19: Solo golpes en la puerta

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Law se despierta en su casa con alguien dando un portazo frenético, sentía mariposas en el estómago, pensando que, tal vez, muy tal vez, cierta persona había descubierto su secreto.

Contesto profundamente, no queria enfrentarse al lio que tenia delante. Toco la manilla con cuidado y la giro.

- Ah, tio Law - llamo a lo que parecia una chica

- ¿Alisson-ya? ¿Por que estas aqui? - pregunto, a pesar de que la chica siempre viene a su casa.

-Kira dijo que Kora estaba enfermo, vine a ver como se encuentra-respondió a la chica-¿Está todo bien con él, tío Law?

Por un momento, Law se sintió aliviado de que fuera la niña, que era amiga de sus hijos.

- Está mejorando, su salud no es la mejor -respondió la niña, un poco fría.

- Ah, comprendo - contestó con la cabeza gacha - ¿Puedo entrar a verle?

Law negó con la cabeza, dejándola entrar alegremente en su casa. La pelirroja de seis años y medio estaba muy unida a la familia, siempre acababa en aquella casa para cuidarse de sus extrañas heridas, aunque esas mismas heridas seguían apareciendo de vez en cuando.

Antes de cerrar la puerta, Law miró al exterior, todavía había una fina bruma en el aire, lo que indicaba que aún era muy temprano, y el mal sol había abandonado su recinto. La fresca brisa marina consiguió llegar hasta aquella casa, suspiró pesadamente, preguntándose qué debía hacer, así que cerró la puerta.

Con la invasión de Alisson a su propia propiedad, las gemelas terminaron despertándose y yendo a jugar con la niña mayor, así que era hora de preparar el desayuno, aún tenía que preparar algo bastante grande, aunque la mitad de la comida fuera devorada por la niña menor.

Al final, acabó preparando un gran desayuno, quizás sería suficiente para todos los allí presentes.

Mientras preparaba el café, los tres jugaban por la casa, correteaban y utilizaban los juguetes de aquella casa a su antojo.

- Tos tos - Kora acabó tosiendo después de correr un poco

- ¿Estás bien, Kora-chan? - le pregunto a Ali

Él asiente, asintiendo bien, aunque suena más fuerte que los dos que corren delante de él.
- ¡Tiene calor otra vez, papi! - llamo Kira, al ver que el hermano menor estaba caliente de nuevo

Law terminó por detenerse y fue a atender al más pequeño, que parecía tener fiebre.

- Parece que te vuelve a subir la fiebre, será mejor que descanses - advirtió el padre

El pequeño asintió dando la razón a su padre y se dirigió al dormitorio.
- ¿Se pondrá bien, tío Law?

"Debería mejorar para la hora de comer", advirtió, volviendo a preparar el desayuno.

Cuando estuvo listo, apartó la ración de Kora, que no podía acercarse a la mesa debido a su enfermedad.

- Déjame a mí, tío -se ofreció Alisson a coger el plato de Kora.

Derecho me voy, y la chica salió con una bandeja hacia el dormitorio.

- ¿Estás seguro de que Kora comerá, papá? - preguntó Kira con curiosidad, ya que su hermano no era de comer mucho.

-pensó que con Alisson-ya llevándolo, iba a comer un poco-respondió a la pregunta de su hija

- ¿Por qué? -interrogó curiosa

-¿Por qué? No sé cómo decirlo-respondió dejando a la más pequeña con la duda.

Tal vez lo supiera, pero de todas formas era cosa de niños.

El desayuno siguió como siempre, un poco tranquilo, pero al mismo tiempo, no.

Era casi mediodía, como era de esperar, Kora ya estaba mucho mejor de su fiebre.

- Tío, ¿pueden Kora y Kira ir a la casa? - preguntó Alison

- Kora puede, pero Kira está castigada - advirtió

"Por favor, papá, me portaré bien", suplicó la más pequeña.

Supongo que comportarse na es la parte difícil, pensó Law.

- Ya he dicho que no, Kira - persistió en su decisión

-Vamos a vigilar a la hermanita, papi-imploró también.

Law suspiró, esos niños eran bastante insistentes. Tal vez era mejor dejarlo ir pronto, era mejor que soportar las quejas de la menor por quedarse en casa.

- Puedes irte, Kira -la soltó.

La niña saltó de alegría.

"... Pero seguirás castigada cuando llegues a casa", dijo en tono sombrío.

La niña murmuró algo, a lo que Law fingió no darle importancia. Los dos más jóvenes, guiados por la pelirroja, atravesaron el bosque y llegaron a la ciudad, dejando a su padre solo en la cabaña.

Law se sentía a gusto con aquel silencio que hacía tiempo que no oía, pero al mismo tiempo, extraño, era como si allí faltara algo.

Suspiró de nuevo y trató de calmar su ser, buscando algo que hacer, tal vez, pero nada le venía a la cabeza, era como si lo que le llenaba se hubiera esfumado, desaparecido.

Mientras Law estaba perdido en sus propios pensamientos, alguien abrió la puerta de su casa, no escuchó el ruido de inmediato, pensaron que era otra persona, o tal vez los niños, muchas personas acudían a él por diversos motivos y ese era su sustento, pero lo que no esperaba era el sonido de algo que reconocía muy bien y algo que no quería ver.

"Vaya, aquí es donde te alojas, Tral", dijo alguien con voz emocionada.

Law casi gritó, visualmente hablando, y miró hacia aquella voz que reconocía muy bien.

La próxima vez cerraré la puerta con llave, pensó, antes de hablar nerviosamente

- ¿Luffy-ya? ¿Qué haces aquí?

- I? He venido a hablar contigo -respondió, acercándose lentamente.

- ¿Hablar? ¿Sobre qué? - Law respiraba agitadamente, caminando hacia atrás.

- Uhuuuuuu, ¿de qué se trataba? - Luffy estaba pesando, recuerda bajo qué estaba
Law acabó golpeándose la espalda contra la pared que tenía detrás y Luffy se detuvo a unos pasos de él, confuso, notando el extraño miedo de su compañero en ese momento.

El doctor sonaba un poco frío, era como si se hubiera descubierto una gran mentira en ese momento, sin embargo, Luffy sólo quería hablar, sin saber nada, ya que sentía curiosidad por la relación un tanto extraña que Law tenía con aquellos dos niños que se parecían mucho a la morena.

Con la cabeza ligeramente girada hacia un lado, Luffy parpadeó, antes de formular una pregunta.

- ¿Por qué tienes miedo, Law?

Solo Girasoles - Lulaw [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora