Cuando Marela volvió a la mesa, pudo ver y oír algo muy interesante...
- ¿Por qué se llevan a ese acuante?
- Está ebrio y solo dice tonterías - respondió el rey pasándole un brazo por la espalda y tirando de ella a su costado
- Dice que a tenido contacto con los humanos
- ¿Humanos?
El rey fulminó a la morsa que comenzó a jugar nerviosa con sus aletas y es que la reina, había mostrado demasiados interés
- Pensé que solo eran cuentos - dijo en voz baja mientras seguía con la mirada al acuante que empujaba la guardia real
- Probablemente así sea- Kai Lir le sujetó el mentón para que lo mirara
- ¿Qué vas a hacerle? - Marela parecía sinceramente preocupada
- Nada tesoro. El hombre está muy ebrio, pedí que lo llevaran a una recámara para huéspedes.
- Ah... - No parecía creerle mucho - Entonces... ¿Si es posible tener contacto con los humanos?
El brillo en sus ojos comenzó a preocuparle
- No está permitido, si es lo que preguntas.
Sus hombros bajaron con desilusión
- Oh.
- De todas formas - preguntó la otra morsa - ¿Por qué querría usted relacionarse con esas bestias mal olientes?
Marela no dijo nada, respondió con una sonrisa amable y se recargó en el pecho de Kay Lir.
El Rey conocía muy bien a su reina, seguramente no había quedado conforme con su negativa. Tendría que poner más guardias a la puerta de Lord Saturn y a ella... Mantenerla ocupada toda la noche.
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Mauren y Adriat eran el centro de atención mientras bailaban enérgicamente, enlazando sus colas, sus dedos, girando, haciendo burbujas y toda clase de piruetas. Los invitados los animaban con las palmas de sus manos o sus aletas, mientras los demás se movían de un lado a otro, contagiados por su ritmo.
- Son una gran dupla - mencionó alguien que se escuchaba muy emocionado
- La princesa Mauren es hermosa...
Esa fue la señal para que todos alabaran la belleza de su hermana. Se sintió fatal por enojarse, pero toda su vida estuvo tras la sombra de Mauren. Sabía que ella era hermosa, mucho más incluso que su difunta madre; por todas las mareas, de verdad que lo sabía, era muy consiente de eso... Pero porque la gente tenía que tirárselo en la cara. No se molestaban en disimular que para ellos Mauren tenía mas porte de reina que ella.
Agachó la mirada, el choque de sus palmas perdió emoción... De repente ya no tenía ni un poquito de ganas de estar ahí.
- ¡Princesa Mauren! - exclamó uno de los actuantes - Es usted un ser increíble, su belleza es tan...
Adriat, le agradeció al hombre antes de que terminara, arrastrando a Mauren lejos de todos los que se acercaban para alabarla... También para alejarse a él mismo de las atargatis que no comprendían mucho el término "casado". No iba a pelearse con Mauren porque alguna de ellas considerara un beso como un regalo inofensivo.
-Fueron maravillosos - el ánimo no le llegó a la voz - Gracias por animar la fiesta.
- ¿Le sucede algo alteza? - Adriat parecía sinceramente preocupado y Mauren que ya la conocía solo le dedicó una mirada de esas que Marela odiaba, de esas que dicen "lo siento"
- Estoy un poco cansada, es todo. - intentó sonreír
- Tal vez deberías animar aún más la fiesta - Dijo Kai Lir mientras le acariciaba los brazos de arriba a abajo
- Alteza ¿usted también baila? - la voz era la de él mismo aguante que estaba embelesado con el talento de Mauren
- ¿Bailar? - se mofó Kai Lir- Mi mujer no solo baila, tiene una voz celestial, ni siquiera las atargatis pueden comparar sus alaridos con el hermoso canto de Marela
Bueno ahora la audiencia estaba cien por ciento interesada en oírla cantar y ella no estaba segura de cumplir con las expectativas que Kai Lir estaba depositando en su imagen... En su voz.
Así que trato de enmendar las cosas con una sonrisa abierta
-Ah, jaja, solo se cantar, no creo que sea algo increíblemente espectacular... Pero si sé que no lo hago mal
- Está siendo modesta - alardeó el rey con notable orgullo - ¿Por qué no le cantas a tu gente una canción eh?
Marela dudo, pero a la petición se sumó Mauren, luego Adriat, Enki, Nyami... Hasta que reusarse ya no era una opción.
- Mi rey ¿Tiene alguna petición en especial?
Kay Lir la atrajo hacia sí mismo
- Canta algo romántico para mi
A Marela se le colorearon las mejillas, pero aceptó.
El mar de Aldebaran nunca había estado tan quieto y tan callado. En su profundidad, solo podía escucharse una voz que fluía como un arroyo cristalino, con una tonalidad cálida y envolvente que acariciaba los oídos de la audiencia incrédula y fascinada.
Cada nota emitida por Marela, estaba impregnada de emociones profundas, como si cada palabra fuera cuidadosamente moldeada para transmitir más que un significado superficial.
Marela no lo sabía, pero su voz era capaz de elevar el alma y transportarla a lugares lejanos solo con cerrar los ojos y dejarse llevar por su melodía.
Entro un poco en pánico, cuando al dejar de cantar, no recibió más que silencio y caras impactadas... Fue la misma Lady Ceto, quien rompió el silencio iniciando una ola de aplausos entre la audiencia que ahora estaba vuelta loca alrededor de Marela
- ¡Su timbre tiene una calidad única majestad!
-Definitivamente su voz se queda grabada en la mente de quien tiene la fortuna de oírla
- Tiene la capacidad de conectar con quien la escucha, por un momento pensé que yo también estaba enamorado
Solo esta vez, Marela amo ser el centro de atención de las personas y criaturas de Aldebaran... Cantar era algo que amaba y ser reconocida por eso, le alegraba la vida y el corazón.