Dancing with your Ghost

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"Me quedo despierto toda la noche entera, me digo a mi mismo que estoy bien.

Amor, eres sólo más difícil de ver que los demás"


Sarawat imaginaba que este momento inevitablemente llegaría. Sólo que pensó que pasarían décadas antes de que sucediera. Incluso se convenció que él sería el primero.

Durante años  imaginó como los apodarían cariñosamente sus futuros nietos, si es que llegaban a tener. Había comprado un par de boletos para viajar en crucero por su aniversario. Pero ahora nada de eso importaba.

¿De qué servía un viaje romántico si tendría que ir solo?¿Para qué se molestaba en preocuparse si quiera por salir de casa?¿Por respirar?¿Por sonreír? El amor de su vida falleció. Se fue y lo dejó sólo con su hijo Prat. ¿Qué harían ahora? No tenía fuerzas para fingir estar bien. Tine le enseñó que tan bien encajaban juntos que ahora siente que simplemente no está completo.

Todavía recuerda el día que su esposo dijo que se sentía mal. Él no le tomo importancia y le dijo apresuradamente que se tome una pastilla porque llegaría tarde al trabajo.

Ese fue el último momento en que lo vio con los ojos abiertos.

Lo siguiente que recuerda es a su hijo llamándolo desesperadamente porque su papi no despertaba. Ahí supo que estaba jodido.

Desde ese instante sólo tiene flashbacks de él haciendo guardia todos los días en el hospital. Nunca se alejó de él a menos que fuera estrictamente necesario. Mandó a la mierda el trabajo y envió a Prat a casa de sus tíos. Lloró a mares y rogó a cualquier Dios que lo escuchara que por favor no se lo llevara todavía porque tenían mucho por vivir juntos.

Luego de días de desesperación y el diagnóstico del doctor no quedó de otra que resignarse. Nada podía hacerse ya.

Esa misma noche Tine dejó de respirar.

Sabe que en algún punto todo mejorará, simplemente no sabe cómo. ¡Lo ama desde hace 20 malditos años! No pueden arrebatárselo y pretender que siga con su vida como si nada.

La única alegría que le queda es su hijo. Él es la prueba viva de su amor. Tiene tantas actitudes de su esposo, como la manera de caminar, dibujar e incluso en ser tan perfeccionista con los quehaceres... Por él es que no está corriendo desesperado a encontrarse con su amado.

Sacará fuerzas de donde sea necesario para que él sea feliz y vea que no se rendirá aunque el golpe haya sido demasiado duro.

En las noches, sin embargo, cuando su hijo está dormido y se permite ser vulnerable, imagina que está bailando el vals de su casamiento junto a Tine. Y ya no es oscuridad lo que ve sino una hermosa sonrisa radiante en forma de conejo. Es en ese momento donde se permite sonreír y saca fuerzas para el mañana.

Una historia que contar // BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora