Había pasado exactamente 1 año desde aquél desafortunado incidente que cambió tu vida permanentemente , la imprudencia de tus compañeros y tu propia sed de validación te llevaron a trabajar para uno de los asesinos en serie que habitaban todo Ambrose literalmente.
Tu trabajo no era precisamente limpiar la casa , cocinarles una linda cena y regar su jardín. Era más bien degradante, con un horario de 2 a 2 y te llevo a varias adicciones que antes no tenías al ser una joven de apenas 18 recien cumplidos cuando llegaste a aquél infierno.
Una tarde llegaste más temprano de lo habitual pues en las calles de el pueblo vecino no encontraste tantos clientes pero habías ganado una buena suma de 2000 dólares por que sabías que a tu jefe no le encantaba verte llegar con las manos vacías y eso lo aprendiste a la mala.
La única razón por la que no habías intentado escapar era simplemente ridícula, te habías enamorado de tu captor.
-Que carajo haces aquí Addison?- Te habló apenas verte entrar por la puerta principal y realmente se veía molesto
-Es temporada de vacaciones , la mayoría fue a pasarla fuera y no hay muchas personas-Sacaste el fajo de billetes y lo pusiste en la mesa- pero saque esto-
El te miro con una expresión de fastidio mientras tomaba el dinero y lo guardaba en su cartera. Estabas nerviosa por su respuesta , mejor que nadie sabías de lo que podía ser capaz , desde sus horribles mentiras hasta la violencia física que ejercía sobre ti cuando no estaba de humor. Antes de decir una palabra sacó 200 dolares dándotelos de mala gana.
-Mueve tu puto culo de zorra a algún otro pueblo y cogete al primer idiota que encuentres, no vuelvas hasta que juntes el triple de lo que trajiste- Dijo para después irse azotando la puerta.
Soltaste un suspiro dejándote caer sobre el sofá , estabas harta de esa vida. La peor parte de ese infierno era que solo podías culparte a ti misma por no escapar en todas las oportunidades que tenías , Bo te daba mucha libertad cuando salías a "Trabajar" y nunca escapaste , claro que lo habías pensado pero habían varias razones más que tu propio enamoramiento que te impedían irte.
De reojo podías ver a Lester que llegaba de vez en cuando a informar la actividad en carretera, este te dio una palmada en el hombro y se sentó junto a ti.
-Todo bien Add?- te preguntó con la misma sonrisa optimista de siempre , pero tu solo podías asentir con la cabeza, ahora que estabas sobria sentías como si un peso muy grande se acumulara en tu cuerpo dejandote débil y deprimida.