08. | mi cita

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cuando el nuevo día comenzó, warren no quería ni levantarse de su cama, quizás en parte era por el enojo de ayer el que no lo había dejado estar en paz el resto del día, haciendo desastres en el trabajo que causaron que lo dejaran ir antes. o esas sábanas chamuscadas que hacían en el piso y que sabía que le traerían un regaño cuando su mamá las notara.

a un lado estaba la carta de ayer que no había podido leer, aunque más bien hagamos una corrección, estaba el sobre de la carta porque el contenido ya hacía hecho cenizas junto con la sábana.

pero es que si era sincero, no tenía ganas de leer una carta que no valía la pena cuando su cabeza estaba siendo una nube entera de pensamientos sobre lo que había pasado el día anterior. no había razón, o al menos no le encontraba lógica a lo sucedido.

¿cómo es que ella solamente dijo algo y después pasó como si nada hubiera pasado?

es como si el mundo en esa novela estúpida y llena de errores no quisiera verlo feliz; como si lo odiaran. y comenzaba a creer que lo odiaba, porque casualmente tenía que ser él al que le sucediera eso.

— ¿puedo pasar? — la cabeza de will se dejó ver y no tuvo que decir algo para tener al castaño haciendo acto de presencia en su pequeña habitación. — ¿qué pasó? — notó las sábanas y las cenizas echas bola a un lado de su ropero y arrugó la nariz ante el disgusto que le causó.

warren no dijo nada, solamente cubrió su cara con la almohada.

— podrías simplemente decir que 'que me importa' 'lárgate' 'te odio'. — siguió intentando obtener aunque sea una queja.

— de nada va servir. — y lo logró.

— ¿qué es lo que te está pasando? — se sentó a un lado de los pies del más alto. — no hemos tenido tiempo de hablar en estos días pero te he notado raro, como molesto cuando estoy a tu alrededor.

estaba en lo cierto, pero el moreno no le iba a dar la razón cuando claramente eso haría que se sintiera como si fuera el centro de atención en su vida (qué aunque a veces siente que si lo es) cuando no.

— tengo problemas mucho más importantes que estar al pendiente de ti.

— solo era una duda que quería sacar.

— pues que duda tan más pendeja, stronghold.

will rodó los ojos y se cruzó de brazos. sabía que debía de aprender a lidiar con el humor de su amigo, pero a veces le parecía estresante y prefería alejarse. — yo solo quería saber cómo estabas.

— vivo.

— si vas a estar así no entiendo porque vine aquí.

— no te pedí que vinieras. realmente nunca te he pedido nada. — cerró sus ojos ignorándolo. sabía que su comportamiento era el de un niño pequeño y que will no estaba haciendo nada más que mostrar preocupación, pero tenía tanto coraje en su interior que no le importaba si lo hería. — es mejor si te vas.

no, no se iba a arrepentir de tratarlo así. al final al único que le tienen que importar los motivos son a él, aún cuando estos no fueran lo suficientemente válidos.

— me iré. — se levantó y caminó hacia la bola quemada. — aunque venía a invitarte a una fiesta que organizaré este fin, mis padres salieron y tú eres mi mejor amigo, aunque estes de tan mal humor en estos momentos como para tratarme como uno o al menos como un ser humano.

— paso.

— irá, layla. — warren entreabrió uno de sus ojos, will no lo estaba viendo, más bien, estaba recogiendo las sábanas quemadas para después caminar hasta la salida. — será mi cita.

y de nuevo warren sabía porque lo odiaba.

un romance secundario ! warren x layla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora