Las despedidas son tristes, eso era algo inevitable, y esta no sería diferente a las demás.
El submarino ya tenía combustible suficiente para unas semanas, Law pensaba volver en unos días, eso era lo que había planeado, pero nunca se sabe lo que puede pasar en un mar tan peligroso como este.
Polar Tang estuvo reparándolo, durante mucho tiempo, pero nadie quería marcharse, aunque deberían, eran piratas después de todo, no deberían aferrarse a las islas que pasaban por el mar, sin embargo, esto ahora era diferente.
Allí estaban, listos para partir, la tristeza llenaba los corazones de todos, era inevitable, pero Law lo decidió con mucha fuerza.
- ¿Estás seguro? - preguntó la santidad
Law no la miró a la cara, sentía un fuerte dolor en el pecho por la decisión que había tomado.
"No preguntes, tal vez me retracte de lo que dije", respondió.
Ella negó con la cabeza, sabía lo difícil que era para él hacer eso, pero la decisión seguía siendo muy impulsiva. Santidad suspiró.
"¿Cuánto tiempo piensas quedarte en el mar?". Sabe que los dos son aún muy jóvenes -dice, Law sabía muy bien a qué se refería ella.
"Un mes, unas semanas, tal vez unos días, pero volveré", respondió.
- Pequeño Law, la isla solo está así un mes y medio, sabes que deberías volver antes, si no, no podrás volver a verlo en dos años - le advirtió, conocía mucho la extraña geografía de aquella isla
- Lo sé... - respondió ella con la cabeza gacha, era un intento sin posibilidades de éxito, pero con muchas de fracasar.
Toda la tripulación ya estaba dentro de la nave, la santidad, Albus y Leila estaban fuera del submarino para verlos partir. Los gemelos estaban allí, sin entender absolutamente nada de lo que estaba pasando, la niña estaba con Albus y el niño con Leila.
En cuanto se fueron, el grupo que se quedó en la playa vio como la nave se sumergía en el agua. Los gemelos parecían observar aquello con curiosidad, no entendían aquello, pero sabían que algo era extraño.
Cuando el submarino desapareció por completo en el agua, fue cuando la niña se dio cuenta de que allí faltaba algo, movió la cabeza mientras buscaba ese algo.
- ¿Papá? Movió la cabeza para buscar a su alrededor.
Como eran muy pequeños, notaron la falta de su veloz padre, pero pensaron que no sería tan rápido.
A Leila le costaba sostener al niño, que se lanzaba con los brazos hacia delante, hacia el mar y con los ojos llorosos.
- Dámelo - dice Santidad, pidiéndoselo al niño.
Leila respondió a la niña rizada que recostara al niño sobre su pecho para que se calmara.
Le tocó la frente y como por arte de magia, el niño se durmió llorando, y ella empezó a caminar de vuelta a la parte central de la isla.
"Si nos quedamos aquí nos va a doler mucho", dijo refiriéndose a los niños pequeños.
Leila y Albus la siguieron, pero confundidos por lo que había dicho.
Una semana después...
Parecía una semana difícil, llevaban mucho tiempo navegando, pero parecía más difícil que la primera vez que lo hicieron.
A veces algunos de ellos se despertaban asustados al amanecer, sin saber lo que era. El largo tiempo en tierra les convertía en malvados piratas.
La tripulación pensó que era un poco insensible por parte de Law encerrarse y no saber nada de allí, ¿sería que echaba de menos a esos niños? Pensaron.
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Solo Girasoles - Lulaw [Borrador]
FanfictionMpreg. Tras la derrota de Kaido, Wano se convierte en un país de fiestas, es fácil decir que la fiesta continuaría una semana más. Y en la última noche, Luffy y Law se acuestan por última vez, ya que el mar es demasiado grande para que estos amantes...