Cap. 12 Daddy's Girl (+18)

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Los minutos pasaban y yo aún permanecía sentada temblando en la cama de Ran. Mi mente solo daba vueltas al pasado volviendo a sentir sus manos recorrerme como en ese entonces, sentía una clase de emoción extraña por volver a esa rutina de curarlo y enseguida mimarlo hasta que se quedase dormido en mis brazos.

Exactamente diez minutos después lo ví salir del baño únicamente con su toalla envuelta en la cintura. Mi mandíbula se fue al piso, quedé boquiabierta ante su figura, era un hombre muy atractivo, seguía siendo un hombre muy atractivo.

- ¿Todo bien? - preguntó en tono burlón al darse cuenta de mi expresión.

- cl-claro, todo bien... Saldré un minuto para que te cambies - me levanté rápidamente de su cama para salir de la habitación pero me detuvo al instante tomandome con fuerza de la cintura y pegándome a su cuerpo húmedo. Un par de gotas de agua de su cabello escurrían por su rostro, sus ojos tenía un brillo peculiar en ellos, sus manos comenzaron a bajar de mi cintura hasta mis caderas para asi poder poco a poco meterlas por debajo de mi vestido. - deberías... Dormir - susurré mientras inclinaba un poco mi rostro hacia el dejando que nuestros labios se comenzaran a rozar.

- es muy temprano para dormir... Cuando estás conmigo se me quita el sueño - dijo antes de besarme intensamente. En ese momento volví en el tiempo, el siempre usaba esa frase conmigo antes de llevarme a su habitación.

Poco a poco me deje llevar por la intensidad del momento coloqué mis  brazos alrededor de su cuello y el me tomo entre sus brazos haciéndome abrazar su cintura con las piernas sin dejar de besarme un solo segundo. Podía sentir sus manos estrujar con fuerza mis muslos, mi piel se erizaba con cada roce de sus manos, mi corazón latía con fuerza y mi cuerpo comenzaba a palpitar a ritmo de sus besos.

- esto no... Esto n-no - susurré entre gimoteos.

- me importa un carajo si es correcto o no ________, te deseo, te necesito - finalizó antes de lanzarme a la cama y dejar caer su toalla al piso dejándome ver la enorme erección que tenía entre sus piernas. - solo abre esas bonitas piernas para mí ¿Quieres? - comenzó a gatear en la cama sobre mí y con fuerza casi arrancó la ropa de mi cuerpo dejándome completamente a su merced.

En un movimiento violento y sin piedad comenzó a penetrarme, podía escucharlo jadear y morder su labio inferior mientras cerraba sus ojos manteniendolos apretados. Las palpitaciones de mi corazón se podían sentir hasta en la parte mas íntima de mi cuerpo, Ran lo disfrutaba, yo lo disfrutaba, estaba gozando de formas alucinantes el volver a sentirlo.

Me giro hábilmente colocándome sobre el para que yo tomara las riendas de la situación, moviendo mis caderas con ritmo y sensualidad.

Sus manos inquietas buscaban acariciar con desespero mis senos que se sacudían con el movimiento de mi cuerpo. Ran con sus fuertes brazos jalaba mi cuerpo hacia el para poder lamer mis pezones mientras exigía que no me detuviera ni un momento.

- ahhhhh mierda~ - gemía sin parar mientras guiaba con sus manos el movimiento de mis caderas de adelante hacia atrás. - había olvidado lo deliciosa que estás - decía con desesperación mientras sus ojos recorrían cada parte de mi cuerpo.

Podía sentir como mi cuerpo escurría sobre el, era mucho mejor de lo que recordaba, estaba siendo fantástico, no podía dejar de gemir mientras me movía y brincaba sobre el.

- ¡Ahhhhh, carajo! - yo gemía sin parar, poco a poco mis gemidos aumentaron al punto de ser gritos suplicantes y desesperados.

- ahhhhh buena chica - suspiró - siempre has sido mi perra favorita -  no, esto de ninguna forma me ofende... Al contrario, el sabe que eso me enciende.

Ran cambio de posición, colocándose justo detrás de mi dejándome en cuatro, sentí como entró nuevamente en mi y un grito ahogado con su mano en mi boca emergió sin previo aviso.

- ¿Entonces...? ¿Quién es la nena de papi? - dijo mientras daba fuertes nalgadas en mis glúteos. - gritalo... Quiero oírlo - insistió.

Yo solo mantenía mis ojos cerrados apretados con fuerza ya que sentía que estaba a punto de correrme.

- ¡ahhhhh! YO - grité mientras podía sentir como Ran entraba y salía con fuerza y cada vez más rápido.

El tiempo pasaba y yo ya no podía más, mi cuerpo estaba débil, ya me había corrido tres veces hasta el momento y el seguía sin detenerse, el gozaba al hacerme venir infinidad de veces. El comenzó a apretar mis caderas mientras se acercaba a mi espalda y depositaba besos sin dejar de moverse.

- ahhhhhhh ______ - sentí su miembro palpitar dentro de mi, haciéndome saber que había terminado. Se tumbó a un lado de mi y me jalo para quedar recostada en su pecho. - perdón... No quería forzarte - dijo algo avergonzado.

- creo que es obvio que no me forzaste Ran, yo accedí y lo disfruté - suspiré.

- parece que pasó una vida desde la última vez ¿No? - comenzó a acariciar mi cabeza mientras jugaba con mi cabello.

- si tus parejas no fueron buenas... Entiendo que me hayas extrañado - me burle mientras recorría el tatuaje de su pecho con las yemas de mis dedos.

- solo tu me vuelves loco, solo tu haces que pierda la noción del tiempo, nadie nunca se te ha podido comparar -

- No creo... Creo que siempre fui sumamente reemplazable para ti, estar conmigo o con otras diez era lo mismo - contesté recordando el hecho de que me engañó en reiteradas ocasiones.

- bueno... Pero con ninguna lo disfruté tanto - contestó burlón sin darle muchas vueltas al asunto. - escucha, no quiero pelear... Se mis errores, estoy consciente, pero ahora no quiero pelear -  acercó su rostro al mío y depositó un beso suave y dulce en mis labios.

- bien... - sonreí y me acomodé en sus brazos para enseguida quedarnos profundamente dormidos hasta el dia siguiente.

El ruido de alguien aclarándose la garganta en repetidas ocasiones hizo que poco a poco me despertara.

- bueno... Espero no arruinar la luna de miel pero... Hay un asunto que deben saber, despierta al príncipe azul por favor - dijo Sanzu con mala cara de pie frente a la cama.

Ran abrió lentamente sus ojos para toparse con la presencia de Sanzu en la habitación.

- ¿que mierda quieres aquí Sanzu? - gritó molesto Ran.

- Mitsuya le dijo al jefe que tú secuestraste a su esposa y adivina -  Sanzu se veía molesto y su tono sarcástico no ayudaba a creer lo contrario - ¡ESTÁ FURIOSO! - Gritó - la quiere de vuelta lo antes posible o si no el mismo vendrá a ver qué ella no esté aquí así que... ¿ALGÚN PLAN TORTOLITOS? - finalizó lanzandonos una almohada en la cara a ambos.

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Hola, aquí actualizando de nuevo, espero que te guste esté capítulo poco a poco estoy volviendo a la normalidad así que es probable que vuelva a actualizar con más frecuencia, te mando un abrazo, gracias por el apoyo, no olvides comentar y votar ♥️✨

Epifanía - Ran HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora