sesenta y ocho

140 19 1
                                    

||OMNISCIENTE||

Sus pasos fueron torpes, su cabeza daba vueltas. Taehyung empuñó su camiseta inconscientemente, creyendo que aquello alivianaría el dolor de su pecho; no funcionó y haciendo una mueca, terminó por dirigirse al cuarto del menor.

Dudó, ¿qué se suponía le reclamaría primero? ¿Todas sus malditas mentiras o que había jugado tanto con él hasta el punto de enamorarse? El castaño creía que ambas opciones eran igual de insoportables para su corazón.

Oyó el sonido de la ducha cerrarse y se sentó en la cama, esperando. Fueron tan sólo unos segundos y luego lo vio, saliendo del baño con una simple toalla rodeando su cintura. Gotas de agua descansaban en su pecho, provenientes de su mojado y negro cabello.

—Dije que volvería —sus palabras fueron un simple susurro indirecto, que le recriminaba en secreto que después de todo, él no era un mentiroso.

—Me alegra que lo hicieras.

Pudo sentir la honestidad, tal vez era sólo una pizca, pero no quería creer en ella. ¿Cómo podría?; entrecerró sus ojos y tomó aire.

—Si lo haces... Dime que lo sientes, disculpate.

Jungkook le dio la espalda en cuanto se acercó a su cómoda de ropa, tomó sus anteojos y se le oyó suspirar. Antes de hablar, Taehyung lo detuvo.

—¡Mirame a la maldita cara! —su mandíbula se tensó y su voz salió quebrada, su mente se encontraba al límite.

Se había cansado de ésta basura.

El menor hizo lo que le pidió, sorprendiéndolo de paso, al mostrarse tanto o incluso más roto que él; sus mejillas estaban rojas, siendo decoradas por las lágrimas que no paraban de salir de aquellos ojos negros detrás del vidrio.

—No te haces una idea de lo jodidamente arrepentido que estoy, Taehyung.

—Me enamoré de ti —el mayor se puso de pie y dio tan sólo un par de pasos hasta él —. Lo notaste, ¡Y te importó una mierda!.

Gritó lo último, ahora, llorando con él. Pero no se permitió verse tan débil y roto, no podía serlo, así que secó sus lágrimas con brusquedad y lo siguiente que atinó a hacer, fue embocar un fuerte puñetazo en la mejilla del contrario.

A pesar de su evidente y elevado estado de ebriedad, su fuerza empujó a Jungkook al suelo.

—¡Maldito bastardo! ¡¿Acaso creíste que por arrepentirte te perdonaría?!

Jungkook se mantuvo en el suelo, con una mano en su mejilla—. No —respondió en un murmullo.

Taehyung sollozó y se sentó nuevamente en la cama, pellizcando el puente su nariz mientras cerraba con fuerza sus ojos.

—Él se fue —se refirió a Seokjin—. Y supongo, mi papá me odia ahora... Todo por ti. Todo es tu culpa.

Jungkook lo miró desde el suelo, de reojo.

—No, todo es por él. Nosotros... Yo, terminé así por su culpa.

El mayor le miró consternado, la furia en su interior comenzaba a crecer. Rió con sarcasmo ante su ironía estúpida.

—Y aún así te lo follaste cuando volvió a ti —afirmó.

El pelinegro sospechaba de que Taehyung sabía aquello pero ahora, oyéndolo simplemente de su boca, se sintió peor. Su corazón taladró con fuerza y se sintió el peor ser humano en la faz de la tierra. No había remedio para esto.

—Lo siento, Taehyung, no sabes cuanto...

—Sé que sí —le cortó.

Taehyung podía creer eso, pero no era suficiente. Su corazón se había vuelto exigente luego de tanta mierda y no soportaría un lo siento como disculpa. Se puso de pie y le tendió una mano, que dubitativo, Jungkook aceptó para levantarse.

Acomodó la toalla de su cintura y su cuerpo reaccionó ante la cercanía del mayor. Se tensó, abollando el interior de su mejilla con su lengua. Taehyung posó un dedo, el índice, sobre su pecho y lo subió hasta acariciar su clavícula; le oyó suspirar y entonces se alejó.

—JiSoo está embarazada.

Pudo notar la confusión y consternación en los ojos del menor ante su mentira. Jungkook temió preguntar, no quería saberlo, pero Taehyung aún así lo dijo.

—Es mío, sí.

El pelinegro corrió la mirada y se cruzó de brazos, nuevas lágrimas se habían asomado. Se encogió de hombros y regresó su mirada.

—Así que estuviste con ella y me reclamas a mí que-

—¡Es mi jodido hermano! —gritó en su rostro, incrédulo —. Y tu ex novio, por cierto —hubo una pausa—. Como sea, tomé la decisión de terminar con todo cuando supe que sólo quería estar contigo... Pero me mentiste, todo el tiempo.

—Te amo —fue el momento de Jungkook para cortar sus palabras. Su voz salió determinada, ni siquiera afectada por el nudo en su garganta.
Taehyung asintió.

—JiSoo también lo hace, ¿sabes? Y sí, tenía sus mierdas, pero es la única en la que puedo confiar ahora. Gracias.

—Taehyung, por favor.

El nombrado bajó la mirada y secó nuevamente sus lágrimas. Tomó toda la fuerza que aún mantuviera y se armó de valor.

—Alejate de mí.

Una última lágrima solitaria rodó por la mejilla del menor, en shock por las palabras del castaño; creyó entonces que finalmente se había acabado y qué él, no sería lo suficientemente fuerte para soportar otro abandono. No de él porque, aunque todo comenzó mal y como una distracción estúpida, es había enamorado de la peor forma. El sentimiento era aún más fuerte que lo que alguna vez él creyó sentir por Seokjin.

—No quiero volver a verte... Nunca.

—Taehyung, no...

—Lo arruinaste, desde el principio —cínico, acarició la mejilla del contrario —. Respeta mis palabras.

El corazón de Jungkook dolió, pero sus pensamientos le dijeron a gritos que sólo debía asentir, así que lo hizo.

—Sí... hyung.

Eso fue todo.

No hubo más lágrimas por parte de Taehyung y, con la frente en alto, se marchó de la casa, dejando al menor sólo en su sufrimiento. Porque así era como debía terminar todo; el mayor borró cada recuerdo de él pensando en una historia de amor, porque no lo era, y jamás lo hubiese podido ser.

Incluso aunque ahora el chico pelinegro de grandes gafas que llegó a su instituto, lo amara.

Glasses' Boy •• KOOKV🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora