Glasses' Boy •• KOOKV🔞

veinticinco

||TAEHYUNG||

Yo no tenía idea. Lo había hecho sin pensar, por causa de mi impaciencia y excitación. Pero para cuando me di cuenta, él ya se encontraba pasando una y otra vez su lengua por mi erección sensible y yo, había soltado todo el aliento que había estado reteniendo este tiempo.

Había sido como una clase de liberación. Liberación de mi homosexualidad quizá porque, hasta donde yo sabía, la persona que en este preciso momento se encuentra entre mis piernas haciéndome un asombroso oral.., me volvía loco.

—Taehyung...

Su aliento tibio contra mi intimidad me hizo jadear, mientras llevaba mis manos hasta su suave cabello negro, enredaba mis dedos en éste y soltaba sin pudor alguno todos y cada uno de los gemidos que su acción causaba en mí.

Mi espalda se arqueó de manera anormal en cuanto un dedo de él se introdujo de manera sorpresiva en mi interior, aún lubricado, el dolor se expandió por todo mi cuerpo. No era demasiado soportable, sin embargo, la excitación del momento no me dejó prestarle atención a ese dolor y sólo me permitió concentrarme en la necesidad de tener su miembro dentro de mí.

—Ah...

Gemido, tras gemido. Otro de sus dedos se adentro en mí. Mientras su lengua, como si estuviera lamiendo un simple chupetín, jugaba con mi miembro.

Y entonces se separó de golpe.

Una leve sensación de dolor comenzó a formarse en mi pecho, creyendo por un momento que él ya había acabado. Pero el alivio me inundó nuevamente cuando lo vi sacarse, de manera casi desesperada, toda la ropa que aún llevaba puesta.

Su cuerpo delgado de manera atlética y su piel nívea causaron estragos en mi cabeza. Quería ponerme de pie, tomarlo de la cintura y tocarlo de una vez por todas. Y juro por Dios que estuve a punto de hacerlo, pero mi cuerpo quedo tieso allí cuando él se quitó sus lentes.

Desde entonces, a pesar de que ahora se encontraba desnudo sobre mí, rozando su pronunciada erección contra mí entrada, con una de sus manos en mi mentón, yo... Yo no podía dejar de ver sus ojos.

Aquellos ojos negros que, desde que lo conocí, habían estado ocultos detrás de aquel vidrio.

—Jungkook —entre gemido y gemido, pronuncié su nombre, causando que él abra sus ojos y me miré—. No dejes que nadie más que yo te vea sin esos lentes.

Y con eso, mi mano fue a parar detrás de su nuca, atrayendolo para besarlo una vez más.

Mientras él se ocupaba de adentrar su miembro de manera lenta, proporcionándonos a ambos un placer que me seria imposible olvidar.

Creo que luego de esto, incluso, no me daría miedo admitir que Jungkook me gustaba.

No, no me gustaba.

Estaba enamorado de él.

Así de simple me había enamorado del chico con gafas.