER!" La niña decidió ponerle pausa al documental. "SE QUE PIENSAS QUE NO HE SIDO SINCERO, SE QUE PIENSAS QUE NO TENGO YA REMEDIO?"

Lo que le faltaba, le venía a hacer un escándalo a la puerta de su casa.

"PERO QUIEN ME IBA A DECIR, QUE SIN TI NO SÉ VIVIR. Y AHORA QUE NO ESTÁS AQUÍ..."

—Suena cómo chillidos de una rata muriendo...— Y entonces, Violet se dio cuenta de que ocurría y por qué su padre se veía tan cerca de matar a alguien. —No puede ser, dime que no es el.

"ME DOY CUENTA CUANTA FALTA ME HACEEeeEsS"

—Vino con mariachis.— Sukuna seguía intentando buscar paciencia interna para no hacer nada agresivo.

Pero esa rata albina no se lo estaba dejando fácil.

"¡SI TE HE FALLADO TE PIDO PERDOON DE LA UNICA FORMA QUE SÉEEeeEEeE!"

𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐍𝐎𝐒 𝐕𝐎𝐋𝐕𝐀𝐌𝐎𝐒 𝐀 𝐄𝐍𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀𝐑
¡Ya no habrá tiempo para tristes despedidas!

Urahume había decidido dejar su motocicleta en la escuela, pues encontró a los amigos de Violet, y también invitó a Nanami al hogar de Sukuna, aunque habían quedado que era para demostrarle a Nanami que no eran unas personas realmente agresivas, ambos sabían que era para pasar más tiempo juntos.

Estacionaron cerca del hogar de Sukuna, pero Urahume se extrañó al ver a todos los vecinos viendo de fuera de sus casas, y escuchar música tan fuerte que no fuera rock.

—¿Qué está pasando?— Rika se atrevió a preguntar, pero nadie sabía.

Tomó a ambos niños de la mano, y comenzó a avanzar entre los demás.

Cuando nos volvamos a encontrar › SukuIta  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora