Eres la nueva empleada desde hace una semana, él lechero de la ciudad vivía en este edificio y por alguna razón actuaba más extraño y más ¿amigable?
𝐀𝐂𝐋𝐀𝐑𝐀𝐂𝐈Ó𝐍:
_⁻ᴸᵒˢ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃʲᵉˢ ⁿᵒ ᵐᵉ ᵖᵉʳᵗᵉⁿᵉᶜᵉⁿ ᵉˢᵗᵒ ᵉˢ ᵘⁿᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ ⁱⁿᵛᵉⁿᵗᵃᵈᵃ, ⁿᵒ ᶜᵒᵖⁱᵃʳ ᶜᵒ...
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Alce mis dos cejas un poco extrañada, el lechero se miraba nervioso pero no le puse tanta atención o sería extraño.
-Sería un gusto-
Respondí.
A lo que el me enseñó la caja de leche insinuando que me daría de las que traía en la caja, me quedé pensando por un momento hasta que recordé que no podía pasar la botella gracias a la ventanilla, apreté el botón y abri la puerta.
Me baje de la silla rápidamente para tomar la botella que me daba el chico lleno de ojeras, al estar frente a el ví lo alto que era, trague saliva, no me lo imaginaba tan alto.
El me acerco su mano dándome la botella pero por alguna razón con su otra mano la cual sostenía la caja llena de envases, la tenía justo como si estuviera ocultando su entrepierna.
La posición en la que tenía la caja se miraba incómoda al igual que su expresión la cual se había convertido en una avergonzada, su respiración está muy acelerada.
Tome la botella, sin querer chocando mi mano con la suya el tipo dio un pequeño salto.
"oh...lo siento me sorprendió"
Lo mire confundida.
Era obvio que no estaba actuando como normalmente.
Me acerque más a él para intentar calmarlo y que entendíera que no hay porqué estar nervioso, pero al hacerlo esté retrocedió un paso atrás quitando la caja de leche de su entrepierna por instinto.
Mi cara paso de preocupacion a sorpresa, no lo podía creer, un gran bulto sobresale de su pantalón, ¿por qué francis tenía una erección.
"M-mierda..."
Se volvió a cubrir con la caja, ahora ni siquiera me miraba a los ojos, una pequeña risa amenazó con salir francis se miraba de lo más lindo, respire hondo y trate de actuar lo más normal posible.
-¿Estás bien?, ¿necesitas ayuda.?-
Pregunto aunque después me arrepiento ya que sonaba muy extraño.
El chico volvió a suspirar, noté como sus manos tiemblan y de un segundo a otro se tiró hacía mí tomándome por la cintura, sus labios se pegaron a los míos con fuerza, me apretaba con mucha presión, lo percibía ansioso.
Sus besos recorrieron mis labios hasta mi cuello, sus manos tocaban lo que se le antojaba, apretaba mis pechos y trasero.
Me terminó empujando contra una de las paredes dentro de la oficina ,seguíamos el beso que en ningún momento me resistí, me tomo de ambas mano con una sola atrapandolas arriba de mi cabeza.
levantó mi barbilla hasta presionar su pulgar en mi lengua con mi boca abierta.
-¿Por qué tienes una erección?- Me atrevo a preguntar aúnque mi voz se escucha divertida por su dedo en mi lengua.
