| •DARK PARADISE• |

•CHAPTER TWENTY TWO•

Seamos una familia amor

Nick se despierta después de una exhausta noche aunque había podido dormir, estaba inquieto por la salud de su amado novio cada momento lo chequeaba que estuviera bien, no sintió que se despertara en cualquier momento de la noche.

Lo observó con mucho amor y preocupación a la vez, también lo hizo con sus tres pequeños que esa noche durmieron con ellos, agradecía mucho haber comprado una enorme cama para estos casos especiales, sonríe al ver como Jaden duerme con su cabeza colocada en el pecho de su novio. 

Oliver dormía con su cabeza en el suyo y Celeste en el medio tomándole las manos a ambos, puede sentir un amor inmenso recorrerle todo el cuerpo.

Estaba enamorado, lo estaba con todo su ser, enamorado de el hombre estaba a su lado durmiendo como un ángel caído del cielo, de su dulzura, de sus ojos azules como el cielo y el mar, de su cabello negro rizado que amaba deslizar por sus dedos, enamorado de la persona que era, su noble corazón. 

Lo dedicado a su familia, como lo llenaba de detalles, lo cuidaba pero lo que más lo había enamorado fue como conectó con su pequeño Jaden, para él era importante que ambos tuvieran una buena relación y vaya que la tienen, Nick es feliz, más de lo que soñó con él una vez.

Esta enamorado de los tres pequeños que eran parte de su día a día, no veía la hora de que Oliver y Celeste fueran suyos legalmente, de corazón ya lo eran, los ama con toda su vida, incluso las daría por ellos cuatro sin dudarlo, quiere ponerles sus apellidos que sean la hermosa familia que estaban formando.

Ocurrentes, graciosos, amorosos y leales, sonríe de tenerlos tan cerca suyo, escucha los suaves quejidos de su novio quien estaba despertando, acaricia su cabello mientras lo ve abrir sus ojos, esos preciosos ojos que lo cautivan cuando lo observan, escanean todo de el sin medida.

Charlie pestañea un poco desorbitado por los efectos de la medicina, trata de levantarse pero observa a su pequeño hijo acostado abrazándolo fuerte, sonríe y luego esa mirada se va a hacia su novio, ese hombre de cabello pelirrojo, pecoso y ojos marrones que le hace sentir todo tipo de emociones, desde la felicidad hasta el máximo placer intimo.

Lo mira fijamente como Nick lo mira a el y con la yema de su pulgar acaricia esas mejillas gorditas en su rostro, Nick se derrite con el toque de sus caricias cerrando sus ojos, con una sola caricia ambos podían sentir que tocan el cielo.

- Buenos días cariño, ¿Cómo te sientes? – pregunta Nick

- Buenos días amor, - estoy un poco mejor pero siento el cuerpo pesado, ¿Por qué tienes los ojos llorosos mi amor? – pregunta extrañado

- Anoche sudaste muy frio, pálido y simplemente desmayaste, no volviste a reaccionar y pensé que te había perdido mi amor – habla Nick con su voz completamente rota y dejando salir sus lagrimas –

– Perdóname mi amor no quise preocuparte o asustarte, no llores Nicky no me gusta verte así amor – dice

– No fue tu culpa precioso pero verte así y luego los niños te vieron también, estábamos muy asustados cariño – dice Nick

– Nick... no llores mi amor – limpia sus lagrimas acariciando su rostro para calmarlo – Todo fue muy abrumador para mi, fueron muchas cosas y luego estaba esa foto de mi papa que no entiendo nada amor, solo no se qué está pasando – dice Charlie