6: Solo dos pequeños leopardos de las nieves

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Era un día como cualquier otro en el submarino Polar Tang, pero esta vez estaba un poco más agitado que de costumbre.

—Ya he dicho que no!—exclamó Law, con cara querer de salir corriendo.

—Vamos Jefe, ¿de verdad no tienes ninguna curiosidad?—preguntó Shachi el "perseguidor".

—¿Por qué tienes tanta curiosidad?

Después de tanto hablar, parece que todos se han calmado, por ahora.

Law se cansó de que le "persiguieran" tanto dentro de aquel diminuto submarino, así que se fue a su habitación y se apoyó en la pared de su cama, mirando a través de la ventana circular del submarino.

No estaban sumergidos, así que se podía ver la magnífica vista del mar durante el día. Eso le dio sueño a Law, que se durmió plácidamente.

Entonces soñó.

Un lugar hermoso, igual que en el sueño anterior, estaba en la mesa de piedra que se detuvo, no sentía ese peso en el estómago, se sentía aliviado. Aquel tigre pequeño y dulce de la última vez le tiraba de la manga de la camisa, parecía llamarle.

—¿Qué es, pequeño?—preguntó Law.

El pequeño tigre sólo gruñó mientras intentaba que Law se levantara, así que Law lo hizo, y el pequeño tigre pareció guiarle por un camino.

A diferencia de los demás, estaba más oscuro, y parecía que hacía mucho frío en medio del sendero, pero sin miedo, el cachorro de tigre lo guió. Pero de repente el pequeño se detuvo.

—¿Qué es? ¿Has visto algo?

El cachorro gruñó y echó a correr por el sendero muy deprisa. El cirujano lo siguió corriendo, preocupado.

Entonces, pero más adelante, en medio de toda aquella oscuridad, vio que el cachorrito movía algo parecido en tamaño a él, y parecía estar muy débil, porque estaba tirado en el suelo. La criatura estaba llorando.

Law se acercó, y sus ojos se abrieron de par en par con lo que vieron: era otro cachorro.

Se agachó y cogió al pequeño cachorro que estaba inconsciente, parecía ser el hermano del otro que le guiaba.

Acurrucándolo en sus brazos, el pequeño gruñó por lo bajo, parecía adolorido y al darse cuenta del toque del hombre, pareció calmarse más. El otro parecía muy preocupado, no podía dejar de mirar a su hermano herido.

—Mejor vamos a otro lugar—dijo mientras se levantaba.

Así que camino de vuelta al otro lugar con el pequeño en brazos, mientras el otro le seguía detrás.

Al llegar, se sentó en la misma roca en la que estaba antes, era el lugar que recibía más luz de todo el lugar. Acurrucó al pequeño más cerca de él, en un intento de darle calor, estaba débil, tenía frío y no podía estarse quieto, el otro cachorro era diferente, era más fuerte que este, sin embargo, no negaba que fueran idénticos.

—Todo irá bien con él, no te preocupes— Law intentó consolar al otro cachorro.

Que miraba, acurrucado en sus piernas.

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Entonces, Law se despertó, se sorprendió y pensó: ¿es él?

Suspiró y se levantó. Esos extraños sueños podrían significar algo...

Comenzó a caminar hacia una de las salas polares de Tang, era notable que aquel submarino estuviera bien equipado con todo tipo de cosas médicas que hay.

—Realmente has venido a saciar tu curiosidad, Jefe—dijo Shachi, que se encontraba en la sala.

—¿Qué haces aquí?

—¿Yo? Nada—mintió.

Law le miró con una ceja alzada, parecía que el pelirrojo sabía que de alguna manera iría allí.

El moreno suspiró.

—Sabes cómo funciona la máquina, ¿verdad?—preguntó Law.

—A-ah, claro que sí—, respondió tímidamente.

Law caminó hacia la camilla que estaba a su lado y se sentó.

—Empecemos entonces—dijo.

Shachi se ensanchó, parecía que realmente iba a ocurrir, aunque el capitán no estuviera de muy buen humor.

Shachi encendió el ecógrafo y Law se levantó la camiseta que llevaba puesta, ahora, su barriga de cinco y pico meses era mucho más visible que antes, ahora era difícil ocultar nada. Se tumbó en la cama para facilitar que Shachi le pasara el gel frío por el vientre, entonces el sensor de la máquina se colocó sobre su vientre y el pelirrojo empezó a tantear por encima, en un intento de encontrar algo y para su sorpresa, pensó.

—Capitán, mire esto—llamó, girando la pantalla hacia el cirujano. Law miró, admirándose aún más sorprendido—Al parecer son...

—Son gemelos—completó lo que Shachi iba a decir.

El lugar quedó en completo silencio, mientras la ansiedad de Law lo carcomía. Debido a que los bebés compartían la misma placenta, existía el riesgo de que los nutrientes no se distribuyeran correctamente y uno de ellos parecía estar en riesgo de muerte y por lo que se veía, uno parecía estar creciendo tarde, era más pequeño que el otro feto, el corazón de Law sentía que se le iba a salir del cuerpo.

—Presiona ese botón—señaló la máquina.

—D-de acuerdo, espera—Shachi presiono el botón indicado.

Así, en la habitación era fácil escuchar un latido, prestando más atención, eran dos corazones que latían de forma muy sincronizada y latían con normalidad.

Law suspiro aliviado, por muy débil que pareciera uno de ellos, ambos corazones latían de maravilla.

—Joder, esto es genial—dice Shachi, era la primera vez que veía algo así, lucía demasiado emocionado, lo que hizo reír a Law—¿Qué pasa capitán? ¿Comiste algo podrido?

—Vuelve a decir eso y te mando fuera del Polar Tang—le amenazó.

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Con esa nueva información, las cosas parecían bastante positivas y, en sus dulces sueños, tenían mucho mejor aspecto. Como Law había decidido que no quería saber el sexo de los bebés, sus compañeros de tripulación hicieron una apuesta para saber su posible sexo, a Law le hizo gracia verlos así.

Esta vez, el moreno se reunió con todos, charlando un poco, mientras observaban los alrededores del Polar Tang a través del sensor del submarino, los meses parecían pasar volando, no faltaba mucho para que aquellos niños vinieran al mundo, Law pensaba como serían, pero....

—Capitán, ¡parece que hay un barco enemigo cerca!—advirtió Bepo.

No todo puede salir según lo planeado.


Solo Girasoles - Lulaw [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora