Capítulo 1

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Cierro la última caja con mis cosas dentro. Me levanto y miro a mi alrededor. Lo que había sido mi habitación ahora era una sala vacía más.

Se sentía como cuando la fiesta terminaba, la música paraba y te quedabas sola, sentada, con un sentimiento de vacío.

No me sentía del todo apenada, pero si era raro, nunca pensé estar haciendo esto.

Respiré hondo y bajé con la caja en las manos. Una vez guardada, agarre mis cosas, una mochila con un par de cosas.

Saco los cascos de camino al coche.

—¿Puedes sacarte eso? —Pregunta mi padre a mitad de viaje.

Me los quito a regañadientes.

—Se que no te gusta la idea, pero vamos a rehacer nuestras vidas.

Y dale con eso...

—Yo no quiero rehacer mi vida, papá.

—Sé que es duro —Me mira de reojo.

Ya, claro. Me quedo en silencio.

— Será divertido —Empieza— Una nueva escuela, mucho más bonita, seguro haces muchos amigos. Solo piensalo, dejamos el pueblo, con la escuela medio rota, lleno de idiotas y empezamos en un sitio mejor.

Mi padre me mira de reojo, esperando algo de felicidad o emoción.

—En una escuela de pijos. —Susurro molesta.

Mi padre intenta mantener la calma.

—No es de pijos, por estar mejor cuidada, Max.

—Seguro que van con politos y mierdas de esas. Con un humor que solo los ricos entienden.

Mi padre suspira.

—¿Por qué lo juzgas todo?

—No lo juzgo, solo digo que seguramente sea así.

Mi padre piensa unos minutos en qué decirme para convencerme de que puede ser una buena idea.

—A lo mejor tienen un gimnasio mejor, para entrenar eso que haces.

—Puede que sí... —No le quiero dar la total razón— Y es boxeo, papá.

—Eso, lo que he dicho.

Me giro a ver a la ventana. A lo mejor no es tan mala idea si hay un gimnasio, para entrenar.

Pasa un rato, hasta que llegamos, papá gira y entra en un barrio, muy bien cuidado con casas blancas con céspedes perfectamente cortados. Para el coche enfrente de lo que supongo que será nuestra nueva casa.

Papá apaga el motor y suspira mirando al frente, me giro a verlo, creo que está nervioso.

—Bien, aquí vamos, nueva vida.

Contra las NormasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora