Cap. 8 Vuelve a mi.

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POV_______

De un momento a otro sentí unas manos cubrir mi boca con un pañuelo, obligándome a salir de mis pensamientos, noté que me había separado de Taka sin darme cuenta y un miedo abismal me atacó. Intenté forcejear pero me empecé a sentir debil y adormilada con rapidez, esto era muy malo, los brazos de aquel tipo se mantenían fuertes presionándome contra su cuerpo y cubriendo con su mano mi boca y mi nariz con el pañuelo. Mis ojos comenzaron a cerrarse y mi cuerpo poco a poco se iba desvaneciendo... en menos de diez segundos perdí la conciencia.

Estaba volviendo en sí, inmediatamente noté que tenía una venda en los ojos impidiéndome ver y mis manos estaban atadas, mi cuerpo estaba débil aún, me sentía bastante mareada y tenia dolor de cabeza. iba en un auto, podía sentir la presencia de dos personas a mi lado, el miedo volvió pero estando aún tan drogada me era difícil realmente hacer cualquier cosa.

- ¿quienes son? - dije moviendo torpemente mis manos atadas para golpear a quienes estaban a mi lado. - ¿qué quieren de nosotros? ¿dónde está mi esposo? - empecé a gritar mientras regresaban lentamente las fuerzas a mi cuerpo. No recibí una sola respuesta - ¿QUE MIERDA QUIEREN? ¿QUIENES SON, CARAJO? - comencé a llorar, tenía miedo y empecé a moverme más bruscamente en el asiento. - AUXILIO, AYUDENME - grité en un intento desesperado de que alguien pudiera escucharme gritar mientras golpeaba a los dos sujetos que estaban a mi lado.

- nadie va a escucharte - dijo una voz profunda y calmada que se escuchaba en la parte de enfrente del auto, me quede quieta un segundo, un escalofrío conocido me recorrió todo el cuerpo.

- ¿quien eres? - quería escucharlo de nuevo... necesitaba escucharlo de nuevo pero no hubo un sonido más. - ¿por qué te escondes? voy a ver tu cara en algún momento ¿no? - se podía percibir el miedo en mi voz con cada palabra. - solo quiero saber que hicimos... mi esposo es un buen hombre ¿por qué nos hacen esto? - dije llorando.

- tu esposo es un imbécil - dijo uno de los tipos a mi lado con un tono molesto y burlón. Esa voz... mi mente me está jugando bromas muy pesadas seguramente pero podría apostar a que yo he escuchado esa voz antes. ¿pero quién? ¿quienes son estos tipos? no podía parar de llorar, el miedo y la incertidumbre de si los conozco o no me están matando de miedo.

- no... el no es un imbécil - grité molesta y al mismo tiempo aterrada. Hice con mis manos un puño como pude y golpee directamente su cara.

- MALDITA PERRA - gritó el chico molesto.

- SANZU - gritaron los otros dos chicos.

Ahí confirme, quienes eran estos tres tipos... Ran, Rindou y por supuesto Sanzu. No puedo decir que no sentí alivio de alguna forma... pero... ¿por qué justo hoy? ¿por qué justo un día después de que encontré su uniforme y vinieron recuerdos a mi? ¿por qué apareces cuando no debes, Ran?

- quítenme la venda de los ojos y desátenme... ya se quienes son, es estúpido que me tenga así - dije un poco más tranquila.

- eres muy estupido, Sanzu... agradece que esto no era un trabajo... la hubieras cagado - Rindou comenzó a desatar mis manos y Sanzu quitó la venda de mis ojos. 

Apreté mis ojos con fuerza mientras se acostumbraban a la claridad del día, cuando por fin pude abrirlos mire inmediatamente al retrovisor donde me encontré con la mirada de Ran sobre mi, esos ojos púrpura, preciosos, hipnóticos y  dulces. Sonrió ligeramente y volvió su mirada al camino.

- bueno... bienvenida de nuevo _____  es bueno verte otra vez - dijo Sanzu de forma burlona mientras sacudía ligeramente mi cabello.

- ¿por qué? - pregunté directamente. Ran miró nuevamente por el retrovisor y sonrió.

- porque eres mía y odio que el te tenga cuando tu eres tan mía - sus palabras lograron hacerme estremecer y un vuelco a mi corazón me hizo suspirar confirmando así las palabras de Ran, yo nunca había dejado de ser suya por mucho que yo odiara esa idea.

- ¿donde está Takashi? - lo miré con tristeza, comencé a sentirme culpable... Takashi debe estar preocupado.

- el esta bien - contesto Ran con un semblante sádico que lo único que hizo fue darme más angustia. 

POV Takashi

- MI ESPOSA... ACABAN DE SECUESTRAR A MI ESPOSA -  grité histérico a un policía que solo decía que debíamos seguir el protocolo y había que esperar antes de iniciar la búsqueda. - se el nombre de la persona que lo hizo... busquenlo, el la tiene, Ran Haitani -  al decir el nombre de Ran el oficial sólo me miró con preocupación.

- ¿Ran Haitani? muchacho... ¿sabes que ese chico pertenece a una organización criminal muy peligrosa aquí en tokio ¿verdad?... por lo menos yo... no meteré mis narices ahí... tengo familia... no quiero problemas con esos tipos, si puedes ve a la jefatura de la policía y explicales tu caso... yo aquí no puedo ayudarte mas - me dio un formulario que llene y un par de folletos para recibir la ayuda que necesite.

- ¿está escuchando las estupideces que está diciendo? yo conozco a ese tipo... y se que no va a hacerle daño, él la amaba, solo necesito que me ayuden a encontrar a mi esposa, déjese de historias estupidas y revise sus cámaras maldita sea, esto es un aeropuerto internacional -  grite molesto.

- entonces quizá ella se quiso ir con el, muchacho... quizá ella no te ama como te dijo - soltó sin interés el oficial.

- SOLO DEJEME REVISAR LA GRABACIÓN Y ME LARGO - me sentía humillado y desesperado.

- solo vete hijo, ella te llamara en cualquier momento para decirte que está bien... y si no lo hace es porque quizá... el no la amaba tanto y bueno... hizo lo que tenía que hacer con ella y acabó el trabajo -  no podía creer el grado de frialdad y desinterés de este hombre hacia esta situación. 

- espero que nunca se encuentre en una situación como esta jamas - dije saliendo de la estación del aeropuerto con lágrimas en los ojos... ese viaje de ensueño no se realizó y yo solo quiero saber si ella está bien... solo quiero que me diga que volverá a mí.


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Holis!!!! volví después de casi un mes de ausencia... perdón, fue un proceso difícil pero aquí estoy... espero les guste este capitulo les mando mucho amor 

Epifanía - Ran HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora