IV

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—...William...

El nombrado puso su dedo índice en sus labios para indicarme silencio, baje la mirada dónde yacía el cuerpo y fue un alivio ver qué no era ninguno de mis progenitores.

A paso silencioso el rubio se acercó a dónde me encontraba.

—Cuanto lamentó asustarla— Susurró —Su familia está siendo atacada por algunos adictos a sustancias químicas.

Mis ojos se abrieron como platos al escuchar sus palabras y en una rápida acción apunte al Moriarty con mi arma, el en respuesta sonrió.

—No debe asustarse, yo guardaré su secreto si usted guarda el mío—De su bolsillo saco aquella nota que había redactado y todo fue claro como el agua misma...

William James Moriarty, es el Lord del crimen.

Deje de amenazar con mi arma y fui a liberar a mis padres a quienes indiqué que fueran a esconderse, ellos agradecieron a William y nos dejaron solos.

Después de todo... Mis padres saben que tengo habilidades excepcionales para este tipo de cosas.

— Que propones — mire al de ojos escarlatas.

— Nada, sólo que son 6 personas las que quedán en la mansión — comentó.

— Por lo que veo no tienes problemas en asesinar, entonces serán tres para ti y tres para mí— Propuse y su expresión fue de sorpresa.

—¿Usted podrá sola señorita?— Cuestionó, camine hasta el marco de la puerta por donde habia entrado.

— Liam... —gire mi cabeza para mirarlo— Toda persona que amenacé a quienes amo merecen la muerte — Avance hasta salir del pórtico.

[•••]

Ya había exterminado a los que me correspondían, camine con tranquilidad sin algún calzado por los pasillos ahora ensangrentados debido a los cuerpos que yacían sin vida por los pisos.

Mi pijama blanca estaba con algunas gotas de sangre, un peculiar aroma proviniente de la cocina captó mi atención.

Fuí hasta dicha habitación y allí estaba aquel hombre, mi cómplice a estás alturas de la situación, preparando dos tazas de té, en cuanto me vio sonrió.

—Vaya...— Exclamó —Eres más descuidada de lo que había pensando — Dijo para observarme de pies a cabeza —Veo que tendremos mucho por limpiar —Levanto una de las tazas que había preparado hacia mí — Gustas?.

—La sangre no es ningún problema — Aclare mientras avanzaba hasta donde él, baje el arma en la mesa y agarré de sus manos la taza blanquecina.

—Me sorprende que hayas descubierto a uno de mis cómplices en el barco — Tomó un sorbo del cálido líquido.

—¿Hablas del francotirador?— Pregunte mientras subía sobre la mesa de madera que estaba frente suyo, él asintió ante mi pregunta— Fue muy fácil saber que estaba relacionado con el Lord del crimen, osea tú ¿es así?.

—Así mismo ¿Que propone usted con esta nota?, solo escribió la dirección, aunque ya tengo una vaga idea de lo que quieres— Me observo con la escasa luz que producía el fuego del horno.

La Astucia De La Jóven Noble (William Moriarty X Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora