—¿De verdad no vas a ver a papá antes de irte? —preguntó Jo.
La pregunta no iba dirigida a Sunghoon, sino a su otro hermano, Namjoon, quién estaba sentado frente a él. Era un día ventoso, así que se reunieron en una mesa al final del jardín, lejos de los oídos indiscretos de las mesas vecinas. El almuerzo con los chicos de Kim siempre era un asunto animado, incluso cuando sólo cuatro de ellos estaban presentes, como hoy, y el tema de la conversación era rara vez aceptable para el consumo público.
Namjoon rara vez estaba en la ciudad. De hecho, este era el primer viaje a casa de su hermano menor en años. Se mantenía en contacto con ellos a través de mensajes de texto o por correo electrónico, pero nada más, ni siquiera una llamada telefónica. Nadie sabía por qué. Bueno, otra persona sabía por qué, pero tampoco hablaba al respecto. Así que, habían preparado una intervención antes de su vuelo.
Namjoon le dio a Jo, el más joven, una mirada irritada. —Es tu padre, no el mío.
Sunghoon no entendía el resentimiento hacia su padre. Quería saber más, pinchar a Namjoon con algo afilado y puntiagudo hasta que escupiera sus secretos. Al contrario de sus pensamientos, tomó un sorbo de su agua gaseosa. —Es curioso cómo no dices eso de nosotros, tus hermanos. Sólo sobre papá.
Jay, el mayor, enhebraba una mano a través de su cabello pelirrojo antes de empujar sus gafas por el puente de su nariz. —Sí, excelente punto. ¿Por qué repudias a nuestro padre, pero no a nosotros?
Namjoon puso los ojos en blanco. —Es por eso que no regreso por aquí. Ustedes son tan dramáticos. Yo no repudié a nadie. Él nunca fue mi padre. Yo tenía casi diecisiete años cuando me "adoptó" —dijo, haciendo comillas con los dedos en el aire, alrededor de la palabra adoptó como si eso fuera de alguna manera falso—. Yo nunca lo vi como un padre, y él nunca me vio cómo su hijo.
—Basura. —dijo Jo, cogiendo su refresco cargado de azúcar, sorbiendo la mitad de él de una sola vez.
Sunghoon no pudo evitar tener en cuenta las chicas que miraban a su hermano, un ex modelo. Era gay y tenía pareja, pero eso no parecía ser un obstáculo. En todo caso, cuando comenzó a salir con Harua, las cosas solo fueron a peor. De alguna manera, no parecía molestarle a Jo. Tal vez porque era el bebé de la familia y solía acaparar toda la atención.
Sunghoon se fijó en el esmalte de uñas negro que lucía en las uñas cortas y contundentes de Jo. Parecía despintado en varios lugares, pero lucía como si incluso ese detalle fuera una elección de moda deliberada. Su pelo negro se separaba en el medio, cayendo sobre sus ojos azules. Usaba jeans rotos y una camiseta de diseñador descolorida que probablemente costaría unos mil dólares, aunque pareciera que lo hubiera sacado directamente de la basura. Jo hacía lucir a la flojera como algo chic.
Sunghoon volvió su atención a Namjoon. —No, hay algo más en ello. Lo averiguaremos con el tiempo, así que ¿por qué no simplemente no nos lo dices?
Namjoon empujó su plato lejos, frunciendo el ceño hacia ambos. —Porque no hay nada que decir. Literalmente estás preocupándote por nada. ¿Cómo se volvieron seis psicópatas tan chismosos? No hay nada de té~ aquí.
Namjoon no se veía bien. Su cabello castaño rojizo ahora caía sobre sus hombros con su rostro medio cubierto por una barba descuidada. Como siempre, tenía un semblante tosco, como si el mundo siempre le pusiera las cosas difíciles, a pesar de que su padre, Seokjin, nunca le negara nada. Aunque Namjoon se negara a reconocerlo.
—Tus palabras dicen una cosa, pero tu lenguaje corporal grita que estás mintiendo — dijo Jo, mirando a Namjoon de arriba y abajo—. No puedes mentirnos.
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Bad Omens | Sungjake |
FanficSunghoon es ambas cosas: un brillante profesor al que adoran sus alumnos y un asesino despiadado y obsesivo al que se le ha encomendado la tarea de corregir los errores de un sistema de justicia fallido. Y acaba de encontrar su última obsesión: Jake...