cuarenta y uno

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||JUNGKOOK||

No dije nada. Ni cuando me preguntó que me sucedía, ni cuando comencé a llorar; mucho menos cuando su mano sostuvo la mía con suavidad mientras me guiaba hacía mi propia casa aún con su pequeño poodle encima.

Me mantuve en silencio porque, de abrir la boca, sabía que diría algo que no debía. Algo como que extrañaba a Seokjin tanto que dolía, pero que dolía porque lo había conocido a él.

Taehyung hacía que extrañar a Seokjin se hiciera más doloroso que de costumbre.

Abrí la puerta de mi casa con lentitud, sintiéndome patético ante mi estado; Taehyung entró en silencio y se limitó a dejar el pequeño cachorro en el suelo antes de girarse hacía mí y sólo observarme.

—No te pediré que hables conmigo, Kookie —me sentí terrible cuando esbozó una pequeña sonrisa—. Sólo deberías descansar; estaré más tranquilo si sé que estás aquí.

Taehyung tomó nuevamente el cachorro en brazos y me sentí decepcionado.

—¿No te quedarás? —di un par de pasos hacia él, quedando a escasos centímetros.

Debatí seriamente en si debía, si por lo menos merecía tocar su suave piel canela, pero llegué a la conclusión de que no era así. Yo no merecía ni un poco nada que tuviera que ver con él.

—Dejé a mi hermano con el perro de un conocido... Él es alérgico, ¿recuerdas?

No contesté; por supuesto que lo recordaba, tanto y como recordaba que Seokjin también lo era.

—Descansa, Jungkookie —cerré los ojos con fuerza cuando sentí sus fríos labios sobre mis mejillas y entonces sólo oí como se marchaba.

El silencio en el lugar me hizo sentir enfermo.

El nudo en mi garganta apenas me dejaba respirar.

Y la maldita presión en mi pecho me estaba matando.

Extrañar a Seokjin y saber que él no era Taehyung me estaba matando.

Glasses' Boy •• KOOKV🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora