SEIS

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Del pánico y susto que le dio a Tn cuando casi fue atropellada por ese carro negro de vidrios ahumados callo al suelo.

— ¡Ah! — gimió Tn por el dolor del raspón en su rodilla.

— Los siento, señorita. —hablo el dueño del auto.

— No... — tn de quedó callada al ver de quien se trataba — ¿Jungkook?...

— Oh... lo siento tn, ¿te golpeaste muy fuerte?. —dijo mientas la ayudaba a levantar.

— Solo me golpee la rodilla.

— Sube al auto, vamos a la mansión para limpiarte.

La ayudó a subir al auto para luego subir él e ir directo a la mansión.

— ¿Que te sucede, tn? —dijo jungkook preocupado.

— Na-nada... no me pasa nasa, solo iba apresurada a la universidad. —hablo ella con gran esfuerzo para que no se notará el nudo en su garganta.

— No te creo... —dijo jungkook obteniendo una mirada seria de tn— no te conozco lo sufienciente, pero en tu mirada se nota que no estás bien... y además de eso tienes los ojos llorosos —hablo estacionando el auto en un parque.

— ¿Puedo pedirte algo? — él solo asintió — ¿me puedes dar un abrazo?.

Basto solo decir eso para que el mafioso más temido del mundo le diera un abraso a la joven en su auto.

Él solo estiro sus brazos y ella de inmediato se enrollo en estos soltando las lágrimas que tanto había retenido.

— ¿Princesa, por que lloras?, ya no llores... estoy aquí. —hablo intentando tranquilizarla.

— No puedo, las personas que creí que eran mis padres no lo son —dijo entre sollozos.

— ¿De que estas hablando? —hablo jungkook sorprendido.

— Lo que escuchaste —dijo ella rompiendo el abrazo— me acaban de decir que no son mis padre y que su único hijo es taehyung y que por esa razón me trataron mal toda la vida.

— Ahora entiendo por qué él te cuida tanto, aunque esas personas no sean tus padres y taehyung no sea tu hermano de sangre, él te ama y te adora como a una y tu a él. —hablo el pelinegro secando las lagrimas de tn.

— No se que haré, ahora tengo muchas preguntas, como... mi hermano, mis padres reales, mi cabeza es un nudo... no se que voy a hacer Jeon. —dijo con un puchero y sus ojos llorosos algo que causó ternura en el pelinegro.

— Vamos primero a la mansión a curarte la rodilla y luego solucionamos tus problemas ¿si?. —dijo encendiendo el auto.

— Si, señor.

La pequeña conversación acabo y fueron rumbo a la mansión Jeon a la cual llegaron después de unos 20 minutos de viaje ya que se encontraba a las afuera de la ciudad.

— Yo abro, no te bajes —pidió jungkook.

Bajo y le abrió la puerta a Tn para que esta saliera y él la cargo hasta llegar al salón principal en donde la sentó en un mueble color negro y fue por el botiquín para curarla.

Pasaron varios minutos y este apareció con el botiquín en las manos y empezó con la curación.

— Te va a arder un poco. —dijo en lo que ella asintió y el empezó a pasarle un algodón con un poco de isodine para desinfectar — y ¿a donde iras? ¿regresaras a esa casa? —pregunto por que sabía perfectamente que ella no tenía a donde ir.

— No lo sé... voy a hablar con tae para ver si me puede prestar dinero...—dijo algo cabizbaja hagachando la cabeza— no saque mi ropa... no saque nada de esa casa solo lo que hay en mi bolso y eso es de la universidad.

— Para, para, para... no te alteres, princesa, ya veras que tendrás la solución pero no llores más ni te alteres... —dijo colocándole la curita ya que mientras ella hablaba él la curo— te tengo una propuesta —dijo y sentó a su lado mientras ella con la mirada le decía que siguiera— ¿por qué no te quedas aquí en lo que consigues donde vivir?.

Ella se sorprendió ante tal propuesta, se imagino de todo menos viviendo con un mafioso.

— Eh... no quiero incomod... —interrumpida.

— No incómodas, además... esta mansión es muy grande y nada me daría más alegría que te quedes unos días aquí.

Ella quedó en silencio y él también, viéndose ambos fijamente y solo fijaban sus miradas en dos cosas, sus ojos y sus labios, ambos se miraban con el deseo de unir sus labios y poco a poco se fueron acercando hasta que el roze de sus narices les hizo cerrar los ojos y estaban a punto juntar sus labios.

— No está bien. —dijo TN

— Esta más que bien, princesa. —dijo jungkook cuando ya iba a juntar sus labios con los contrarios.

— ¿Que se supone que están haciendo ustedes dos?

Ambos se asustaron y se separon al escuchar la tercera voz detrás de ellos.

La debilidad del mafioso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora