| •DARK PARADISE• |

• CHAPTER TWO •

A PRIMERA VISTA  PART II 

Narra Charlie

Este día no pudo iniciar peor para mí luego de dejar a Oliver y Celeste en la escuela, me dirigía hacia la casa de Jessica, supuestamente me tenía la respuesta del cupo en su trabajo, las calles estaban peligrosas desde que empezaron a asesinar a cada uno de nosotros, sosteniendo el periódico en mis manos mientras caminaba sin mirar a ningún lado por las calles de Manhattan, en la parte de sucesos, la foto que rompió mi corazón, era ella, mi pequeña Ana, sin vida, tirada, desfigurada en un callejón de Greenwich Village, uno de los barrios con mas índice de violencia, muertes, robos, en fin, la oscuridad, alguien que trabaja en las calles vendiendo su cuerpo para lo que supuestamente hacemos al vivir en una de las ciudades más costosas del país, sobrevivir, la vida había sudo muy difícil desde que mis padres murieron en aquel accidente hace 4 años, mis abuelos no quisieron saber más de nosotros, yo era el hijo mayor, deje mi academia de repostería para poder cuidar a mis hermanos, no se crean, este trabajo no era mi mejor opción.

Diversos trabajos, uno pagaba menos que el anterior y trabajas horas interminables, pero tenía que salir adelante, por mis dos pequeños, por mi, mi sueño de montar mi cadena de pastelerías podía esperar, pero la educación de mis hermanitos no, la medicina, el pago de alquiler, al principio podía costearlo, pero con el paso del tiempo todo subía, la escuela era pública, pero lo demás no, medicina, seguro medico todo lo que se supone que hacían mis padres mientras yo estudiaba en la academia, me tocaba ahora, la pequeña herencia que me habían dejado la había administrado hasta el último dólar, pero como dije, vivir en Nueva York, no es sencillo.

Conocí a Jessica y Ana cuando trabajaba en un café nocturno, nos hicimos amigos al instante, ellas me propusieron el trabajo de vender mi cuerpo, batalle mucho con tomar la decisión pero al ver cuánto se podía ganar en una noche por un par de horas, me daba para cubrir todos los gastos, incluido pagarle a Elle los servicios de niñera por las noches, no siempre salía trabajar.

 Empecé con algunos clientes que Jess me consiguió, eran solo sexo por dinero, nada de emociones, no tenia que andar por las calles buscando clientes, solo llamaban mi teléfono privado, nos encontrábamos en un lugar, me recogen, llegar al hotel, a la habitación, tenemos sexo o lo que sea que ellos quieran, me pagan y me vuelven a dejar donde me recogieron, nadie sabe donde vivo, ni nada sobre mi vida personal.

Pero todo cambio cuando lo conocí a Matt, un cliente frecuente, brusco, serio, siempre estaba acompañado con muchos escoltas, camionetas negras, armas por todos lados, pagaba muy bien, no lo negare, pero el sexo con el era muy rustico, siempre terminaba muy adolorido y no por placer si me pongo a pensar en eso, cada vez que me llamaba, había un regalo, un reloj, una camisa, bolso, perfumes, era atento, pero se supone que esto solo es sexo, no es nada más que eso, hasta que una noche que nos vimos en su apartamento Central Park, luego de una sesión ruda de sexo, acostados en la cama, el fumando su puro cubano de costumbre, mientras me colocaba la ropa, el suelta las palabras que nunca esperas que un cliente de este tipo de trabajos te diga.

"Quiero una relación amorosa contigo"

Solo pude decirle que eso no pasaría, no me involucraba con clientes, regla numero uno de este trabajo, los clientes nunca pueden ser más que eso, el pareció entenderlo pero con el paso del tiempo, los encuentros terminaban en golpes, a veces ni siquiera se llegaba al sexo, el solo me lanzaba golpes o apuntaba con su arma en mi frente, era un tipo peligroso, mafioso, a los tres encuentros me di cuenta de lo peligroso que Matt era, comencé a tenerle miedo, no podía negarle las citas, no sabía aun donde vivía, ni la vida de mis hermanitos pero era cuestión de tiempo para que lo supiera, las amenazas continuaban cada vez que pedía una cita, el sexo se volvió solo rudo y grotesco, aun me pagaba pero todo era horrible, quería salir de este mundo lo mas rápido posible pero tenía que encontrar un plan B, para poder seguir manteniendo mi familia, ahí es donde entra Jessica, por uno de sus clientes más reconocidos en la ciudad y del todo el país, consiguió un trabajo de mesera y algo mas en uno de los clubes más prestigiosos de Manhattan, pero no todo el mundo puede entrar ahí, era solo acceso exclusivos de hombres poderosos y millonarios.