Eres la nueva empleada desde hace una semana, él lechero de la ciudad vivía en este edificio y por alguna razón actuaba más extraño y más ¿amigable?
𝐀𝐂𝐋𝐀𝐑𝐀𝐂𝐈Ó𝐍:
_⁻ᴸᵒˢ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃʲᵉˢ ⁿᵒ ᵐᵉ ᵖᵉʳᵗᵉⁿᵉᶜᵉⁿ ᵉˢᵗᵒ ᵉˢ ᵘⁿᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ ⁱⁿᵛᵉⁿᵗᵃᵈᵃ, ⁿᵒ ᶜᵒᵖⁱᵃʳ ᶜᵒ...
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Se escuchan jadeos y gruñidos en el aire, sonidos húmedos lo cuales provienen desde el tercer piso dentro del departamento 02.
Al parecer la tensión entre ___ y francis es bastante insaciable.
-Buenas tardes...-
Saludo contenta, pero mis palabras se cortaron cuando ví al lechero del departamento 02 sudado y sonrojado parecía como si acabará de estar ejercitándose.
Él agarre de sus manos en el marco de la puerta era fuerte mientras sus ojos me miran de pie a cabeza.
En mi mente solo venía la imagen vivida del día anterior, dónde ambos estamos en mi oficina.
"¿Que deseas?, Señorita ____"
Ya ni siquiera recordaba que le había dicho mi nombre está mañana luego de qué él me insistiera por mucho tiempo.
-¿Ocurre algo?, venía por la leche-
Él se miraba extraño nuevamente,notó como traga saliva por la manera en la que su manzana de Adán se mueve.
"Pasa"
Dijo jalándome del brazo haciendo que entre a su departamento, sorprendida, estaba a punto de preguntar por qué me tenía que jalar de esa forma hasta qué.
Lo ví con la espalda pegada a la pared con una erección saliendo de sus pantalones.
Al parecer siempre que está exitado actúa de esta forma, siempre parece desesperado.
-Pero que?-
Confundida.
"Es tu culpa, me interrumpiste"
Le mire extrañada.
Observando con más atención hasta dar con su bolsillo, percatándome que tenía mi panti guardada ,la tela sobresalía.
Su expresión era similar a la que tenía la otra vez, su rostro gritaba tener contacto, ya ni siquiera podía disimularlo.
De un momento a otro todo se volvió nublado.
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Francis se encuentra en la entrada de su departamento con poca iluminación, con la camisa completamente desabrochada.
Mientras gime con voz ronca, el placer llena cada fibra de su ser. El olor a sudor y masculinidad impregna el aire mientras gotas de transpiración ruedan por su frente.
La apariencia del lechero es desaliñada pero atractiva. Su sombrero está torcido sobre su cabello desordenado, con mechones pegados a su frente por la mezcla de sudor y deseo.
Los ojos entrecerrados ocultan una mirada lujuriosa mientras una boca ligeramente abierta parece pedir más placer.
Su cuerpo esbelto y sexy brilla con humedad desde la cabeza hasta los pies, sus piernas se separan tentadoramente mientras se apoya pesadamente contra la pared, sus caderas se empujan ligeramente hacia adelante en una invitación.
