Una última visita

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Ya era de noche, y en los pasillos de la gran casa de Richy, estaba Sally vigilando que no hubiera nadie por allí. Al confirmarlo le hizo una seña a su pequeño amo para que salieran del lugar.  Estaban saliendo de la casa cuando el chico recordó algo y se giró susurrando hacia la sirvienta. 

- Sally, quiero ir a un lugar antes de irnos , ¿puedo? 

- Bueno, tenemos poco tiempo, pero está bien. Cuando termine venga a la salida del pueblo ¿sí? 

El chico asintió rápidamente y se fue hacia una dirección distinta a la original, mientras que Sally iba al lugar donde estaba la carroza. 

Cuando llegó, vio al Sr Andrew colocando las cosas de los chicos en el vehículos. 

- ¿Doctor? ¿Por qué está aquí solo? 

- Mi hijo y el señorito Bill dijeron que querían ver algo rápido antes de irse. No le vi nada malo y les permití irse. 

- Creo que tengo una idea de a donde han ido, teniendo en cuenta que el señorito también se fue. 

- Esos chicos están mucho más que unidos. Deben haber ido a hacer una última visita a algún lugar que quieran ver antes de irse.

- Sí, seguro van a extrañar estar aquí, y no niego que yo también. Este ha sido nuestro hogar por mucho tiempo  y ahora debemos dejarlo porque es imposible vivir con gente que quiere romper el amor tan fuerte que tienen los chicos. 

El doctor en terminó de colocar las cosas y se acercó a Sally para tomar sus manos. 

- Sally, quiero que sepas que esto ya no será solo por los chicos. Yo sé muy bien que tú ya no vas a aguantar aquí. Y creo que llevarte con nosotros, por mi parte, es una manera de agradecer el hecho querer proteger la felicidad de mi hijo y sus novios. - Tras esas palabras el Sr Andrew besó sus manos dejándola con un leve sonrojo. 


Richy observaba como las flores del campo de lavandas se movían, por la pequeña brisa que había. Y mientras las observaba, llegaron Bill y Caleb. 

- Todos hemos pensado en venir aquí al parecer. - mencionó Caleb. 

- Es la última vez que podremos estar aquí. Había que aprovechar ¿no? - Dijo Richy  mientras se acercaba a ellos. 

- ¿Creéis que volveremos algún día? Seguro que para ese momento ya no será un lugar del que tengamos que irnos. - Dijo Bill.

Los tres hicieron una pausa para pensar en ello. Se miraron y luego, Caleb, tomó una de las flores de aquel campo que tanto apreciaban. 

- Si vamos  a tener que esperar mucho entonces sería ideal tener un recuerdo de él, ¿no lo creéis? - Dijo mientras sonreía mostrándoles la flor. 

Ambos le abrazaron y asintieron a su comentario, mientras se iban definitivamente del lugar. 

Llegaron a la salida del pueblo, donde les esperaban Sally y el doctor. 

- ¿Ya están listos, señoritos? - preguntó Sally al verles llegar. 

- Sí, ya podemos irnos de aquí. 

Mientras se subían a la carroza, comenzaron a ver que se les acercaban varias personas que llevaban luces que les cegaban. Se dieron cuenta que esas personas eran los padres de Bill y Richy. 

- ¿Mama? ¿Qué es lo que hacéis aquí? 

- Yo debería preguntarte lo mismo. ¡Tú desapareciste y además Perla y Bright tampoco estaban! Que casualidad que esos fuesen tus caballos favoritos. 

Bill se quedó callado y le miró a Richy tratar de hablar con sus padres. 

- Padre escuche, si me permite explicarle yo- 

- Guarda silencio Richard. Tu madre vino muy angustiada al no verte en tu habitación y entonces tras buscarte por toda la casa y no encontrarte, salimos. Aquí afuera nos encontramos a los padres de tu... "amiguito", que también buscaban a uno de sus hijos . Ahora te pido amablemente que tú y el chicho volváis a casa.- Sentenció el Sr Albert. 

- ¡No! - gritó Caleb dejando a todos sorprendidos. 

El trío poliamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora