Ⅵ ❘ 𝙿𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊 𝚟𝚎𝚣

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Itadori Yuuji, se encontraba parado en un parque de atracciones, esperando a Satoru. Hoy será un gran día para ambos ya que celebraban en una pequeña salida el primer mes de noviazgo que ambos llevaban teniendo, estando completamente enamorados el uno del otro, el peliblanco siempre mostraba su afecto colmando de regalos al menor, el cual no se quejaba de ser mimado por su profesor, tardó unos minutos en lo que satoru llegaba al parque donde estaba yuji esperando.

-¡Llegas tarde satoru!- Se quejo Yuuji cruzándose de brazos mientras su mirada estaba fija en el peliblanco, el cual solo rio levemente.

-My sunny, perdona la demora, el tráfico estaba tremendo dulzura- Satoru se froto la nuca nerviosa, extendiendo una pequeña caja de chocolates hacia el pelirosa quien hizo un pequeño sonido de sorpresa.

-Sato..¡Que lindo! ¡Muchas gracias!- Tomo la caja con una sonrisa y sus ojos brillando de alegría, dando pequeños saltitos antes de abrir la caja y poner uno de sus chocolates en su boca, acercándose al albino.

-¿Uh? ¿Que haces Yuu?- Satoru miro a yuuji quedandose en silencio cuando sintió el beso y como rápidamente el más joven volvía a aquel suave beso en uno profundo en el cual se saboreaba el intenso sabor del chocolate con ligeros toques de alcohol.

-Shh..solo sigue el beso- pasando sus manos por el cuello de satoru para no ser separado del beso, sintiendo fácilmente como el mayor sigue aquel beso tomandolo por la cintura.

Pasaron unos minutos en aquel beso, hasta que ambos se separaron y decidieron empezar con su salida, ambos se divirtieron en casa juego distintos que hubo para que ambos entraran, subiendose en la montaña rusa habiendo gritos por parte de Yuuji y luego por parte de Satoru, aunque aunque ellos no miraban y notaba era de aquel quien los seguía, tomando fotos y videos. En el momento exacto en el que ambos se besaban o habían caricias de aquí a allá.

Cayó la noche y Satoru decidió que era momento de darle un último y grandioso regalo a Yuuji, cuando ambos estuvieron guera del parque el peliblanco tomo de la cintura al pelirosa, apegandolo firmemente contra el.

-Yuuji, hoy te llevaré a dormir a mi casa cariño, tengo un regalo más que darte hoy.- Satoru sonrio y escondió su rostro en el cuello del menor, dando pequeños besos alli.

-Satoru...yo no te he dado ni un solo regalo.. mgh..hey espera estamos en la calle.- Yuuji suspiro ante los besos en su cuello, tratando de separar ligeramente al albino.

-Perdon, perdón, ya me detendre...¿Pero iremos a mi casa?- miro con ojos de cachorro a yuji, cual volvió a suspirar con una sonrisa.

-Si,si iremos a tu casa Sato.- Mantuvo su sonrisa mientras satoru rápidamente lo llevaba hacia el auto que estaba estacionado.

Al estar en la casa de Satoru, Yuuji miro todo lo que había, percatandose de que todo era material de gran valor, lo que le daba respuesta al porque el mayor se permitia tantos regalos hacia el.

Yuuji rápidamente fue arrastrado hacia un gran cuarto, de color beige, una cama tamaño king pese a que una sola persona durmiera ahí, habían unos cuantos cuadros de Satoru sobre las paredes y en la mesita de noche, vio en ls cama estaba llena de pétalos de rosas, habían pequeñas velas aromaticas en la mesita de noche que estaba a la izquierda de la cama. Antes de que el pelirosa pudiera hablar fue tumbado en la cama, acorralado entre el colchón y el firme pecho de su amante.

-S..Satoru..- Tartamudeo nervioso ante tal repentina acción, sus mejillas se tornaron rojas al ver la sonrisa de deseo que tenia el mayor.

-Hoy te haré completamente mío pequeño..hoy nos uniremos en alma y cuerpo~- Arrastró en un susurro por el cuello del pelirosa, dando pequeños besos y mordidas en su cuello, pronto se formarían notorios chupetones.

-¡A..ah!~..Sato..espera!- Soltó un suspiro al ver cómo Satoru se detenía mirando fijamente a los ojos dorados del más joven.

-¿Qué sucede cariño?..¿no te gusta?- Miro con preocupación a Yuji acariciando sus mejillas con ternura.

-Yo..yo solo no me siento listo..- Bajo la mirada apenado, sintiedo las manos del albino acariciando sus mejillas con tanta ternura que lo hizo avergonzarse por no poder darle al mayor lo que tanto quería.

-Tranquilo My little sunny, puedo esperar cariño, el hecho que no estés listo no significa que dejare de amarte.- Dijo satoru arrastrando sus palabras cerca de los labios del pelirosa, besándolo al terminar la frase.

-..Mgh..Te amo satormM..- Se dejó capturar por el beso abrazando al mayor por el cuello recostandose por completo en la cama, mientras se ponían ambos de lado, uno enfrentado al otro.

-Sera mejor si dormimos ahora, mañana hay clases pequeñín..- Río tiernamente mientras miraba a Yuuji, apegandolo a su cuerpo dejando que una de las piernas del menor descansaré sobre su cadera y la otra entre sus piernas, ya ninguno supo dónde empezaba la extención del cuerpo del otro.

Yuuji durmió cómodamente entre los brazos de su maestro, hasta que el despertador empezó a sonar avisándole que ambos ya debían levantarse uno para estudiar y el otro para trabajar, yuji se levantó primero y abajo la alarma llendose al baño para lavarse el rostro y acomodarse el cabello.

Satoru despertó unos minutos después sintiendo el llamativo olor a un desayuno recién preparado,se levantó y salió del cuarto llendo con paso pesado hacia la sala cocina de su departamento, encontrándose con Yuuji el cual preparaba un delicioso desayuno, el albino se acerco a al pelirosa y lo abrazo por la cintura.

-Buenos días Pequeño sol.- Dijo satoru con una sonrisa brillante por la felicidad.

-Buenos días Mi adorado cielo.- respondió Yuuji devolviéndole la sonrisa y dándole un pequeño besos. -Sientate el desayuno ya hecho.- Mantenía su una sonrisa empezando a servir panqueques en un lado junto a unas tostadas con huevo en otro, para el y el mayor.

Yuuji y Satoru desayunaron tranquilos y ambos se fueron, llegaron a la institución en unos 20 minutos y el pelirosa estuvo con sus amigos un rato, hasta que Nobara dejo solos a ambos chicos, en ese instante todo dio un giro de 380° gradros, Megumi llevo un lugar cerrado y sin gente, acorralando a Yuuji contra la pared.

-No puedo esperar más más Itadori..estoy muy desesperado joder..Odio verte con satoru, odio ver esas malditas marcas en tu cuello y saber que el te ha tocado...- Dijo el azabache con odio, hirviendo en celos.

-Megumi..¿Que te sucede? ¡Oye alejate!- Se asustó al ver cómo megumi lo mantenía acorralado y mordió su cuello con fuerza, sintiendo como su piel se rompería y la sangre llegaría a escurrir, pero no sucedió.

-Estoy agotado Yuuji..Viéndote sonreírle a ese engreído de mierda..no sabes cuántas ganas tengo de romperte en dos..y dejarte sollozando solo por mi..- Megumi empezó a sacarle la ropa a Yuuji el cual intento defenderse del pelinegro pero su fuerza lo abandonó.

𝗡𝗼𝘀 𝘃𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗢𝗧𝗥𝗢 𝗠𝗨𝗡𝗗𝗢 | Goyuu | JK AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora