Prólogo

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"El amor y a ti los conocí el mismo día"

Minho, una persona con una vida sencilla y que trata hacer sentir orgullosa a su familia, siguiendo el legado de la florería familiar

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Minho, una persona con una vida sencilla y que trata hacer sentir orgullosa a su familia, siguiendo el legado de la florería familiar. Algo que ama con toda su alma.

Estaba tranquilo en su pequeña florería en la metrópolis inundada de gente,
observando como la gente pasaba por las calles hablando por teléfono, riendo o simplemente en sus propios pensamientos, admirando como cada quien tiene su forma de vivir y adaptarse a la ciudad.

Era temprano y ya le dolía la cabeza de tanta gente que estaba pasando, analizandola y viendo cual podría ser un buen posible cliente.

Su florería era llamativa, con una pared repleta de hermosas bugambilias y ceropegias woodii y un letrero con el nombre de la florería. "FNF" resaltaba en aquel letrero redondo que acompañaba las repisas llenas de plantas y diferentes tipos de flores como gardenias, claveles, rosas, margaritas y girasoles.

Una mañana aburrida se convertiría en algo espectacular al notar como un castaño con mejillas regordetas admiraba aquella llamativa pared y sintiendo algunos claveles con las yemas de sus dedos. Minho suponía que el chico nunca leyó el cartel donde claramente decía "no tocar". Minho se acercó y admiro por segundos al joven hasta que reaccionó y tuvo que acercarse para pedirle al joven que no tocara las plantas.

-Disculpa... No las puedes tocar- Dijo amablemente, cruzado de brazos y recargando su peso en el marco de la puerta principal del local.

-¿Ah? - Dijo el jóven mientras volteaba a ver al florista un poco confundido.

Minho sintió que todo su alrededor paraba, que los segundos se convertían en minutos, los minutos en horas. Había caído fascinado por aquel joven de mejillas regordetas y cabello castaño que parecía igualmente admirado, pero en su caso era por aquellas flores del estante exterior.

El joven castaño fue el que más rápido reaccionó y por fin vio el letrero donde en letras grandes se apreciaba "No tocar". El joven no pudo evitar avergonzarse y voltear a ver al florista de nuevo, quería que la tierra se lo tragara y lo escupiera lo más lejos de ahí posible.

Ni el mismo sabia porque se había avergonzado tanto enfrente del joven florista pero la realidad es que es tímido con todos desde lo que ha pasado. El castaño de nombre Jisung no la ha pasado bien desde hace tiempo, su escape es la fotografía y jardinería, aunque ni un cactus le dura, ya que es lo que su madre más adora en el mundo.

-Si, perdón. Es que me interesaba saber si tenías algunas flores que signifiquen "mejorate pronto"- Dijo curioso dando vistazos a la florería, tratando de esquivar la figura del más alto para buscar con su vista aquel tipo de flores que el buscaba.

-¿Qué? - dijo confundido, volteandose para saber dónde buscaba el chico y buscando también con su vista la clase de flores que el joven buscaba.

-Pues... Están los claveles, hortensias y margaritas. Ayudan debido a su aroma relativamente ligero y sus hermosos colores y además son duraderos y alegran una habitación sin causar irritación.- Dijo dándole un dato sobre este tipo de flores que posiblemente no haya pedido pero pues nunca está demás.

-Me gustaría un ramo de claveles- dijo entusiasmado el chico mientras veía aquel ramo de claveles rosas en las repisas y las tomaba.

Esas flores eran para su mamá quien estaba enferma y se encontraba en el hospital. Había recaído después de creerse que ya estaba completamente bien, por lo tanto, Jisung al ser la única persona con ella, era responsable de sus cuidados y gastos.

Su mejor idea para animarla era llevarle un ramo hermoso con un significado igual, así que por eso los claveles le parecían una excelente idea.

-Claro, ¿a nombre de quién? - Dijo el muchacho, mientras que de su bolsillo sacaba una libreta y su pluma, listo para apuntar.

La verdad es que sólo quería saber el nombre del chico ya que ni siquiera ocupaba su nombre para venderle ese ramo. Aun así le parecía un magnífico plan y el chico al no notar nada raro en su pregunta, le respondió amablemente.

-Jisung-

-Perfecto... Serían 12 mil wones- Dijo Minho, haciendo la cuenta de aquel ramo y haciendo un pequeño descuento por favoritismo a su nuevo cliente. Cosa que nunca hacia ni con los clientes de hace mucho tiempo.

Jisung sacó su cartera y pagó aquel lindo ramo con una sonrisa, cayendo en un silencio con aquel alto que contaba el dinero aunque el no podría desconfiar de alguien como él. Jamás.

-Bueno, gracias - Dijo el castaño despidiéndose, no sin antes decir algo importante para él. - Y para la próxima, si quieres algún dato sobre mi, preguntamelo directamente, no fingiendo que tomas nota en esa libreta.

En cuanto Minho escucho esas palabras de Jisung no pudo evitar sentirse avergonzado con si mismo, no sabiendo como reaccionar, simplemente viendo como se alejaba Jisung mientras él estaba ahí boquiabierto.

Este chico era genial.

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Bugambilias ❀- Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora