Mi nueva ¿no vida?

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Media hora después...

—Bueno, eso fue mucho más complicado de lo que pensaba, pero al menos nadie te vio —dijo Velvet, jadeando ligeramente mientras me miraba con una expresión mezcla de alivio y exasperación.

—¿Y por qué no tienen que verme? Bueno, suponiendo que debo verme casi como ustedes, ¿verdad? —pregunté, tratando de entender la situación.

—Sí —respondió Velvet, algo incómoda—. Bueno, qué importa eso. Más bien hay que hacerte un cambio de look —añadió con una sonrisa algo tétrica que no me inspiraba mucha confianza.

—¿Ok? —dije, sintiéndome cada vez más dudosa e incómoda por la sonrisa de Velvet.

—Bien, comencemos. Mientras tanto, cuéntame más sobre ti.

Me senté en una silla incómoda mientras Velvet buscaba entre una pila de ropa y accesorios extravagantes. Decidí aprovechar el tiempo para hablar un poco sobre mí, aunque la verdad no sabía muy bien qué decir.

—Bueno, como ya sabes, me llamo TN. Crecí en un orfanato y fui adoptada por una familia bastante religiosa. Pasaba mucho tiempo en la iglesia y aprendí valores que siempre intenté seguir. Me gustaba ir al parque cercano a mi casa y leer. No tenía muchos amigos, pero me conformaba con mi vida tranquila.

—Interesante —dijo Velvet sin apartar la vista de la ropa—. ¿Y qué libro estabas leyendo cuando te trajeron aquí?

—Ah, era mi favorito, "___". Es una historia que siempre me ha inspirado, aunque ahora parece tan lejana...

—Listo, creo que esto te quedará bien —dijo, mostrándome un conjunto de ropa que definitivamente no era mi estilo.

20 minutos más tarde...

—Bueno, terminé. Ahora hagamos el trato que tenemos pendiente —dijo Velvet, cruzando los brazos y mirándome fijamente.

—Esto... ¿y qué es lo que tendría que hacer?

—Nada complicado. Solo estrechamos la mano, siempre y cuando me pidas algo. Eso es todo —dijo mientras su mano se prendía en fuego de color morado con toques de rosado.

—Entonces, si te pido, ummm, no sé, todo el conocimiento que tengas, más un celular, y otras cosas, ¿me lo cumplirías?

—Exacto, y todo lo tendrás a cambio de tu alma. Bueno, siempre y cuando esté en mis posibilidades —dijo con una sonrisa amplia y algo siniestra.

—Bueno, ¿y qué harías con mi alma?

—En sí, estarías a mi merced, lo cual es bueno porque nadie más que yo puede hacerte algo. Y te conviene —murmuró para sí misma—, además, tendría un arma a mi servicio.

—Bueno, está bien, supongo, pero no sé qué pedir.

—¡¿Qué?! —exclamó exaltada—. Nadie puede no querer algo. Seguro tienes algo que deseas en el fondo de tu puto corazón.

—Bueno, siempre he sido algo conformista, y estaba feliz con la vida que tenía. Pero si quieres, puedo darte mi alma y a cambio me deberás un favor cualquiera.

—Eso sería muy desfavorable para mí. ¿Crees que soy tan estúpida para aceptar esa puta mierda?

—No te enojes. Será algo simple, nada que pase el trato que querías ofrecerme. Será algo pequeño, lo prometo.

—Ummm, si me pides alguna estupidez, no querrás saber lo que pasará contigo. Así que está bien. Seremos como amigas a partir de ahora. Solo no salgas de este lugar; mis colegas podrían intentar hacer algo contigo.

—Espera, ¿qué...? —veo cómo cierra la puerta con brusquedad—. Y... ¿ahora qué hago?

Repasando lo que acaba de suceder, me doy cuenta de que Velvet tiene posesión de mi alma o algo así. Ella me debe un favor que no exceda sus capacidades y estoy... ¿encerrada? Bueno, la verdad no del todo, quizá pueda... (me miro al espejo) Esta soy yo. Entonces, ¿puedo volar? (Mirando mis alas en el espejo)

Me acerqué al espejo, observando detenidamente mi nueva apariencia. Era una versión más oscura y siniestra de mí misma, con alas negras que se desplegaban majestuosas a mis espaldas. No podía evitar sentir una mezcla de fascinación y temor.

—Ok, creo que encontré algo con qué entretenerme por hoy —dije, esbozando una linda sonrisa mientras extendía mis alas y me preparaba para explorar este nuevo y extraño lugar.

Con un poco de práctica, descubrí que podía moverme con bastante agilidad. Decidí probar mis nuevas habilidades, dando pequeños saltos y aleteos dentro de la habitación. La sensación de libertad y poder era increíble, aunque el miedo de no saber qué vendría después seguía presente.

—Bueno, TN —me dije a mí misma—, esto puede no ser un sueño, pero tienes que adaptarte. Quién sabe qué más te espera en este lugar...

Velvet x Tn(mujer) amor incondicionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora