Estabas metida en la cama con la mayor depresión que pudieras tener. Otros de tu clan estarían alegres por conseguir el Magekyo Sharingan pero para ti era una jodida mierda.
Eras la líder del equipo ANBU y os mandaron a una misión por sospecha actuación de una aldea enemiga.
Os encontrasteis con la aldea de la nube en las afueras de la aldea preparando un atentado contra esta.
La misión fue un éxito para Konoha; eliminasteis a la armada kinkaku y toda amenaza desapareció. Pero la peor parte la acarreasteis en tus hombros. Tuviste que sacrificar a varios de tus ninjas y más de la mitad murió en la batalla. Siendo una total derrota para ti.
Lo peor es que no tenías a nadie con quién desahogar tus penas, tus padres estaban en un viaje de negocios y todas las relaciones que tenías con tus amigos se enfriaron por el trabajo. Y ni hablar de tu antiguo maestro Tobirama Senju. A ese no lo querías ver ni en pintura.
Presentaste tu dimisión en los ANBUS y te encerraste en tu casa más de dos meses sin salir.
Sonó la puerta con fuerzas, ni te preocupaste en abrir deducías que iba a ser otro ANBU rogando que volvieras a la armada.
Te metiste más dentro de las sábanas... hasta que notas un tirón en la pierna que te saca de golpe de la cama.-¡¿Pero que?!- ¡¿Tobirama?! ¡¿Qué haces en mi casa?!
- No se dime tu. Llevo llamando te a la puerta más de dos semanas y no me abriste en ninguna de ella.
"Ah a si que él era el pesado"
-¿Y? Eso no te da derecho a entrar en mi casa así como así.
- Llevas dos meses sin comunicar nada desde tu salida de los ANBUS, era necesario revisar tu estado.- Se cruza de brazos serio.
- Pues muy bien, ya me has visto. Ya te puedes ir.- Lo empujas para que salga pero él no da brazo a torcer.- Vete.
-No, vas a salir- Dice apartándote.
- No quiero.
- Te espero en el salón, tienes 20 mn o te saco de tu casa estés como estés.
- ¿Es broma verdad?- Levantas una ceja y el se va sin responderte.- Agh que pesado. Senju tenía que ser.
Al salir ya arreglada te encuentras con Tobirama observando los cuadros del salón.- ¿A donde vamos?
-A comer fuera, le he dicho a los chicos que saldrías de tu casa.
Pasáis el camino en silencio y tu te negabas a verlo por tu cabreo.
Te reencuentras con tus amigos y sinceramente no te distes cuenta cuanto los echabas de menos, te la pasaste bromeando con Hiruzen o una que otra discusión con Danzo.
Al acabar te ibas a dar una vuelta por la aldea cuando te tropiezas con una piedra antes de que cayeras Tobirama te sujeta de la cintura- ¿Estas bien?
Te sonrojas por el acercamiento- Eh... si... si gracias.
Antes de irte alguien te llama y te giras a ver a Kagami- Ah kagami ¿ocurre algo?
- Yo... yo quería confesarte mis sentimiento. Me..me gustas mucho.
Te apenaste porque el era tu amigo y no querías romperle el corazón.- Lo siento kagami... pero yo no siento lo mismo.
-Ah... tranquila no pasa nada.
Kagami se marcha y no pudiste seguir caminando porque cierta persona te seguía agarrando de la cintura.- ¿Tobirama? Eh Tobirama.
El estaba mirando con mala cara la figura ya lejana del Uchiha.- ¿Eh?
- ¿Estas bien?.
-Si si.
Ya llego la noche y te sentaste en la cabeza de Hashirama por alguna extraña razón el senju seguía a tu lado pero tampoco te ibas a quejar de su compañía.
- Yo.. eh... quería saber si querías volver al equipo.- Te pregunta.
-Uhm...bueno ahora que no estoy en los ANBUS... si no me vendría mal.- Ante tu positiva Tobirama sonríe de lado.- El problema es el Mangekyo Sharingan que no tengo a nadie con quién entrenarlo.
Tobirama te mira más detenidamente.- Bueno, podría intentar ayudarte con eso.
- ¿Pero tu no odias el sharingan?
- No lo odio. Solo que me no me agradan... Pero contigo podría hacer una excepción.
Te ríes por su comentario.
- ¿Podría ver tu Mangekyo?
- Claro- Lo activas y el se acerca a ti.
Bajo la luz de la luna te percataste lo guapo que era. Sentiste que se te subían todos los nervios y te apartas de golpe.
-¿Estas bien?- Se acerca más a ti- Estas roja.
-Si claro que estoy bien- te alejas- Solo que dios... eres guapísimo- Decía en sus pensamientos.
Tobirama te mira sorprendido por tus palabras
Casi explotas de los nervios. Jurabas que lo habías pensado.- Adios- y desapareces entre las hojas.
Volvistes a tu casa nerviosísima- AHHHH- gritas- LE HE DICHO EN TODA SU CARA QUE ES GUAPO- pataleas en tu cama sujetando una almohada.
Durante una semana intentaste evitarlo de todas las formas posibles. Pero nunca se puede evitar lo inevitable.
Te estremeces al escuchar tu nombre por Tobirama- ¿Quería preguntarte si tu..?
Te adelantas a lo que pueda decir.- Yo... lo que dije el otro día fue un error. Ósea no quiero decir que no eres guapo. Eres muy guapo y eso es verdad pero- ay no nono ya estoy a hablando demasiado.- Te pones aún más nerviosa y Tobirama coloca una mano en tu hombro para que lo mires.
- ¿Quieres salir a tomar algo conmigo?
Te sonrojaste- ¿Solos tu y yo?- el asiente- claro... si si.