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México tenía las llaves de esa casa, su relación con USA siempre fue de mucha confianza. Por eso entró a prisa y después de asegurar todo para que nadie molestara, subió ansioso, desesperado y un poco nervioso para adentrarse en el cuarto donde brotaba ese delicioso aroma.

—Vine por ti
—Mexi —se le derramaron las lágrimas— no quiero obligarte a... Estar conmigo.

México se acercó despacio hasta mirarlo a los ojos y con una sonrisa confesarle.

—Nunca me obligaste a nada, USA... Vine aquí por voluntad propia... Y porque te deseo tanto como tú a mí

USA solo soltó una risita antes de abrazarse al latino y olfatearlo con fervor. Se olvidó de su desnudez, de su celo y de su miedo. Solo quería estar así, con ese alfa a su lado.

—Pero quitemos esto

Los dedos de México se deslizaron por la cadera de USA haciéndolo gemir. Se adentró entre los glúteos húmedos y de un tirón quitó el maldito juguete de ese cuerpo. El Omega gimió por el repentino suceso y México le gruñó suavemente por la expectativa que le daba saborear esa humedad

—Mexi... Quédate conmigo
—Te lo haré tan fuerte que jamás volverás a usar esa cosa

USA tembló y se aferró a esa espalda. Le dió calor otra vez y sintió el picante de la excitación en el alfa. Instintivamente separó más las piernas y elevó el trasero

—Mexi...
—Déjame verte desnudo

USA se alejó para darle un beso de piquito y luego se sentó en la cama, abrió sus piernas, mostrándose por completo.

—Necesito condones —México tuvo esa idea desde el inicio, pero mayor fue su deseo por llegar con USA lo más pronto posible.
—No... Claro que no

USA sonrió divertido antes de meter uno de sus dedos en su entrada y retirar parte de su lubricante para mostrárselo al alfa.

—Quiero tu semen aquí... No hay riesgo

Ternura cruel [USA x All]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora