CAPITULO O3

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Llegué al trabajo quince minutos tarde, entré algo apurada agité la mano para saludar a todos mis compañeros

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Llegué al trabajo quince minutos tarde, entré algo apurada agité la mano para saludar a todos mis compañeros.

Mario me saludó como era su costumbre, me dio una hoja en la cual me contaba el chisme del día, la revisé mientras me dirigía al vestidor.

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— ¡no quiero ir! — gritó Lucifer dirigiéndose a su hija — ¡papá! Vamos, la otra vez rogaste porque fuéramos a la cafetería y ahora no quieres ¿qué sucede? —

El demonio desvío la mirada sonrojado y avergonzado — ¡nada! Vayan ustedes, aguardare en el hotel mientras llegan — la rubia negó — ¡Ah no! Iras con nosotros, la última vez que te quedaste solo inundaste el lugar con patos —

— ¡la piscina de patos era un gran idea pero ustedes no están listos para esta conversación! — la rubia asintió sarcástica — aja, ahora camina —

Aquel grupo de demonios llegaron a la cafetería, Charlie había quedado encantada con los hotcakes de dicho lugar.
Tomaron una mesa familiar, aun así Lucifer tomó el asiento qué estaba cerca de la ventana y evito buscar a la camarera con la mirada.

Era obvio que ella no estaba interesado en él













Mario tocó mi hombro para luego señalar una mesa sabía que tendría que ir a...
¡Esperen! Yo los conozco, son los de la otra vez ¡los del hotel!.
Mario me había dejado la mesa puesto que lo habían enviado a lavar trastes ¡ja!.

Artículé la mejor sonrisa que pude y me acerqué a la mesa parpadeando, les facilité a cada uno el menú excepto a Lucifer quien a fuerzas  estaba centrado mirando por la ventana.

Me alejé esperando que me volvieran a llamar para tomar el pedido, Lucifer tenía cara de pocos amigos ¿habrá sucedido algo?.
Estiré mis labios y recargué la espalda contra le mesón.

Miré mis uñas, revisé la puerta, miré los bombillos del lugar, parpadee un par de veces, incluso bostecé pero aun no solicitaban el pedido.

Diablos, si se tomaban su tiempo.

Bueno, supongo que me adelantare pensé. Saqué una libreta y comencé a escribir con la letra más legible posible.

Levanté la vista ¡por fin! Aquella rubia agitaba su mano en signo de que me acercara, corrí hacia ella tomando una bocarada de aliento.

Antes de dejarla... ¿Hablar? Levanté mi mano derecha para que se detuviera y mostré el texto que hace unos segundos había escrito con esmero.

" hola, soy Amelie y tendré el gusto de atenderlos hoy...

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-𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈𝐄- | 𝙻𝚄𝙲𝙸𝙵𝙴𝚁 𝙼𝙾𝚁𝙽𝙸𝙽𝙶𝚂𝚃𝙰𝚁/ 𝔈𝔫 𝔢𝔰𝔭𝔢𝔯𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora