•CHAPTER TWENTY SEVEN •

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"EL HACHA"

Dos meses después

El Hacha estudia su dos últimos pasos para el final de su plan, el dinero estaba completo gracias a las trampas, un par de extorsiones a cambio de mas poder del que ya tenia al ser el único mafioso activo en la organización.

̶ A ver en que orden juego con ustedes ̶ juega con su dedo al tin marin viendo a quien elegir como el siguiente objetivo ̶ ¿Seras tu pequeño?

La sonrisa malévola en su rostro se podía sentir en todo el ambiente, llama a varios de sus hombres indicándoles el trabajo, eran cinco objetivos, diferentes motivos pero con el mismo fin.

»Quitarlos del camino o unirse a el«

Era una noche tranquila, posiblemente la mas tranquila del año, paseaba en esa camioneta negra antibalas por la ciudad, visitando las cadas de sus presas, era un cazador sigiloso, estudiando sus rutinas, captando el momento exacto donde atacar y dejar todo lo que necesita.

La primera parada era en la cárcel de la ciudad, comprando a los guardias del turno de la noche, nada que un par de billetes de 100 dolares que juntos sumaban mas de mil dolares no podían arreglar.

Solo un guardia estuvo a la altura de cumplir la parte final, eliminar al mafioso que necesitaba fuera de su radar cuanto antes.

Desolado en su celda como hace años desde fue encerrado ahí, las rejas de la celda se abren mientras las cámaras milagrosamente dejaban de funcionar, el rostro de un viejo compañero o mas bien, un antiguo jefe se asombra al verlo frente a el.

̶ Viniste a terminar lo que siempre quisiste ̶ dice sabiendo que seria su final

̶ Agradezco que me enseñaste lo que sé pero el puesto siempre fue para mi, no para ti, menos para tu hijo ̶

̶ Para estar en este mundo tuviste que nacer en el cabrón, algo que tu no nunca pasaste, ya vas a caer y sera de la forma que menos esperas ̶ suena como una dulce amenaza antes de que esa bala silenciosa estreche contra su pecho, específicamente su corazón ̶

Un silenciador fue su amiga para eliminar al primer objetivo de su lista, dejando su nota de siempre, era su sello, uno de los últimos que dejaría en la ciudad de Nueva York, orgulloso de su trabajo sale de las celdas mirando todo a su alrededor.

Era como un cazador admirando a su presa desangrarse hasta morir, pero en este caso no había sangre, solo una bala en un pecho y un cuerpo en esa cama de hierro como si estuviera tomando su siesta de la madrugada.

̶ Sigues tu conejillo de indias, me fuiste de mucha ayuda pero sabes mucho para dejarte rondando por las alcantarillas de esta ciudad ̶

Mando a conducir su auto hasta el club donde tenía que dejar todo lo que requería la policía arrestarlo cómo han querido.

̶ Lastimosamente, arrestaran a quien yo quiera ̶ dice feliz de ver cómo juega con la mente de todos.

El club estaba cerrado desde hace días, los mafiosos que quedaban no se atrevían a seguir yendo al lugar, las prostitutas se buscaron otros clientes, los políticos y empresarios decidieron jugar su perfil bajo.

Tratos, convenios, prestigios, todo está en juego desde el baile aquella noche, muchos secretos salieron a la luz, gracias a los millones de reporteros que cubrieron la noticia.

Sus hombres ponen todo patas arriba, rompiendo las botellas, paredes, la escena de una supuesta pelea o quizas un robo.

Ya ni importaba como quedará, solo quería que la policía se llevará lo que tanto buscan de él.

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