Cap. 2 Premio a la Farsante

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-¿Debo felicitarte por tu gran actuación _____?- Esa voz... era él, sin duda era el.

Gire inmediatamente para toparme con esos hermosos ojos violeta ya tan conocidos. El aire me empezó a faltar y una mezcla agridulce de felicidad y tristeza se amontonaba dentro de mi.

-¿Qué haces aquí?- pregunte inmóvil en mi sitio mirándolo incrédula y temblorosa.

-No creí que tuvieras las agallas de hacer una estupidez tan grande... pero creo que me equivoque... tu hipocresia y masoquismo son superiores- Ran me miro lanzando un suspiro largo y profundo. -debo preguntar... ¿el sabe? ¿el lo sabe? ¿sabe que no lo amas?- me miró con ese aire burlón y de superioridad típico en el.

-si, claro que lo sabe- dije respondiendo con nerviosismo sabiendo bien a dónde nos iba a llevar esta conversación.

Comenzó a acercarse lentamente a mi, asegurándose de que nadie pudiera vernos, colocó su mano ligeramente en mi mejilla y la acarició.

-espero que puedas fingir esta noche cuando... pase lo que deba pasar- sonrió burlón susurrando dulcemente en mi oído. -porque esta vez no serán mis manos las que recorran cada centímetro de tu cuerpo- tomo mechones de mi cabello y los aparto de mi rostro. -no serán mis labios, no serán mis caricias, no será mi aroma, no seré yo... y me vas a comparar y vas a suplicar a Dios o al Diablo porque me traigan de nuevo ante ti- el sabia perfectamente como manipularme, que hacer o qué decir para hacerme caer ante el.

-No... esto es lo correcto y no lo voy a arruinar... no por ti- respondí con una firmeza fingida y poco convincente.

Al escucharme él sonrió con superioridad y sin creerme una sola palabra, se apartó un poco y suspiro.

-¿Cuanto tiempo tendre que esperar para que vengas corriendo a mi?- Camino en dirección a unas escaleras que llevaban a la salida del jardín.

Mi corazón dio un vuelco al escucharlo, era obvio que si por mi fuera en este mismo momento correría a sus brazos y como la maldita dependiente emocional que soy, le daría nuevamente toda mi devoción sin dudarlo, sin pensarlo, sin siquiera preguntarme si esto esta bien o no... pero hoy no, hoy mi fuerza de voluntad era grande... yo sabía que a lado de Ran mi vida sería tormentosa y dolorosa y por mucho que yo me aferre a la idea de que el me ama... el no seria capaz jamás de dejar esa vida de excesos y mujeres que tanto le encanta tener.

-vas a morir esperando... tuviste tu oportunidad, sabías lo que tenías que hacer si querias mantenerme a tu lado y aún así no te importo- suspire. -de alguna forma tu me orillaste a tomar la decisión que tome, no podía seguir esperando a que tu cambiaras, me canse de esperarte, me canse de ser tu juego, tu juguete favorito- un par de lágrimas corrieron por mis mejillas. -yo necesito a alguien que esté dispuesto a todo por mi, no a un mujeriego que solo me quiere cuando nada mejor salió en el club nocturno.

Ran me miro con molestia, era evidente que mi respuesta no es lo que él esperaba pero su arrogancia no le permitía aceptar que había tirado todo entre nosotros a la mierda.

-Finge todo lo que quieras, inventate un puta historia de mentira, vive una vida falsa con tu hombre perfecto... pero sabes que siempre seré yo quien esté en tu mente, que seré yo quien esté en tu corazón siempre... lo sabes y lo sé- sus palabras sonaban ligeramente desesperadas como si se esforzara por no hacer algo estúpido. -Te amo-

-Vete de aquí, Ran- entre nuevamente al salón donde todos bailaban, sin saber que yo en ese momento estaba muriendo por dentro, era un dolor punzante y agobiante.

Entre miradas de confusión corrí al baño y me encerré, comencé a llorar... "¿Que mierda tenías que hacer aquí?"   Me pregunté en voz alta mientras lloraba en el lavabo del baño, sentía impotencia y odiaba cada parte de mi vida en ese instante. "no quiero estár aquí, no quiero esto... No lo quiero a el"  No... No quiero nada de esto y era obvio y era lógico.

-Hija... ¿Estás bien?- dijo mi madre tocando la puerta del baño.
-Vete de aquí, aléjate... No quiero escuchar nada de ti en este momento... vete- grité entre lágrimas.
-¿Vino a verte verdad? ¿Que necesidad tienes tu de verlo? ¿Por qué estás tan obsesionada con el?- gritó molesta. -deja de hacer un drama por ese tipo y vuelve con tu esposo-
- ¿QUE NECESIDAD TENGO DE VERLO?- abrí la puerta molesta. -bueno... Resulta ser que no soy como tu, mamá... Yo amo a Ran, no tienes idea de cuánto y no te imaginas de la cantidad de estupideces que hice y haría por el- La irá en mi mirada y mi voz era evidente. -asi que si, haré el drama que sea necesario hasta que logre sacarlo de mi mente, hasta que olvide cada momento vivido a su lado... Bueno o malo-
-bueno... Pues parece entonces que te lleve por el camino correcto, alejándote de ese tipo... Limpia tu cara y vuelve con Takashi... el no tiene que tolerar está actitud inmadura- dijo la mujer alejándose de mi, sin voltear a verme. Me sentía asqueada, molesta y sola... Muy sola.

Volví a la fiesta y comencé a fingir lo mejor que pude estar feliz, Rindou y Sanzu que habían asistido a la ceremonia, no estaban... Seguramente se habían ido con Ran después de lo sucedido en el jardín. Necesitaba que la fiesta pasara rápido, que el tiempo pasara rápido... Que todo pasara rápido.

Takashi estaba feliz e intentaba animarme en todo momento. Si, el es increíble  y no, no podía evitar sentirme culpable, es un gran chico, un hombre excepcional y yo... Yo no puedo ni siquiera intentar amarlo, sencillamente no quiero.

Continuará

Holis Crayolis ♥️ aquí nuevo capítulo... Espero les guste, son cortitos lo sé... Pero prometo hacerlos más largos... Por favor no olviden comentar y apoyar la historia... No soy la mejor lo sé, hago lo que puedo... Les quiero mucho ♥️✨

Epifanía - Ran HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora